Atado a ti por siempre.

CAPÍTULO 42: De regreso al trabajo.

-Eso suena peligroso, pero por lo menos ya no estás en esas cosas ilegales. —negué despacio y le sonreí. —le agradezco tanto a Richard por cuidar de ti y a todos esos chicos, estaré encantada de conocerlos.

-No, aunque es irónico estando al lado de la ley he cometido más cosas ilegales, es lo que sé hacer. —después de terminar de desayunar todos juntos en el comedor le ayudé a lavar los platos y subí a la habitación para darme una ducha rápida mientras Karen cuidaba a Mateo ya que insistió en hacerlo. Al terminar la ducha me vestí y guardé todas nuestras cosas antes de bajar. —Karen pasé un lindo fin de semana, muchas gracias, pero nos tenemos que ir.

-¿En serio? Pensaba que podríamos salir a pasear, es un hermoso día. —dijo levantándose con Mateo en brazos y me lo entregó. —espero que el próximo fin de semana te animes a venir o incluso antes.

-Lo siento, pero tengo trabajo que hacer. —me despedí de Tessa y Michael. —haré lo posible por venir el viernes, ¿sí? —solo lo dije porque Karen se veía triste. —gracias por recibirme.

-Si tienes trabajo que hacer nosotros podemos cuidar a Mateo, de verdad que estará bien cuidado, me gustaría pasar más tiempo con mi nieto. —apegué a Mateo a mi pecho e hice una mueca. —solo si tú quieres.

-Uhm...está bien, pero si no llegó antes de las tres Matt pasará por él. —miré la hora, faltaban diez minutos para la una. —vendré lo antes posible. —besé la mejilla de mi bebé antes de dárselo a Tessa que estaba ansiosa por cargarlo. —esté es el número de los chicos que viven conmigo, cualquier cosa los pueden llamar, igual si necesitan cosas de Mateo llámenlos para que se las traigan.

-Tranquila, estará bien. —suspiré anotándole los números en el celular de Karen. —los llamaremos y te mandaré mensajes cada cierto tiempo para que veas que está bien.

-Gracias, él es muy tranquilo así que no les dará problemas y no quiero molestar, ¿podrías prestarme tu auto, Tessa? —me despedí de nuevo cuando ella me dio sus llaves y salí de la casa subiendo al auto. Papá me mando la dirección de un motel a una hora de dónde estoy así que conduje hacia allá. Al llegar bajé del auto subí al segundo piso y toqué la puerta de la habitación.

-Hola enana, pasa. —me abrió Marcus y al entrar vi que algunos chicos estaban un poco golpeados. —no preguntes, casi nos jod*mos. —gruñó lo que me hizo reír un poco, pero realmente me preocupa que se arriesguen tanto.

-Si...me di cuenta de eso. —me senté a lado de Jasón para ayudarlo con el vendaje en su brazo. — ¿por qué aceptar un caso si están así? Podrían dejárselo a JJ. —pregunté mirando a papá.

-No lo sé...una mujer nos contactó y nos dijo que su ex había secuestrado a su hija de seis años. —al ver su mirada supe que lo acepto por mí. —lo investigamos y es verdad así que lo aceptamos.

-De acuerdo, ¿entonces qué haremos? —pregunté terminando de vendar a Jasón y tomé la carpeta de la mesa. — ¿Él es el padre?

-Sí, será fácil de rastrear, tiene una cicatriz en el ojo izquierdo y un tatuaje de araña en la mano derecha, estuvo en prisión por dos años por violencia familiar. —dijo Marcus y asentí leyendo el perfil. —hace unos meses alquiló una cabaña en las afueras de Boston así que iremos a revisar. Me pusieron al tanto de todo lo que tenía que saber respecto a cómo se llevó a la pequeña y le pedí a Jasón que me pasará el número de Matt para llamarlo.

-Matt, soy Anahí. —murmuré saliendo de la habitación y me recargué en el barandal. — ¿Crees que puedas pasar por Mateo? Está con Karen, tuve un trabajo que hacer de emergencia y debo salir de la ciudad.

-Sí claro, en cuanto termine aquí iré por él. —fruncí mi ceño al escuchar una voz en el fondo. —Emily me llamó para que viniera a verla, al parecer quiere firmar los papeles del divorcio.