d i e c i n u e v e.

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Estamos reunidos en el comedor cenando junto con una conversación normal de adultos y sobre la vida de cada uno.

La única persona inactiva en este momento era yo, en la que solo comía incómodamente y calentando el asiento como cualquiera lo haría. Es más, echaba de menos a Blake, ya que él estaría aquí acompañándome, pero como se separó de sus padres, era más lógico que ya no vendría más con ellos.

- Tengo algo de sed, ¿tendrá agua que me regale? - le habla Amber a mi madre "amablemente".

- ________, tráele un vaso de agua por favor - me pide.

Sin responder, dejé mi asiento y voy por ese vaso, rodando los ojos maldiciendo internamente, Amber podía hacerlo por su cuenta, no necesariamente yo, aunque...es una invitada y ahora estamos para servir, pero....no me agrada su presencia por lo que es la excepción.

Regresé, y se lo entregué a la chica quien nunca dejaba de mirarme de una forma despreciable y lo aprovechaba en lo que mis papás estaban distraídos sin que se den cuenta.

Ignoré su gesto, no le daría el gusto de verme mal.

- Entonces el perro se atravesó haciendo que me caiga a la alberca...- termina de contar el señor Talabis provocando las risas de todos, excepto la mía.

- Una vez ________ intentó ir con ropa llamativa en la escuela y terminó viéndose como payasa, y todos se burlaron de ella - comentó Elliot en la que se notaba que lo hacía con intenciones de hacerme sentir mal, incluso le gustaba humillarme - Y luego un auto la salpicó de lodo y agua - agregó.

Sujeté con fuerza el tenedor sintiendo como mi mano temblaba, juraba que en cualquier momento perdería la paciencia y acabaría clavando el cubierto sobre la mesa, pero logré contenerme.

Y enserio, odiaba recordar ese día, porque gracias a ese suceso, comenzaron los insultos en el colegio, y me tachaban como alguien inútil y sin sentido, una extraña con poca relevancia en la sociedad sin popularidad, y claro, eso sigue existiendo en mi actualidad, entiendo que tengo a Blake y Haley, pero ahora hablo de la familia que ha comenzado con los comentarios hirientes.

¿Por qué creen que tengo sentimientos sensibles?

- Oye hija, te veo bastante seria - me dijo la señora Talabis al verme con toques de molestia.

- No es nada malo - contesté encogiéndome de hombros, ocultando el enojo de mi voz.

- Déjenla, siempre se pone así cuando le dejan bastante tarea - habla mamá, una vez más sacando ese lado que me hace debilitar.

- Es normal que los jóvenes de ahora se pongan de ese modo, Blake estuvo así últimamente pero dejamos que él mismo se lo resolviera - comenta su esposo, ya sabía la historia detrás de eso.

¿Qué clase de padres dejan a su hijo solo? Si tan solo realmente se hubieran preocupado por lo que pasó él.

- No estoy así por la tarea, ya la acabé - me defiendo sin sonar dura.

- Contrólate - me susurra papá entre dientes, ¿también él?.

- Por cierto Amber, sé que te dije que te iba a regalar algo de ropa porque no tenías, pero te voy a quedar mal - se disculpa mamá apenada.

- No se preocupe, esta semana estaré yendo a diferentes tiendas para ver algo bonito - presume la chica como siempre.

- Si, es que mi hija hizo una gran tontería - niega decepcionada, captando la atención de la pareja Talabis.

Solo pido reunir las fuerzas para no perder el control.

- ¿Ustedes creen que lo regaló a un orfanato? Sin mí permiso - soltó usando un tono que internamente me  irritó.

- ¿Toda la ropa? - pregunta la señora Talabis asombrada.

- No toda - dije esta vez queriendo obtener mi lugar de respeto - Solo que no la usaba demasiado, así que lo regalé a quien realmente lo necesita - recalqué lo último mirando a Amber, que rodó los ojos por mi indirecta.

Sentí un dolor agudo en mi rodilla, y fue un pellizco de mi mamá por portarme como una "ignorante".

- Mejor ve a lavar lo platos, todos ya terminamos, y trae los de postre - ordena.

- Con gusto - dije en doble sentido, porque realmente es un gusto hacerlo para alejarme de esta mesa sin seguir escuchando sus comentarios que me querían sacar humo e incluso dañarme.

Suena exagerado, pero de verdad te llega a tocar tanto este tipo de "ofensas", si es que se le puede llamar así, porque te hace sentir incapaz de encajar o dudar si haces lo correcto por ellos.

Acomodé los trastes en el fregadero y comencé a lavarlos ya con tranquilidad, aunque desde afuera se escuchaban las risas de ellos, pero me sentía más cómoda sin tenerlos rodeados.

- Te faltó esto hija - llegó papá con un vaso y me lo dio para lavarlo.

- Gracias - digo sin mirarlo y continué con lo mío.

- Sé que tu mamá a veces es algo exagerada, pero ella te quiere - comenta de la nada, y lo miré - El carácter que tiene no le ayuda, pero deberías acostumbrarte a su forma de ser - recomienda.

- Pero ella no era así, y lo sabes perfectamente - contradije - A veces no mide lo que dice y me termina lastimando - confesé lo que sentía, al menos para ver si él le preocupaba la situación.

- Toda persona pasa por un mal momento, lo que estamos pasando económicamente nos ha afectado, además debes aprender que no siempre te van a tratar bien.

- No la justifica, dudo si ella realmente me quier...- interrumpe.

- No digas eso, ¿bien?...- suspira - Te dejo, si no pensaran que no quiero estar con ellos.

- ¿Y realmente te sientes cómodo? - me atrevo a decir.

Él asintió sin decir nada, viendo su expresión sin sentido, y lo entendí.

[•••]

Acabamos de recoger todo de la mesa, mientras que papá se fue con el señor Talabis a hablar en la sala.

En cambio, mi hermano, estaba jugando con Amber, que por cierto, ella lo veía como una carga y ganas de deshacerse de él.

Mamá y la señora Talabis se ayudaban a acomodar los trates que quedaron, ahora llevo los últimos con ellas para que los limpien.

Antes de entrar, las escuché hablar en susurros por lo que se me hizo sospechoso, cualquiera no habla así al menos si se tratase de algo delicado.

Por curiosidad, me quedé pegada en la puerta y saber la causa de esto.

- Siento que tu hija se ha vuelto muy aguafiestas, ¿no lo crees? - le comenta a mamá.

- No sé que le pasó, yo ya ni le digo nada porque se que me pondrá en contra.

¿Aguafiestas?, es que nunca estaré de acuerdo con su forma de pensar, y no puedo andar de aquí para allá aceptando cosas que no me agradan en absoluto.

- Por cierto...creo que deberías medirla en la comida - le recomendó dudosa - Ha subido de peso a lo que yo recuerdo.

- También lo he notado, igual que su papá, solo que no lo hemos hablado con ella, pero que bueno que me lo dices, pensábamos que eran nuestras ideas.

¿Subir de peso? Me siento normal como siempre, o eso creo...

- Si, pero sabes, te pasaré una dieta que siempre toma Amber en sus días, tal vez eso la pueda ayudar.

- No estaría mal, y espero que le funcione, no quiero tener a alguien de la familia que me ponga en vergüenza - habló como si yo fuera un espanto - Siempre le he dicho a _______ que haga cosas que yo quiero, cosas como tu sobrina, pero agh...no sé, es tan rara que ya ni sé que hacer con ella.

Sadness ➵ Aidan Gallagher.✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora