Sadness ➵ Aidan Gallagher.✔

c u a r e n t a y o c h o.

Transcurrieron algunos minutos, suficientes para que se me disminuyera la presión que sentía, aunque no quitaba la angustia que tenía el que se me presentara esto porque es algo que nunca antes me había sucedido. En este  mismo instante el profesor Gallagher llegó y tomó asiento a mi lado.

— _______ ¿estás bien? — me preguntó un poco preocupado al ver que me sentía algo agitada.

— Si, todo bien...— respondí poniéndome mejor — Es que me llegó un dolor de cabeza y quise distraerme— mentí porque en verdad no era lo que me pasaba.

— Entiendo...vine a buscarte, es que van a partir el pastel de novios y....— fue interrumpido cuando oímos a los invitados gritar — Olvídalo, parece que ya lo hicieron — ríe por último.

— No importa — negué sonriendo— Por cierto... — lo miré tímida, porque no olvidaba lo de hace unos momentos cuando tocó y cantó, fue algo sensacional y eso también ocasionó que sintiera algo más — Me gustó su presentación — me sinceré en voz baja.

— No es para tanto...— pronunció aburrido.

— No, si lo es, fue increíble... — afirmé convencida — Usted tiene una linda voz...— solté porque era imposible el no decírselo.

Él me vio a los ojos agrandando una leve sonrisa, y algo que no había visto de él es que cuando lo hace se le marcan sus hoyuelos.

— Gracias _______ — respondió.

— Solo quiero felicitarlo...— soné ya tranquila — Es decir...lo que hizo ahí fue como un gran paso para...bueno, superarse y volver a lo que antes le gustaba, ¿no es así?.

— Supongo...de alguna forma me siento bien después de mucho tiempo, siempre suelo estar de malas y estresado, pero ahora estoy algo diferente — confesó.

— Eso es bueno, el que se sienta feliz momentáneamente, porque...no todo suele ser así...

— Tienes razón, no fue tan malo como creí, y aún es raro, no lo sé... — musitó — Por cierto...Zack me enseñó el dibujo que hiciste de Hannah, es demasiado hermoso — halagó sin dejar de mirarme.

— Se hace lo que se puede — no le tomo valor — No lo hago continuamente, mis padres se fastidian de eso, así que tengo que hacerlo casi a escondidas porque....todo les molesta — conté a pesar de que no pidió mi opinión de ello.

— ¿Cómo vas con ellos? — indagó curioso.

— Mal...— lo saqué igual de triste — Empeoró todo...hay...una chica que me quita fuera de lugar y hace que la atención de ellos se pongan en ella y no en mi...los insultos y reproches no paran...— expliqué pensando en eso.

— No sé que puedo aconsejarte — apretó sus labios — Solo recuerdo la etapa que viví con mi padre, fue muy difícil y duro, pero al fin  de cuentas me rendí y creé otra expectativa para mí sin él y mi mamá, viví para mí y no para mi padre, claro que hice cosas que le gustaban y no las cambié al momento pero ya no dejé que se aprovechara de mí...— contó volviéndose a entristecer — Solo haz lo que consideres a tu alcance, si ellos ya no cambian, simplemente déjalos — finalizó con paciencia, viendo en su rostro serenidad, no era divertida, pero tampoco seria, algo que te llena de confianza.

— Haré lo que pueda — respondí intentando animarme — Me pregunto si usted en verdad me aguanta con estas condiciones — me maldigo.

— Para mi no se trata de aguantar — negó la más convincente — Son cosas voluntarias que hago, y me hace sentir bien al hacer esto, es difícil cuando uno pasa por sus momentos tristes, y espero algún día poder borrarte ese sentimiento insignificante — me apuntó.