Después de guardar mis pertenencias en las maletas salí de la casa frunciendo mi ceño al ver a Thomas recargado en su auto. Sé que él no tiene la culpa, pero es inevitable que no me desquite con los demás cuando me enojo, en fin, preferí ignorarlo y caminar hacia el auto, pero él me detuvo sujetándome de mi brazo lo que me hizo mirarlo con mis ojos entrecerrados.
-¿Puedes soltarme? No tengo ganas de estar discutiendo contigo, debo irme. —murmuré tratando de soltarme, pero solo afirmó su agarre. — ¿Qué tienen los Carpenter con apretar? Más cuando una se quiere alejar.
-Lo siento, no quería que escaparas. —me dijo sonriendo y acarició mi brazo antes de soltarme. — ¿Qué pasó con mi hermano? Es obvio que discutieron por algo.
-Lo mismo de siempre...soy irresistible, ya sabes. —lo miré sonriendo y caminé a mi auto abriendo la cajuela. —pero si quieres la verdad pues...quería que volviera con él, pero sin decirle a nadie porque quiere estar con Emily por un año, claramente es por su maldita herencia, pero le dije que no. —me ayudó a meter las maletas y suspiré disgustada frunciendo mi ceño.
-Es un id*ota, no es su culpa, se cayó de las escaleras cuando era pequeño. —ambos reímos y de repente sus facciones se pusieron muy serías. —pero hablando en serio, no puedo creer que te pidiera algo así, yo prefiero ser pobre y trabajar duro con tal de tenerte conmigo, no me mires así...sé que no sientes lo mismo, más ahora que recordaste todo, pero se vale soñar, ¿no?
-Es lindo que digas eso, pero no me conoces, no soy buena para ti ni para tu hermano, además no tengo tiempo para hombres, quiero enfocarme cien por ciento en Mateo...se siente raro decir eso ahora que recuerdo quién soy. —rasqué mi nuca haciendo una mueca. —cómo sea, la rehabilitación ya no será aquí, estaré en otro lugar, pero te daré la dirección hasta que sea definitivo.
-¿No crees que estás exagerando al cambiarte de casa? No creo que Matt te vuelva a buscar, Emily me dijo que ya regresarían a Nueva York. —levanté mis cejas desviando la mirada y asentí despacio.
-Ah...pues no es por eso, está casa solo era temporal, en cuanto termine mi recuperación tendré que volver al trabajo y quiero un lugar más seguro para Mateo y en parte no quiero que Matt venga cada que se le dé la gana...prefiero evitar discusiones. —murmuré caminando a la puerta del piloto y al abrirla volví a cerrarla con un portazo. —es que jod*r, tu hermano es un id*ota, estuve a punto de contarle sobre Mateo y me dice semejante estupid*z.
-¿Aún no sabe que estabas embarazada cuando te hirieron? —negué despacio mirándolo e hizo una mueca recargándose en el auto. —bueno puedes contarle sobre él cuando te sientas lista, no tiene por qué juzgarte si él se casó con otra.
-No vale la pena y te pido que no se lo menciones por favor. —sí...sé que está mal que no le diga la verdad a Matt, pero no creo que deba de hacerlo si lo quiero lejos de mí. — ¿no pasa nada si posponemos la rehabilitación para la siguiente semana? Te prometo seguir las indicaciones al pie de la letra.
-De acuerdo, te mandaré un mensaje con todas las instrucciones, nos vemos después, tengo que llevar a mi hermano al aeropuerto. —asentí besando su mejilla y en cuanto se fue subí al auto suspirando.
-No entiendo porque me pasan estas cosas a mi... ¿acaso no puedo tener una vida menos complicada? —bufé comenzando a conducir hacia el departamento. Al llegar bajé del auto y entré al edificio saludando a la recepcionista, subí al ascensor presionando el botón del séptimo piso.
-Hola chicos. —dije al entrar al departamento y sonreí al ver a Carmen. — ¿Cómo está Mateo? ¿Se comportó bien?
-Sí tranquila, está perfectamente bien y por el momento está durmiendo, ¿a ti cómo te fue? —preguntó Carmen y me encogí de hombros caminando al sofá dejándome caer en esté. —no te ves muy bien.
-He tendido días mejores, pero da igual, tengo hambre, sueño y unas inmensas ganas de golpear a alguien, por cierto, necesito que me ayudes a buscar una casa, estoy pensando seriamente en vivir lejos de aquí, no sé, tal vez Londres o algo así. —me miró confundida, pero solo asintió.
-¿Ahora qué te hizo Matt? —se cruzó de brazos sentándose en la mesita de noche frente a mí. —y no lo niegues porque ambas sabemos que él es el único que te altera de esa manera, ese hombre te pone más loca de lo que estás.
-No quiero volver a recordar lo que pasó...solo olvidemos ese enorme error...por cierto, iré el fin de semana a Nueva York. —murmuré recostándome en el sofá y cerré mis ojos suspirando, pero el golpe en mi pierna me hizo abrirlos de nuevo.
-¿A qué irás allá? No creo que sea bueno. —desvié mi mirada hacia Iván al escuchar su voz. —es solo que no quiero que te vayas a meter en problemas con los Carpenter, si los quieres lejos es mejor poner distancia.
-Tengo que ver a Tato y a Diablo, de seguro no están muy bien por no saber de mí, además tengo que arreglar otros pequeños asuntos y no se preocupen no estarán de niñeras, me llevaré a Mateo. —le respondí a Iván el cual se sentó en mis piernas y fruncí mi ceño. —quítate o te quito.
-Ya, que enojona, creo que regreso tu mal humor. —rodé mis ojos cuando se sentó de mala gana a mi lado y le robé su pedazo de pizza. — ¡Hey! eso era mío. —reí levemente por sus berrinches. —grosera.
-Tú lo has dicho, era tuyo y ya recuperé la memoria o por lo menos la mayoría, por eso quiero ir a ver a los chicos. —mencioné antes de comer y desvié mi mirada al escuchar voces. —hola feos.
-Hola fea, yo quiero dame. —dijo Frank arrebatándome mi pedazo de pizza y sentándose en el sofá frente a mí. — ¿Todo bien? —fruncí mi ceño al ver lo que hizo. —deberían pedir más, con eso no vamos a completar.
-Hijo de...todo estaba bien antes de que llegarán. —fruncí mi ceño aventándole el cojín. —por cierto...iré a Nueva York el fin de semana, mi mamá está viva, mi rehabilitación la suspenderé, aunque haré algunos ejercicios en casa y me mudaré. —les solté de golpe mientras trataba de robarle otro pedazo de pizza a Iván, pero solo recibí un golpe en mi mano.
-¿Qué? ¿Tu madre está viva? ¿Cómo sabes eso? —preguntó mi papá sentándose a mi lado, ¿por qué solo en eso pusieron atención? —debiste decirnos antes, cómo dejas eso para último momento.
-Bueno realmente no es algo que esté confirmado,Joel me lo dijo, pero solo se los cuento porque creo que deberían de estar altanto...por favor no investiguen, no quiero saber nada de esa mujer ni que estépresente en mi vida, no la necesité antes no la necesito ahora. —me levantécaminando a la habitación con Mateo sintiendo las miradas sobre mí, solo esperoque no se metan en esto, aunque conociéndolos es lo primero que harán.
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Atado a ti por siempre.
RomanceMatthew Carpenter es un exitoso empresario que perdió a su esposa Allison, una agente encubierta de la CIA, que murió por salvarle la vida a Matt. Para salvar la reputación de su empresa, su padre lo obliga a casarse con Emily, su ex novia de la uni...