La elegida de la muerte

Amor y amor, las tradiciones son importantes solo si hay amor

Ah... Ngh... ah...

Me da vergüenza en pensar que probablemente he gemido y llorado de felicidad más en estas dos semanas y media que en toda mi vida, mi marido y yo estamos tranquilos y felices aquí. No quiero volver a Ying, aquí la pasamos bien, empero sé que tarde o temprano deberemos irnos hasta entonces lo disfrutramos.

Recién me acordé ayer que nosotros teníamos un balneario privado de aguas termales, ahora me baño ahí en vez de usar la bañera que tenemos, el agua termal me ayuda no solo a relajarme sino también me embellece, cada día mi piel está mas brillante y suave al igual que mi cabello, a mi marido le encanta pasar sus manos por mi pelo, dice que es como tocar seda mullida, es realmente agradable tocarme siempre dice a la vez que pasa sus dedos por mi cabello.

Además supe por mi sirvienta Yuri que la miel que utilizan para mi piel tiene el propósito principal de dejarme sin vello corporal, aparentemente la diosa del amor no aprecia eso tanto en mujeres como varones así que se los remueve, por un momento pensé que la diosa del amor era algo machista si se lo aplicaba a las mujeres, empero es a la raza humana en general.

Qué raro, me pregunto por qué la diosa del amor tiene problemas con eso,  desde que me contó Yuri, he observado a los habitantes del templo y he descubierto que evidentemente tantos como monjes y monjas no poseen ningún vello ya sea facial o corporal, solo se permite el cabello, cejas y pestañas, nada más.

Hisui estaba enojado cuando se lo conté, aparentemente lo habían rasurado a él y a todos sus soldados, no me hicieron eso porque de solo ver mi límpido rostro y brazos, supusieron que lo hacía todo el tiempo lo cual es cierto, a diferencia de las mujeres de este planeta, me acoplo a los estándares de belleza de la Tierra para no olvidarme de mi dignidad.

En la Tierra es casi indispensable bañarse todos los días (no digo es, porque hay ciertas regiones de ese planeta en que conseguir agua para beber es todo un reto), beber ocho vasos de agua, colocarse crema, evitar el sol, hacer ejercicio, comer saludablemente y sobretodo quererse a uno mismo.

Yo añadiría a eso masajes al cuerpo y a la cara que realmente ayudan a conservar la juventud, pero sobre todo ser feliz consigo mismo lo que creo me no he podido aplicarlo a mi vida hasta ahora. Desde que estoy en esta luna de miel finalmente me he animado a investigar un poco sobre el erotismo y de cómo complacer a los hombres... lo cual admito me ha ayudado mucho, a Hisui le encanta lo que hago a pesar de que trata de ocultarlo.

He escuchado que en la relación hay un activo y pasivo, o en las... relaciones yaoi sería un seme y un uke, no estoy segura si nuestra relación entrará en tal categoría, es decir Hisui siempre toma la iniciativa y el control cada vez que lo hacemos, si realmente no quiero hacerlo él se detiene aunque tiene una cara de decepción y de abandono que no tengo las agallas de dejarlo así. Aunque siendo honestos... no es que no quiera, el placer es abrumador y siempre termino cediendo o peor aún soy yo quien lo seduce lo más sutilmente que puedo.

Como somos los primeros en cumplir las exigencias de su diosa, el maestro estáááááááááá tan agradecido que permitió que pasaramos por donde quisiéramos, así que me llamó la atención saber que tipo de caballos tendrían, recuerdo que tengo a Kumi a quien no he tenido todavía el placer de cabalgar correctamente.

Miro con gozo esas nobles bestias que relinchan ante nosotros, me llama la atención uno que es negro como la noche a excepción de una pequeña marca en su frente que parece un nueve echado, me acercó y este al mirar, relinchó con fuerza, podía oír sus hmmff, era un caballo adorable.

- Oh parece que le gusta Tenacity-repuso una de las sirvientas del amor sorprendida.

- ¿Tenacity?-inquirí mientras me acercaba a darle una manzana roja.