Una cena sin igual

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Los reales de Al-Mamlaka me miraron perplejos como si no entendieran mis palabras, Hisui no interviene ni contradice mis palabras.

- Princesa es apenas las 5 de la tarde-indica un sirviente del sultán.

- Lo sé, pero las costumbres son costumbres ¿No? En Al-Mamlaka se come cena a esta hora.

- Mi Amelia-Hisui no lo demuestra, pero está tan desconcertado como los demás- ¿De dónde sacaste tan importante información?

- Oh, del príncipe Raj-contesté ante el espanto del mencionado-Él mismo lo menciono delante del príncipe César diciéndole que era un insulto a su persona por cenar a las 7 de  la noche que era muy tarde.

Su rostro se contrae del horror, el sultán lo fulminó con la mirada, sé perfectamente que en Al-Mamlaka se come muy tarde ya que los habitantes trabajan muy duro y largas horas, tienen incluso una merienda muy parecida al brunch, pero a eso de las 3 o 4 de la tarde, no obstante por mucho que lo sepa ¿Quién podría refutarle al príncipe imperial del país? Y lo mejor de todo es que no me estoy inventando, Raj le dijo a César en varias ocasiones cuando lo invitó a su país, así que tengo testigos. Probablemente en un intento de humillarlo.

Ahora le ha salido el tiro por la culata, les he invitado una cena a una hora de acuerdo a lo que el príncipe imperial le dijo a otro y si él niega o refuta eso, solo hay que mandar una carta a César y él lo confirmará

- En... en.... ef...efecto-tartamudeó él rojo de la vergüenza-Dije eso...

- Las costumbres cambian-suspiró el sultán molesto-No obstante ya que usted se tomó la molestia de invitarnos cenar, no nos negaremos a su tan considerada y generosa ¿No, príncipe?

- P...Por supuesto padre-respondió su hijo sin levantar la mirada.

Hisui se puso al lado mío para ofrecerme su mano, me sentí tan conmovida por su gesto, se la tomé sin dudar un segundo mientras me reía de la situación, Mao Mao junto a Yuri se apresuraron a seguirme sin olvidarse de Mayo y  sin antes darle una mirada de repugnancia al príncipe Raj. No se necesita ser genio para saber que el príncipe de Al-Mamlaka se encuentra en serios problemas.

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Le pedí a Yuri que la comida preparada fuera de mi país, no obstante todos los ingredientes debían ser comprados aquí con excepción de las verduras y todas mis bebidas debían ser cerveza sin alcohol, ni una sola jarra debía contener aunque sea una gota de licor.

Además el comedor debía ser acomodado y ordenado de acuerdo a las tradiciones del reino, así no habría problemas, cojines y alfombras en vez de sillas y mesitas a la altura de las rodillas (eso es la nueva moda porque antes comían en el suelo) El sultán está complacido al ver los arreglos y yo suspiro para mis adentros porque no estaba segura si le gustaría.

Nos sirven la comida en total silencio y discreción, noto la ira del príncipe, de repente Hisui me presenta con un tenedor un pedazo de carne, sonreí y acepte el bocado, no esperaba menos de los cocineros de Ying, Reich y Brittannia, se esforzaron en cada plato. Esta delicioso, traer tantos chefs valió la pena aunque el precio sea exorbitante.

El sultán está visiblemente impresionado del pequeño banquete que desplegamos, aprendí gracias a los monjes del templo del amor que para presentar  varios platos, es mejor preparar porciones muy pequeñas para que la persona pueda saborearla, así que si no le gusta,  no estará obligado a comerse todo un plato porque como es poquito y se verá como una persona no quisquillosa y comprensiva que aprecia la cultura de otros países.

El sultán frunció al ver la cerveza media café con espuma, esperaba eso de él, así que chasque la lengua llamando la atención de todos.

- Esta es una cerveza de mantequilla, llamada así por su espuma-señale la famosa bebida de Harry Potter-Es en realidad una bebida dulce que hasta los niños pueden beber-él miró sorprendido el vaso de cerveza-Las demás bebidas están hechas de regaliz.

La elegida de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora