Al final de todo yo soy la esposa de Joseph

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Estaba leyendo un libro de poemas chinos cuando oí el barullo mientras Meixiang ordenaba mi cuarto cuando oímos el barullo, gritos, lamentaciones. Meixiang salió a ver que pasaba y fuimos invadidas por un grupo de hombres vestidos de negros. Ella está temblando de miedo y tiene los ojos llenos de lágrimas.

 - Ara ¿Es esta la forma de entrar al cuarto de una dama?-comento cerrando el libro-Miren, han hecho caer a mi sirvienta-los hombres están atónitos, no saben qué hacer-Ayuden a levantarla que voy a arreglarme para conocer a quien quiera que sea vuestro amo y necesito la ayuda de Meixiang para hacerlo.

Soy una dama de alta sociedad, sé como comportarme en público, uno de los hombres ayuda a Meixiang a levantarse y ella corre a mi lado, le digo que no se preocupe y que me arregle el cabello y algo de maquillaje para mi rostro, me pone zapatos y dejo que los hombres me escolten a la entrada de la mansión.

Mi marido está terriblemente golpeado y está encadenado a su lado,  Chen Ying tiene una sonrisa de oreja a oreja que probablemente está esperando esto durante mucho tiempo, no digo nada, porque no sé que quiere ¿Por qué no mandó a matarme?

- ARa, querida cuñada-dice él acercándose a mí-¿Sabías en un principio que debías casarte conmigo?-este hombre es escoria, no me sorprende que César me haya sugerido casarme con Joseph -Este primer príncipe se sintió muy decepcionado cuando se enteró que el príncipe César sugirió a mi hermano en vez de mí.

- Su majestad ¿Le importaría ir al punto?-inquirí. Que venga a matar a Joseph no es sorpresa, lo extraño es que no haya ordenado mi muerte.

- Padre está muy emocionado contigo-Ah...-La desaparición de un príncipe ya es difícil de ocultar, pero ¿Encubrir el asesinato de la mujer que le regaló el retrato de su mujer? Padre no descansará hasta encontrar al culpable y eso no me puedo permitir ¿Por qué no vienes conmigo a cambio de tu vida? Te trataré mejor que Joseph.

Este hombre quiere que guarde silencio a cambio me tomará como una de sus mujeres para protegerme. No digo nada, por primera vez en mucho tiempo deseo la muerte de alguien. Me siento como cuando fui incriminada por León, no tengo muchos recuerdos de aquella vez, me pregunto que hice realmente, Peter dice que esa vez pensó que mataría a los dos jóvenes en aquella ocasión que me enfurecí de verdad.

- No te preocupes te daré cinco días que es el tiempo que daré a mi hermano para que pueda hacer su testamento-se burló cruelmente el príncipe-Largo.

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El cuarto prohibido, nunca he entrado ahí y ahora lo voy a hacer. Lo siento Joseph, no te lo tomes a mal, pero todo sea por la supervivencia, abro rápidamente la puerta y entro en ella.

Es un despacho completamente normal, muy parecido al del archiduque con la sola diferencia que no hay sofás ni una mesa aparte, es decir no hay recibidor, lo que sea que guarde aquí mi marido no quería recibir huéspedes. En el estantería del al lado, hay muchos, pero muchos papeles, no sé que me incita a tomarlos todos los que pueda y salir a mi cuarto, repetido la operación todas las veces que pueda, husmeando en esa habitación descubro una pequeña fortuna de oro, intento llevar todas las bolsas de oro a mi cuarto y las coso a un vestido sencillo, pero resistente, alisto una pequeña bolsa atada mi cintura para guardar algunas cosas.

Salgo al jardín con la excusa que necesito pensar y soy acompañada por dos guardias que me monitorean, no me importa, finjo ir a mi "huerto" y disimuladamente saco algunas hierbas, nunca pensé que necesitaría parte de mi dote. Sia-sama por favor deme fuerzas para lo que voy hacer porque no sé si tendré éxito.

Al quinto día, tal como anunció Cheng Yin iba a ejecutar a su hermano, estuvo al borde del precipicio y pedí que me dejara verlo por una última vez, Joseph me miro con desdén y resignación, no sé que decirle, ni siquiera sé si puedo decir algo, su rostro magullado y su boca ensangrentada me preocupa.

Levante mi mano para tocarle la mejilla, me sorprendí al notar que estaba gélida y áspera.

- Hasta tu último aliento yo seré siempre tu mujer, mi señor-sonreí.

Él no entendió mis palabras y tampoco espere que lo hiciera, rápidamente Chen Ying que estaba impaciente por ejecutar me tomo del codo y yo...

Lo apuñalé con la daga que César puso en mi baúl para mi propia protección.

Su grito alarmó a sus hombres, sin embargo yo grité más fuerte diciendo que si se acercaban, mataría al príncipe. No pude observar la mirada de Joseph.

- Soy Amelia Ying, esposa de Joseph-susurré al príncipe que intentaba agarrarme de los hombros-No tuya, príncipe Chen, eres un hombre inútil e iluso ¿De verdad creíste que me iría contigo?

- Puaff, si me matas... morirás junto a tu preciado marido.

- Lo sé, pero la desesperación nace de la esperanza-repliqué fríamente-Mi apuñalada no es mortal en circunstancias normales-lo sentí temblar-Sin embargo si estuviera envenenada la historia sería distinta ¿No?

Saqué una pequeña botella de mi cintura y se la tiré a la cara, chilló de dolor, me aparté rápidamente de él, tomé a Joseph y por primera vez en más de diez años usé mi magia.

- Cut.

Un corte separó la tierra y nosotros caímos al precipicio.


La elegida de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora