La elegida de la muerte

Tick-Tock...

Estiré los brazos mirando el infinito techo de la Gran Biblioteca, han pasado siete largos años, tiempo en el que pasé estudiando, ejercitándome y preparándome para mi escape, gracias a Mayo he logrado cumplir los requerimientos básicos, su excelencia el archiduque me ha conseguido una gobernanta y las profesoras que pedí para mi educación.

En un principio, ninguna de mis tutoras tenía buena opinión de mí por el solo hecho que nací en las calles, pero muy pronto cambiaron de opinión al ver lo trabajadora y respetuosa que era, ellas asentían con la cabeza que así era como debían ser las chicas. Ninguna podía sospechar que mis grandes logros eran gracias a la guía de Mayo y de la Gran Biblioteca, no eran resultados de sus "supuestos esfuerzos"que hacían por mí.

Mi gobernanta se llama Megan es muy estricta, cuando empecé a hacer ejercicio, ella de inmediato me cuestionó de para qué hacía ejercicio, solo se ablandó cuando le dije que había leído en un libro que hacer ejercicio ayudaba a las mujer a tener un cuerpo sano y fuerte para dar bebés saludables y mi profesora Lorenza que me enseña sobre Lailit concordó conmigo incluso explicó que las mujeres en su país solían hacer competencias en el agua para ejercitarse y así dar luz de forma segura.

Ella desaprueba todo lo que es "masculino"considera que las mujeres solo deben aprender lo que es femenino y no inmiscuirse en asuntos de política, por tanto cuando me interrogó de por qué estudiaba tanta política, mi respuesta fue: "Para que mi futuro marido no se aburra conmigo al hablar"eso la calmó un poco. Aprendí que si simulaba que mis estudios eran para hacerme mejor esposa en el futuro, ella no opondría en lo absoluto, así que tiene muy buena opinión de mí.

Mis maestras están emocionadas que muestre tanto interés en estos países, obviamente no le gustó a Megan que me inquirió por qué mostraba tanta curiosidad sobre unos países que probablemente nunca visitaría, ella pensaba que era mejor dedicarse al estudio del piano o del bordado o la danza, fue donde me cansé de su actitud y puse una cara de desconcertada: "¿No es obvio que es muy probable que me case con alguien del exterior ya que ningún noble es digno de la casa Baskerville de acuerdo a honorable padre?"Meghan no volvió a cuestionarme porque ese día se sonrojó al ver la cara de reprobación de mis maestras y la silenciosa acusación de cómo no podía ver lo obvio.

Las sirvientas que tengo no se atreven a hacerme daño cuando ven que estoy con mis profesoras o con la gobernanta, una vez que se retiran se dedican a hacerme la vida imposible, me contengo para evitar que esto llegue a oídos de padre, tengo suficiente con verlo una vez al mes, me siento muy enferma cada vez que lo tengo frente de mí.

En un principio pensé que tal vez podía arreglar mi relación con él y con mis hermanastros si les mostraba que no era mi intención sustituir a su hermana, pero pronto me di cuenta que era hablar con una pared y me di por vencida al cumplir los doce años cuando se repitió el evento del tercer piso.

Si soy sincera, perdí toda la esperanza y por eso hice lo que hice, no sé como sobreviví, solo sé que lo hice a duras penas, no busqué más afecto ni aceptación de la familia Baskerville, me dediqué completamente a mi educación y algún que otro plan que asegure mi supervivencia. En este momento, estoy copiando "La bella y la flor" que es un libro muy famoso sobre señoritas, estoy más interesada en la letra que me parece bellísima, mucha gente dice que es imposible copiarlo, pero me puse como meta poder copiarlo, llevo tres años en esto sin contar las innumerables horas en La Gran Biblioteca.

- Detente-dice Meghan, le hago caso, ella toma el papel que estoy usando para copiar y observa detenidamente mi caligrafía-Princesa.

- ¿Sí, Lady Meghan?-pregunto nerviosa.

- Magnífico, sencillamente magnífico-me elogia-Esta transcripción podría pasar por la original, cualquier que lea tus cartas, creería que eres la difunta Belle.