Una ¿conversación? entre maestra y su servidora

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Una de las primeras lecciones que aprendí estando bajo la tutela de Mayo es que mientras existiera las clases sociales, siempre absolutamente siempre el dinero gobernaría. No importara que sucediera, el dinero era la clave. Ahora bien había un poco de trampa, ya que yo había aprendido que la información era más importante, Mayo se rió y me dijo que efectivamente la información era súper importante, no obstante, eso era en las ligas mayores (nobles). Si quería vivir como plebeya sólo necesitaba dinero y un poco de información, no necesariamente privilegiada sólo adelantada y adecuada al fin y a cabo ¿Qué le importa a un plebeyo las batallas entre los príncipes? A menos que eso incurriera en una guerra civil (lo cual muy rara vez pasaba), no era necesario complicarse la vida.

Eso sólo funcionaba, no obstante, si lograba cumplir con mi meta; Mayo creía siempre en un plan B, así que me hizo versada en las fuentes de información por si no lograba mi cometido a través del primer plan, podría vender secretos que me ayudaran a escapar de los Baskerville.

Además me enseñó que nunca, pero nunca debía esconder mi origen, yo era una plebeya criada a merced de a misericordia de un noble, en vez de sentirme humillada, debería presumir que aún siendo de clase baja, era superior a cualquier dama de alta sociedad.

Por lo tanto, que alguien apunte a esa característica de mi nacimiento no me molesta ahora, aunque en mi vida pasada era una herida que me hería lo que era estúpido. Mis padres dieron su vida para que yo pudiera sobrevivir ¿Cuántos nobles pueden presumir de eso? Pensé en ello mientras me sumergía en un baño de agua fría, no había duda que le habían puesto hielo, generalmente un baño tan frío no era agradable, pero con este calor asfixiante era fresco.

- Alteza-murmuró preocupada Mao-¿Se encuentra bien?

- Sí-le aseguré a la vez que Yuri masajeaba mi cabello-¿Qué hay de las otras sirvientas?

- Estan trabajando en sus tareas-repuso ella mientras otra mucama me mostraba los frascos de cristal de esencias, escogí lavanda-Especialmente la hélade.

Sonreí satisfecha, mis estrategias estaban funcionando sin tropiezos por el momento, si todo iba de acuerdo al plan, muy pronto podría volver a Ying a disfrutar mi vida de casada...

Me sonrojó al pensar en eso ¿Soy tan pervertida? ¿O será normal? Tal vez el estilo de vida de las terrestres me ha influenciado más de lo que pensé. El deseo es muy intenso, me siento ligeramente incómoda cuando me acuerdo de lo que hicimos...

- ¿Alteza?-inquirió Yuri mientras peinaba mi cabello-¿Sucede algo?

- Tengo hambre-respondí ocultando mi excitación-Quiero helado de vainilla.

- Como desee, alteza-asintió Yuri eficiente como de costumbre. No hacía preguntas innecesarias, me encontré extrañando a Timea que era mujer casada y tenía una experiencia que a mí me hacía mucha falta.

Una vez terminado de baño frío, decidí poner un atuendo turquesa estilo Jasmine de Disney (la animación) porque no toleraba el calor, era demasiado para mí, ahora que lo pienso el hecho que vivía en cuarto horrendo que siempre era frío en verano, era grande y apenas tenía muebles, tal vez eso ayudó a que fuera frío porque en invierno no toleraba estar en esa habitación, era demasiado frío para mí, así que mi resistencia al calor era nula.

Una vez que salí del baño como ropa que era casi ropa interior, vi que Mayo estaba encima de la cama, me acerqué para sujetarlo, mas apenas lo toqué pude sentir lo fresco que estaba, me tumbé en la cama que parecía de hielo y en esta temperatura era lo mejor que podía recibir.

Mao me trajo en un recipiente de cristal mi helado de vainilla con café, aparentemente esta era la costumbre en este reino, lo probé y estaba agradable aunque lo prefería sin cafeína, yo era de lengua dulce, abracé a Mayo para sentir la frescura y...

La elegida de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora