CAPÍTULO 63: Amenazas.

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Al bajar al sótano busqué mi maleta por todos lados, pero no la encontré, ¿dónde están mis cosas? Estaba segura de que la guardé en el estante de arriba para que Denise no pudiera alcanzarla, bufé regresando a la sala acercándome a la mochila de Jasón sacando un par de armas tratando de no hacer ruido y regresé a la habitación sacando ropa del closet. Entré al baño cambiando mi ropa por unos jeans negros, una blusa de manda larga, botines estilo militar, escondí una navaja en el botín izquierdo, por último, me puse los guantes. Al terminar bajé de nuevo revisando que siguieran durmiendo y caminé a la cocina para salir por la puerta del jardín.

-Si piensas irte sola tendremos muchos problemas. —me sobresalte cuando estaba a punto de abrir la puerta y me giré mirando a Jasón. — ¿a dónde iras? La última vez no...

-Ya sé lo que pasó la última vez, lo sé, no tienen que recordármelo, al próximo que lo haga le daré una patada. —posé mis manos en su pecho apretándolas en su camisa. —por favor da la vuelta y ve a dormir mientras yo voy a dar un paseo, solo haré eso. —él negó despacio y no me quedó de otra que darle un cabezazo con fuerza. — ¡Jod*r! Eso me dolió. —hice una mueca sobando mi frente.

-¿Aush? ¿Eso que mi*rda fue? —preguntó revisando si no le sangró la nariz. — ¿intentaste desmayarme? porque no te funcionó, tenías que hacer la cabeza más atrás cómo un latigazo.

-Mi*rda, sí, no salió cómo esperaba, pero en serio necesito que vuelvas adentro y me dejes ir a caminar, con esto solo he recordado a todas las personas que murieron por mi culpa, las que pueden morir por esto, me molesta pensar que Noah este sepultado lejos mientras Troy está en el Bronx yo para que quiero a ese id*ota cerca, jod*r estoy cansada de esto, solo quiero que todos ustedes me dejen en paz un rato. —suspiré mirando de reojo a un agente pasar muy cerca de nosotros. —iré a caminar y no tardaré, lo prometo.

-De acuerdo, no te pongas así, lo más seguro es que Joel se escondiera en otra ciudad mientras lo buscan, si es que está con vida, pero llévate esto si saldrás. —sacó un arma detrás de su espalda y me la entregó. —si tardas demasiado les diré que saliste y estarás en muchos problemas. —agarré el arma guardándola en mi chaqueta.

Salí de la casa con cuidado de que no me siguieran de nuevo, después de caminar algunas cuadras pare un taxi y al subir le di la dirección del cementerio. Revisé la hora en mi celular frunciendo mi ceño al ver que faltaban diez para la media noche.

-Señor...por aquí no es la entrada. —apreté mi mano en el arma dándome cuenta de que el taxista entró por otro lugar al cementerio y se estacionó bajando para abrir mi puerta. — ¿por qué mi*rda no hago caso a lo que me dicen? —susurré bajando del auto y al ver al señor extender su mano le entregué mi arma. — ¿cree que va a tardar mucho? Va a llover, aquí hay mucha tierra y odio el lodo. —el hombre no dijo nada, solo me revisó quitándome el resto de las armas y me empujó para que avanzara. — ¿usted es el intendente de la prisión?...solo le diré que le ira muy mal, sería mejor que huya muy lejos o de lo contrario lo encontraré y le va a doler mucho. —creo que le molestó lo que dije porque me volvió a empujar.

La oscuridad se hacía más intensa entre más caminábamos y al llegar a un enorme árbol me di cuenta de que a un lado estaba una tumba abierta, no pude evitar mirar, solo estaba un ataúd abierto con unos huesos adentro. El hombre me ordenó que esperara así que me recargué en el árbol cruzándome de brazos tratando de calmar el maldito dolor de pecho que estaba empezando a sentir. Un tipo con capucha salió de un mausoleo a unos cuantos metros lejos de mí, a pesar de la poca luz pude distinguir un arma en su mano derecha, me tensé, pero aun así apoyé mi pie en el tronco del árbol.

-Creí que no ibas a venir sola, pero veo que eres tan sentimental que no puedes arriesgar una vida. —dijo Joel cuando estuvo frente a mí. —hija me da tanto gusto verte, quería darte la noticia personalmente.

-Y dale con llamarme hija, sé que es para molestar, pero ya me parece aburrido decirte lo mismo siempre que me dices esa tontería. —fruncí mi ceño mirándolo y di un paso hacia él. —pues dime esa noticia porque estoy harta de ti...acabaré con esto ahora.

-Creo que la noticia que te daré impedirá que puedas hacer algo. —sonrió retrocediendo un poco. —el motivo por el que me escapé era para poder hacer un trato con el FBI porque dentro de esa repugnante prisión no podía comunicarme con ellos, hice un trato, les daré todo lo que se, una lista de nombres y lugares de personas que a ellos les interesa, me dejarán libre además de dos millones de dólares para que viva cómo me plazca, seré un testigo protegido, no podrás tocarme, hija.

-Usan muy bien el dinero de los contribuyentes...pero lamento romper tu linda burbujita. —me acerque más a él y me apuntó con su arma. — ¿no debería hacerte daño? si tienes toda la razón, pero puedo hacerlo, estás aquí y lo haré...no me importa que me mates porque antes de que lo hagas me aseguraré de arrastrarte conmigo al maldito infierno.

-No, no me harás nada si quieres a tu compañero vivo, lo que harás es traerme todo lo que confiscaron, quiero mis pertenencias. —no pude evitar soltar una carcajada. —no es una broma, quiero lo que es mío.

-Me ofende muchísimo que realmente creas que pondré a una persona antes de matarte y más si es Wesley. —sonreí negando despacio y acomodé mi cabello en una coleta. — ¿me viste cara de mago o qué? Yo también quiero un boleto en primera fila para ver a Harry Styles, pero no se puede porque se acabaron, no todo en la vida es posible, eso sí es triste...no te daré nada.

-Eso no tiene nada que ver, harás lo que te diga, no tienes opción. —dijo molesto acercándose y un relámpago iluminó el lugar lo que hizo que se distrajera, así que me acerqué rápido a sujetar su mano para quitarle la pistola. — ¡Suéltame estúp*da! ¡¿Qué demonios te pasa?! —gritó mientras forcejamos por el arma cuando logré que la tirara al suelo y le di una patada haciendo que cayera a la tumba.

-Ya estamos a mano... ¿qué? ¿me tienes miedo? —relamí mis labios caminando hacia Joel, pero él retrocedía cada vez más. —sabes...desde pequeña me hiciste pensar que todo era mi culpa, me hiciste odiarme, odiar cada parte de mí, tanto que me daba asco verme al espejo, odié por tanto tiempo cualquier sentimiento que llegaba a tener, a cualquier persona que se acercará a mí, me odié por ser la causante de la muerte de mi madre, me odié cuando solo debí odiarte a ti y a esos bastardos. —carraspeé al sentir el maldito nudo en mi garganta. —no te imaginas cuantas veces espere que cruzaras la puerta de mi habitación para decirme que todo se acabó, que no me harían daño de nuevo, si tan solo tú me hubieras pedido perdón hubiera sido tan tonta para perdonarte porque yo solo quería a mi padre...a ese que me llevaba al parque, el que me enseñó a nadar, a patinar...al que un día me juró que yo era lo más lindo que le había pasado, fue doloroso entender que eso no pasaría y nunca pasará. —ni siquiera me di cuenta en qué momento empecé a llorar. —porque te convertiste en un monstruo peor del que me cuidabas cada noche antes de dormir... y me hiciste dudar si era cómo tú al buscar venganza, me dio miedo...por eso pensé en solo dejar que estuvieras encerrado pagando tu condena, pero si no acabo con esto tu no me dejarás en paz, dañaras a quien quiero y no lo voy a permitir...yo no soy cómo tú, daría mi vida por quién amo, eso me lo enseñó un hombre que ni siquiera tenía que cargar conmigo...cada día se dedicó a decirme que yo no era cómo tu...yo no soy capaz de hacer la mi*rda que tú me hiciste. —me acerqué más a él mirándolo fijamente apretando mis manos en puño. —él se convirtió en mejor padre que tú, él es mi padre y no tú...si te atreves a dañar a uno más de mi familia no seré cómo tu...seré mil veces peor porque tu si lo mereces. —él verlo así pensaría que está llorando por lo que le dije, pero realmente solo es la lluvia cayendo por su asquerosa cara. —quisiera no odiarte, no sentir nada porque ni siquiera eso mereces de mí.

Atado a ti por siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora