Joven o vieja, una valquiria es una valquiria, no las subestimes

338 39 11
                                    

No sé quien está más aterrado, mis sirvientes o los guardias imperiales, Heidi está divirtiéndose como nunca, como su antiguo apodo "Valquiria sangrienta", poco a poco se llena de sangre, su estilo de pelea es muy parecido al de Hisui, solo que un poco más ¿Certero? Lo interesante es que apenas y digo apenas hay algún guardia se acerca en un rango que podría ponerme en peligro, ella de inmediato lo desanima dirigiéndose directamente a sus cough, cough, virtudes de reproducción.

Los guardias comprenden que si se acercan demasiado a mí, se volverán eunucos, aparentemente Heidi está siendo amable a su manera.

- Yuri-finalmente habla un ying, pero medio roto, lo hace a propósito-Su alteza no puede estar así, cubrela con eso.

Apunta a un biombo blanco en que Yuri con otras sirvientas rápidamente cargan para cubrirme, una de ellas.

- ¡Ja! ¡Anteriormente, me regañaban por dejar castrados a los hombres, decían que no podría encontrar trabajo, pero aquí, aquí los eunucos siempre son requeridos para trabajar en el palacio!-gritaba de felicidad Heidi-¡Le hago un favor al emperador con esto!

Se ha vuelto loca, no creo poder calmarla, conque esto es lo que pasa cuando una fanática desquiciada sedienta de sangre entra en batalla, doy gracias a las diosas de que mi marido sea más moderado y no tan sanguinario. Lo he visto en batalla y en la guerra, cuando está en campaña militar hace lo imposible con tal de seguir con vida, en batalla solo deja incapacitado a su oponente, no faltaban los tontos o arrogantes que lo desafiaban en un duelo, la única vez que vi a mi marido perder la compostura fue cuando un noble de apellido Hong se burló de mí y me llamó ramera.

Me sorprendió su técnica y su velocidad para dirigirse a la parte más vulnerable del varón, ahora veo que lo aprendió de Heidi, de acuerdo a la información que me sé, a pesar que Ilsa era sanguinaria, salvaje y despiadada, a su manera también era misericordiosa porque no dejaba vivo a nadie, ningún soldado quedaba tullido a sus manos a diferencia de las demás valquirias que sí dejaban sobrevivientes.

Me vestí rápidamente con la ayuda de mis sirvientas y salí a ver la escena que se despegaba a mis ojos.

- Princesa, cough, cough-tosió Heidi pareció recobrar algo de razón-Mis disculpas, en mi inquebrantable deseo de protegerla, me temo que he ensuciado su nuevo dormitorio de sangre.

No cabe duda de eso, todo el piso está lleno de sangre y puedo ver como las paredes tienen manchas y gotas de sangre, será toda una pesadilla limpiarlas, no obstante estoy más preocupada por los guardias que están en el suelo jadeando, el que está más o menos bien se apoya sobre su lanza como si fuera un bastón.

- Usted...-masculla-se enfrenta a la muerte.

- No es exactamente una amenaza-le dije incómoda, Heidi es una valquiria, la posibilidad de morir o de ser abusada era muy alta en la guerra, que le diga eso no tendrá efecto-¿Qué es tan urgente que usted casi me deshonra y me humilla?

- ¿Desde cuando un plebeyo tiene siquiera dignidad?-escupió el capitán petrificándome-¡Engañaste a la corona casándote con el séptimo príncipe!

Finalmente llegó el problema, perdí mi estatus de segunda princesa de los Baskerville, no me arrepiento de ello, no obstante ningún príncipe especialmente uno que podría ser el emperador en el futuro puede casarse con una plebeya, al no tener ninguna familia noble que me respalde soy una don nadie.

- Nadie engañó a nadie-resopló Yuri-Su majestad fue injustamente despojada de su título-no es tan así...-¿Quién esperaría que un padre tan cruel existiera? ¡Secuestró a su propia hija para apartarla de su esposo!

Es una versión bastante resumida y alentadora, porque la original contiene tantos problemas que no sé ni por donde empezar, fue cuando entró Ang que era subordinado de mi marido y se quedó de piedra al ver la situación.

La elegida de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora