CAPÍTULO 44: En problemas.

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Parpadeo un par de veces antes de que mi vista se acomodará, vi a mi alrededor y apreté mi mandíbula al ver a Frank e Iván colgados en la pared bastante golpeados. Cerré mis ojos cuando los recuerdos me invadieron, pero el sonido de la puerta me hizo abrir los ojos de nuevo, un hombre entró y se paró frente a mí.

-Será mejor que respondas todas mis preguntas, no quisiera hacerle daño a ese lindo rostro. —moví mi rostro cuando sus dedos acariciaron mi mejilla. —chica ruda...me gusta. —me dio con el puño en el rostro y solté un quejido.

-Diría que pegas cómo mujer, pero no se merecen una comparación con alguien cómo tú, sería una total ofensa, así que diré que...debes hacer más ejercicio. —sonreí mirándolo y sentí el sabor de la sangre en mi boca. —vamos, inténtalo de nuevo, sé que lo puedes hacer mejor.

-¡Basta Anahí! —gritó Frank y lo miré entrecerrando mis ojos. —imbéc*l de mie*da, desátame y te enseñaré lo que es pelear. —rodé mis ojos negando despacio.

-No le hagas caso, la pérdida de sangre lo tiene delirando. —murmuré y apreté mis ojos al recibir otro golpe. —mi*rda...casi, pero aún no mejoras. —escupí ensuciando sus zapatos y le sonreí.

-Dejen de hacerme perder el tiempo, ahora dime en donde está tu padre. —preguntó colocando sus manos sobre mis brazos y apretando con fuerza. —quiero saberlo todo.

-Casi lo vuelan en pedazos, ¿y todavía preguntas? que descaro. —me apretó con más fuerza e hice una mueca. — ¿para qué lo quieres? ¿quién mi*rda te contrató?—gruñí apretando mis manos.

-Tu jefe no, tu padre. —lo miré frunciendo mi ceño. —no querrás que le pase algo a tu hijo, ¿o sí? —se separó de mi caminando a la puerta. —cuando vuelva espero que cooperes.

-Richard es mi padre...y acabas de cavar tu propia tumba al mencionar a mi hijo. —murmuré, pero me ignoró por completo. — ¿chicos saben si hay cámaras aquí?

-Por lo que sabemos no hay...Anahí deja de provocarlos. —los miré levantando una ceja y me levanté caminando hacia atrás hasta topar contra la pared, tomé impulso golpeando la silla contra ella un par de veces hasta que se rompió.

-Lo tengo todo bajo control, el equipo no tarda en llegar. —me quité la cita de una de mis muñecas y me acerqué a los chicos. —tengo un GPS en mi zapato, no soy idi*ta.

-Pero pareces idi*ta. —fruncí ceño desatándolo a ambos y me acerqué a la puerta asomándome con cuidado. —te secuestraron, eso dice mucho.

-No, dejé que lo hicieran, en cambio a ti sí te secuestraron, el idi*ta eres tú. —le sonreí a Frank y me dio un golpecito en la frente con su mano. —además ya cállate, el pasillo está despejado, busquen una salida en lo que yo voy a matar al imbéc*l que me pegó.

-No te vamos a dejar sola, no te estamos preguntando. —dijo Iván molesto y fruncí mi ceño mirándolos. —anda, tenemos que irnos. —al salir caminamos por el pasillo y los recuerdos de lo que pasó con Matt me invadieron, era como si estuviera en aquel lugar. Respiré hondo tratando de calmarme cuando lo que le pasó a Troy volvía una y otra vez. — ¿estás bien? —preguntó y asentí despacio mirándolo. — ¿estás segura? No te angusties, no dejaremos que ese imbéc*l salga, antes de que lo intente los mataremos.

-Estoy bien, no pasa nada y algo me dice que no se trata de ese imbéc*l. —ellos se adelantaron para golpear a los dos hombres cerca de la puerta mientras discutían porque ellos querían matar al que los golpeó. —yo me encargaré de él y no les estoy preguntando. —agarré el arma del suelo y me acerqué a la puerta frunciendo mi ceño al escuchar unas voces discutir.

Me hice a un lado para que los chicos patearan la puerta en cuanto las voces se dejaron de escuchar. Al entrar el tipo nos miró sorprendido e intento sacar su arma, pero le apunté, Frank y Bryan se acercaron a él para desarmarlo e Iván cerró la puerta.

-Será mejor que me digas quien te contrató. —levanté mi ceja acercándome a él revisando si tenía otra arma y saqué una navaja. —solo dime y podrás irte.

-Nadie me contrató, estoy buscando a tu padre porque me debe dinero. —entrecerré mis ojos mirándolo he hice que se sentará en la silla. —si tú me dices en dónde está tu padre yo me iré y no me volverás a ver nunca más.

-¿Mi padre? No tienes ni p*ta idea quien es mi padre. —apreté mi mano en el mango de la navaja. — ¿quién te contrató y para qué? —al ver que no dijo nada enterré la navaja en su pierna haciéndolo gritar "perra". —soy más que eso, ahora habla porque a la próxima no fallaré. —saqué la navaja de su pierna y presioné la punta en su entrepierna.

-No sé quién es, no pregunto nombres siempre y cuando me paguen, solo sé que es una mujer. —hice más presión mirándolo fijamente a los ojos. —tenía que convencerte de que era por tu padre, no me dijo su nombre porque no lo sabía, solo que era un criminal, después tenía que saber en dónde está tu hijo para entregárselo, sería un simple secuestro para hacer que desaparecieras de la ciudad y de todo aquel que te conozca, es todo lo que se.

-¿Llegaste a verla en persona? —él negó y me separé mirando a los chicos. —vayan afuera Marcus debe de estar llegando. —asintieron y cuando se fueron me giré de nuevo hacia el idiota. —llámala, le tienes que decir que estás en camino para ir por mi hijo y le darás la dirección que te daré para que vaya por él, no hagas una estupid*z. —agarré su celular del escritorio y se lo entregué para que llamará. —llámala.

-No puedo hacerlo, ella es quién me llama y lo hará dentro de media hora. —fruncí mi ceño mirándolo molesta. —te dije lo que querías saber, ahora déjame ir.

-Te irás cuando yo lo diga. —al escuchar las voces de los chicos miré hacia la puerta. — ¿pueden esposarlo y llevarlo a la camioneta? —pregunté cuando ellos entraron.

-El jefe mando a Wesley...estará a cargo mientras Richard se recupera, dio órdenes de llevarlo a las oficinas de la policía de Boston, nos dejarán un espacio para trabajar. —fruncí mi ceño mirando a Marcus y negué despacio. —son órdenes, no puedo hacer nada, él llegará allá, así que debemos de irnos ya.

-¿Por qué él? En cuanto se enteré que es por mí no me dejará estar en el caso. —bufé haciéndome a un lado para que Iván se llevará al tipo. —es una estupid*z podemos con esto nosotros solos.

-No está en discusión, aprovecha para hablar con él durante el camino. —maldije por lo bajo saliendo del lugar y subí en la parte de atrás de la camioneta, pero antes de cerrar la puerta Marcus la sujetó. —compórtate, no quiero tener una discusión con Wesley.

-Sí, señor. —murmuré desviando la mirada y en cuanto él cerró la puerta le pateé la pierna al tipo al verlo sonreír. —no olvides lo que te dije...aún puedo matarte y lo haré si no obedeces. —miraba la hora constantemente durante el camino. Al llegar nos llevaron a una de las salas de interrogación y rodé mis ojos al ver a Wesley dentro.

-Agente Smith, un gusto volver a verla. —dijo Wesley sonriendo al verme entrar, si no me equivoco él tiene casi la edad de mi padre...lo detesto tanto, a él y todo su equipo. —te permitiré estar aquí por ahora.

-¿Tú me permites? Ya quisieras. —mordí mi labio inferior con fuerza recargándome en la pared. —déjanos solos, tengo algo pendiente con él, después es todo tuyo. —no dijo nada y salió de la sala. —contesta, más te vale que hagas lo que te dije. —dejé el celular en la mesa cuando comenzó a sonar y lo coloqué en altavoz.

-Está todo listo, sabemos en dónde está, vamos en camino. —tomé la libreta y la pluma que estaban en la mesa para escribirle la dirección de la bodega. —le daré la dirección, la necesito puntual a las cinco. —él le dio la dirección y miré hacia la puerta cuando se abrió, levanté mi mano haciéndole una señal para que Wesley se callara.

-¿En serio? Creí que sería más difícil sacarle información de su bastardo. —fruncí mi ceño dirigiendo mi vista al celular al darme cuenta de quién era. —estaré a esa hora, no me falles o no tendrás el resto de tu dinero. —ella colgó y agarré el celular saliendo de la oficina.

Atado a ti por siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora