Llegar al pueblo he ahí la meta

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¡Jamás creí que tendría éxito! ¡Perdóname Mayo! Tuve que usar magia y de acuerdo a él, solo tenía diez minutos antes que pusieran dispositivos detectores, lo cual fue una bendición porque mi vestido era increíblemente pesado, llevaba bolsas de oro ¿Sabes? Pude arrastrar a Joseph hasta la orilla y de ahí adentrarnos al bosque lo más profundo que pudimos,en el trayecto encontré un conejo, para entonces ya pusieron los detectores de magia, de ahora en adelante si usaba aunque fuera una pizca de magia nos capturaríamos.

Primero lo primero, saque la ropa de mi marido y la mía a secar, encendí y apague una hoguera para que las brasas pudieran cocinar la carne de conejo que estaba destripando, no tengo carbón que sería ideal para hacer un fuego sin humo.

Reviso a Joseph y me muerdo los labios, está ardiendo de fiebre, del bolso apegado a mi cintura saco hierbas medicinales y un veneno muy particular llamado "risas" que es muy similar a el destierro de Thanos, es menos letal y en realidad es utilizado para fines medicinales porque difícilmente puedes envenenar a alguien con esto al menos claro este que seas niño como me pasó a mí.

El destierro de Thanos es excelente medicina, pero es demasiado potente, poquísima gente puede utilizar de forma correctamente, es por eso que prefieren utilizar Risas, una vez le pregunte a Peter por qué el nombre y él respondió que si usas lo de veneno te mueres de risa.

Suavemente mezclé las hierbas y unas gotas de Risas y se lo di a mi marido, con la esperanza que se redujera su fiebre, otras hierbas las molí para tratar los latigazos que le dieron, tengo un poquito de experiencia en ello y le pedí a Mayo ayuda en ello. Mientras tanto la carne del conejo ya se cocinó, el sopetón sirve para cocinar, doy gracias a las Diosas por ello.

Oigo un cañonazo, deben estar buscándonos, pero es tarde, así que no se atreverán a hacerlo durante la noche, ahora el problema del bosque es que hay bestias salvajes y pueden dañarnos, solo tengo la daga envenenada que me proveyó César, tomará días para que se fuera del veneno del metal y es muy visible un animal muerto sin que algo se lo coma.

Admito que no sé que hacer porque aunque me prepare para sobrevivir en lugares así, nunca imaginé con alguien a cuestas, siempre estaría sola en aquellos planes de mi vida en el exterior, ahora que hay alguien a mi lado no sé qué hacer.

Mi capa que es ligera y no muy pesada, se secó rápidamente, en realidad aproveché los últimos minutos para que se secara rápidamente y lo logré. Con mucha dificultad arrastró a Joseph a otro árbol en que presiento que estaremos seguro, pongo "despertadores" a nuestro alrededor, y nos tapo con la manta.

Debe ser porque estaba muy ocupada y preocupada por la salud y la situación en la que estamos que ahora que no tengo nada más que hacer que calentarlo que soy consciente de la desnudez de nuestros cuerpos...

Me quiero morir de vergüenza, de verdad quiero hacerlo, uwaaa. Puedo sentir su gélida piel y al mismo tiempo la firmeza de su torso, sus músculos tonificados, me sonrojo, trato de apartar estos pensamientos profanos, me acomodo mejor para oír su corazón, quiero despertar si se para.

Esa noche entro a la Gran Biblioteca para saber más de cómo sobrevivir.

***********************************************************************************************De acuerdo a la información que tengo, puedo curar la fiebre, sin embargo no podré sanar las heridas y si no puedo sanarlas, de nada me servirá mi medicina de la fiebre, aún así no puedo irme así como si nada, el pueblo más cercano sin llamar la atención de Chen está a treinta millas de aquí para una sola persona no es problema, pero para dos de las cuales una está herida no será un trayecto fácil.

Así que mientras espero a que las ropas se sequen y calienten un poco, veo mi bolsa y las siete bolsas de oro que saqué de la habitación de Joseph, eso será un impedimento para llegar a la aldea ¡Sigh! Si no hubiera usado magia, me hubiera ahogado, era imposible nadar siquiera flotar con algo tan pesado.

La elegida de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora