Allá voy Laitia

891 114 8
                                    

Recapitulemos un poco...

Estoy tan desesperada y determinada de obtener el premio que Sia-sama me prometió que usé magia para esconder mi cabello fucsia, nunca me he sentido tan asqueada en mi vida, usar magia en algo tan cotidiano hace que mi corazón se haga trizas ¡Ugh! Perdónenme Sia-sama ¡Se lo suplico!

- Admito que no es de mi gusto que uses magia-me consoló Mayo-pero dije en cosas innecesarias,  es imprescindible para tu plan usarlo, entonces no es grave ni impertinente hacia Sia-sama.

- ¿En serio?-gimoteo, Mayo delicadamente me palmea la cabeza para aliviarme de mi arrepentimiento-¿No estoy haciendo estupidez y media al emplear magia?

- No, porque es importante-me recordó él-En realidad no sé por qué te preocupas por ello-¿¡Cómo puedes reducirlo así?!-En comparación a la ira de tu marido-Eso me trae a la realidad-Eso sí debería ser motivo de preocupación.

- ... Ah..-de solo pensarlo tiemblo, mi marido no es tolerante conmigo...

- Eres tú la que es insensata-me replicó Mayo-Has aprendido que los hombres suelen ser arrogantes, seguros de sí mismo y por lo general proveen seguridad a sus mujeres, no al revés y cualquier que tenga ojos para ver, claramente puede testificar lo mucho que Joseph te atesora, lo mucho que te aprecia, este plan pone en peligro no solo tu salud sino tu vida ¿Quién podría ser tolerante en una situación como esta?

Odio admitirlo, pero Mayo tiene razón, Hisui ha recalcado varias veces lo importante que soy para él, si estuviera en su posición tampoco toleraría un plan que pondría en riesgo su vida...exhalé ante ello.

- Me pregunto... que es lo que realmente hubiera querido de no haber crecido con los Baskerville-dije en voz alta al despertar-Si hubiese sobrevivido... ¿Qué hubiera deseado?

- Es cierto-contestó una voz profunda-De no ser la cautiva de los Baskerville ¿Qué hubieras deseado Amelia?

Miró al hombre que entró a mi tienda, por primera vez hay una sed en mí que no puedo comprender...

Hisui es quien me dio lo que necesitaba y deseaba, gateo hacia a él y tomo su mano para frotármela contra mi rostro, casi de inmediato él toma mi rostro con su otra mano y me fuerza a mirarlo asustado.

- ¿Estás bien? ¿Qué pasó?-inquiere.

- Estoy agradecida a las diosas y a tu madre por tu nacimiento-su mano tiembla-Eres la persona en quien confío más que nadie, eres mi amigo más querido.

Te quiero, no puedo decir estas dos simples palabras porque no quiero que él me malinterprete, se puede querer a los amigos, hasta amar tal vez, pero nuestra relación no es la de amigos, estamos casados así que es más seria. Esta es la realidad, no nos casamos porque nos amabamos sino porque era nuestra única opción de supervivencia.

Él no podía ofender al emperador porque eso significaba perder su favor y ergo su vida, yo no tenía oportunidad de sobrevivir en los Baskerville mientras la joya de la corona, Letizia, estuviera ahí.  Éramos marginados de nuestro entorno, yo, la hija reemplazante de la princesa y él, un mestizo que no tenía ni una sola característica de su padre y perdió a la única persona que lo amaba y apoyaba.

- ¿Amelia?

- Lo siento, por algún motivo me siento afligida y triste-replique tristemente-¿Es tonto no?

- No-me confortó él, me abrazó, en realidad me levantó, me alarmé un poco, pero él me acomodó en sus brazos y se sentó en la cama- Nada es tonto, especialmente si se trata de tus sentimientos o emociones-dijo deslizando sus manos por mis cabellos y forzándome a mirarlo a los ojos-Tienes que recordar que eres importante y valiosa-los ojos se me llenan de lágrimas, no puedo llorar-Si no lo crees por ti misma, entonces debes hacerlo para mí-su mirada es penetrante y feroz, sin embargo es dulce de algún modo-Si estás agradecida porque existo, entonces muéstramelo protegiéndote y cuidándote.

La elegida de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora