Pequeña gota de felicidad

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Peter sabía mucho o ¿Tal vez era porque era un sanador que sabía? Despedí a Chun, ella pensaba que mi veneno había dañado la fertilidad de su marido, sin embargo yo derramé la poción en su rostro, no en su...cough...cough, sistema de reproducción así que no están relacionados.

Heidi vino a mí y para mi sorpresa vi que estaba pálida y tenía lágrimas en los ojos, me asusté porque nunca la vi llorar hasta ahora.

- Alteza, se lo suplico-se arrodillo hasta el punto que su frente tocó el piso, antes de poder moverme-permítame ausentarme por un mes.

- ¿¡Qué pasó?!-pregunté mientras me apresuraba a su lado para ayudarla a levantarla.

- Mi hermano-recién me di cuenta de la carta en su mano izquierda-Mi hermano mayor... está enfermo de gravedad...-sus ojos soltaban lágrimas-Mi hermano está en su lecho de muerte, alteza, se lo suplico... déjeme estar a su lado, mi hermano nunca demandó nada de mí, después de la destrucción de Reich, yo estaba muy herida, no obstante eso no lo detuvo de cuidarme y traerme con dificultad a Laitia para curarme y una vez recuperada ni siquiera me retuvo a su lado, me deseó lo mejor y gastó parte de la poca fortuna que teníamos para enviarme a Ying, déjeme estar a su lado.

Tuve que levantarla y obligarle a sentarse en la mesa y me contara que pasara.

Sucedía que ella y su hermano se mandaban cartas con regularidad, cuando Heidi fue atrapada, no pudo hacerlo y de inmediato su hermano supo que algo andaba mal, fue tal su ansiedad, que su hermano que nunca antes había salido de Mantua, se dirigió al castillo de Ying, demandó al emperador saber qué había pasado con su hermana.

Fue un sorpresa desagradable para Chen descubrir que Heidi no estaba tan aislada como creía y era favorecida hasta cierto punto por el emperador, su padre empezaba a irritarse con su primogénito por causa de la niñera de Hisui, así que con artimañas y amenazas permitió un encuentro.

Y su hermano empeoró las cosas para Chen porque insistió quedarse un mes para cuidar a su hermana menor, Chen no tuvo más remedio que permitirlo, su hermano la asistió lo mejor que podía y tal vez se hubiera quedado más tiempo, mas se enfermó terriblemente, Heidi preocupada le prometió que le enviaría cartas lo que obligó a Chen no solo a mejorar el trato a Heidi sino darle utensilios que Heidi utilizaba para robar comida y tratar de informarse.

Su hermano enviaba cartas con más regularidad que antes, lo curioso es que no solo a Heidi sino también al emperador porque quería que su hermana estuviera a salvo (claramente, el último familiar de la valquiria sangrienta sabía lo que realmente pasaba) así que Chen tuvo más problemas para controlarla y además su padre le tenía un ojo encima.

También era raro que su hermano le contara si estaba enfermo o mal porque no quería perjudicar a su hermana por lo tanto si le contaba es que debía estar muy mal. Heidi amaba a su hermano mayor que siempre fue comprensivo y la apoyaba en todo lo que podía (aún si no estaba de acuerdo con ella) incluso se puso de parte de Ilsa cuando el resto de su casa la despreciaba.

Dos hermanos unidos por el amor y la sangre, aunque no compartían las mismas convicciones o ideologías siempre se protegieron y se ayudaron entre ellos, qué envidia siento. Yo soy hija única, mis padre no me dieron otro hermano o hermana, así que no sé como se siente, sin embargo Heidi nunca pidió nada para ella misma así que lo mínimo.

- Por supuesto Heidi-ella me miró agradecida-Sin embargo ¿Puedes esperar hasta que nos vayamos? Necesitamos a alguien competente y leal que te reemplace-ella asintió-Y...-susurré a su oído-Te daré algo del destierro de Thanos, en caso que tu hermano tenga el demonio de las mil posesiones, será una medicina muy útil y una última cosa antes que te vayas.

La elegida de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora