*Narra Anahí*
Después de estar casi todo el día con Mateo mi papá me pidió que lo dejará con él para pasar una tarde con los chicos, mientras tanto Carmen y yo nos pusimos a ordenar un poco, la música sonaba a todo volumen, ella subió a la mesa e hizo que subiera. Ambas estábamos cantando, bailando algo extraño hasta que Matt entró, mis pies se enredaron al girarme para verlo, pero antes de caer él me sujetó, aunque me lastimé un poco la cadera decidí no decir nada porque él quería hablar conmigo. Cuando me dijo lo de su divorcio me sorprendió demasiado realmente pensé que no haría algo así, una parte de mí ya estaba dándolo por perdido.
-Hable con mis abogados para divorciarme de Emily, no se lo tomó muy bien y me amenazó con hacerte daño. —dijo tomándome de las manos y besó mi frente.
-Agradezco que me hables con la verdad...supongo que es un avance. —murmuré y suspiré mirándolo. —creo que debemos de tratar de que nadie salga herido en especial Mateo...entonces ¿te vas a divorciar?
-Sí, pero está vez haré una cosa a la vez, después de eso trataré de que una chica loca y demasiado hermosa acepte salir conmigo. —sonrió acercándose a mi hasta unir nuestros labios en un beso lento, subió encima de mi hasta que quedé recostada en el sofá. El beso se volvió más intenso y metió sus manos dentro de mi blusa acariciando mis caderas. Un carraspeo junto con un golpe en nuestros rostros con el cojín nos hizo separar de golpe.
-¡PAPÁ! —bufé mirándolo y enderezándome de golpe mientras acomodaba mi ropa. — ¿cómo les fue? ¿qué son todas esas bolsas? —se cruzó de brazos mirándome serio y rodé mis ojos.
-No lo quiero tan cerca a menos que tenga los papeles de divorcio en la mano. —no dijo más y se fue a la cocina. —no creo que quieras amanecer en una isla...no me tienes Matthew y son cosas para el enano, tenía muy poca ropa.
-Mejor no hagas tantos corajes porque ya estás viejo...gracias por la ropa. —reí al oírlo gruñir y me levanté cuando Iván me dio a Mateo. —me ayudas con las bolsas Matt, por favor. —lo miré sonriendo y caminé a la habitación, al entrar me quité los zapatos para acostarme en la cama con el pequeño en mi pecho. —será mejor que cierres la puerta con seguro o entrarán cada cinco segundo. —sonreí cuando Matt entró dejando las bolsas en la cuna y se acostó a mi lado.
-¿Puedo cargarlo? —pregunta mirando a Mateo y asentí pasándoselo con cuidado. —aún no puedo creer que tengo un hijo, sabes...te prometo que jugaremos a cada momento, tendrás un padre que te dejará ser quien tú quieras y no haré que pierdas tu niñez. —acaricié el brazo de Matt al escucharlo platicar con Mateo. —mi padre jugó muy poco conmigo cuando era niño, en cuanto tuve la edad suficiente me empezó a enseñar sobre cómo dirigir la empresa, finanzas y mi niñez se fue a la...se fue muy lejos.
-Bueno...le daremos lo que no pudimos tener, no sé si soy o seré una buena madre, pero haré lo que sea por él. —tomé la mano de mi pequeño y sonreí al verlo reír. —y sé que tú serás un buen padre.
-Tú eres una buena madre y yo tengo que empezar a ser un buen padre. —me miró sonriendo y se acercó dejando un beso en mis labios. —me gustas y mucho. —dejó a Mateo en su pecho y continuó besando mis labios a lo que correspondí gustosa...para que negar que me gusta.
-Lo serás...y puede que también me gustes mucho. —lo besé hasta que un peculiar olor se hizo presente y reí sobre sus labios. —creo que debes cambiar su pañal. —Matt hizo una mueca, pero aun así dejó a Mateo sobre la cama y se levantó cuando le indique en dónde estaban los pañales. Le di indicaciones de cómo cambiarlo porque aún no sabe muy bien, pero no lo hizo tan mal.
El resto de la tarde estuvimos platicando, jugando con Mateo y sí, nos dimos uno que otro beso y cuando el pequeño se quedó dormido me ayudó con mis ejercicios de mi rehabilitación. Ahora nos encontramos conversando tomados de la mano caminando entre los árboles ya que Matt quería conocer un poco el lugar hasta que nos detuvimos para sentarnos debajo de un árbol.
-Y si la prueba sale positiva cosa que así será, me quedaré un fin de semana en su casa. —murmuré terminando de contarle sobre lo que pasó con "mi madre" e hice una mueca recargando mi espalda en el pecho de Matt mientras él me abrazaba.
-Tendré que estar un fin de semana sin ti... eso será horrible. —dijo apoyando su mentón en mi cabeza y apegándome más a él. —tal vez pueda aprovechar para vender mi casa y darle algo a Emily.
-¿De verdad crees que merece algo? —fruncí mi ceño mirándolo. —eres demasiado bueno o un tonto. —sonreí mordiendo mi labio cuando apretó mi cintura. —es que no creo que merezca nada, ella se ha comportado bastante mal.
-Lo sé, pero el bebé no tiene la culpa de nada, además será cómo darle un poco de todo el tiempo que la traté mal, aunque sé que el dinero no soluciona eso. —dijo serio y lo miré confundida. —no me mires así, durante todo este tiempo la trate mal porque ella insistía en tener algo real, pero nunca acepte.
-Está bien, no tienes que darme explicaciones, si me dices que no tienes nada con ella...confiaré en ti. —suspiré cerrando mis ojos al sentir caricias en mi cabello. —espero que después de eso todo esté tranquilo.
-Quería hablar contigo sobre la reunión con mi familia. —abrí mis ojos y me acomodé frente a él para verlo mejor. —mi padre está bastante molesto con la decisión que tomé y dudo mucho que quiera verme por ahora.
-Entiendo...podrías decirle a tu mamá y a tu hermana que vengan a mi casa para que lo conozcan. —tomé su mano cuando lo vi suspirar. —uhm...supongo que tu padre no las dejará.
-No dejará que mi madre se acerque a mí, pero tal vez Alexa no le haga caso, así solo le diré a ella. —asentí despacio mirándolo. —gracias.
-¿Por qué? No hice nada...no que yo sepa. —lo observé confundida y me sonrió acariciando mi mejilla. —a veces eres algo raro...sin ofender. —reí posando mis manos sobre las de él.
-Te doy las gracias porque me hiciste dar cuenta de que no soy nadie para decirte que hacer con tus gustos, tú forma de ser y porque no siempre se hará lo que yo diga. —dijo haciendo una mueca. —siempre crecí escuchando a mi padre decirle que hacer a mi madre, a mi hermana, a mi...pero no por eso está bien...llegaste para desordenar mi vida de una manera que me ayudo a ver la clase de persona que era.
-¿De nada? —murmuré frunciendo mi ceño más confundida que antes. —perdón aún estoy trabajando en eso del sentimentalismo. —se lanzó contra mi haciendo que me acostara en el césped y apoyó sus manos cerca de mi cabeza. —Matt no puedo cargar pesado.
-¿Acaso me llamaste gordo? —reí negando despacio. —oficialmente te declaro cómo una mata momentos románticos y mira que creí que yo era fatal en eso, pero tú me ganas por mucho. —rodé mis ojos y traté de levantarme, pero sujeto mis muñecas por encima de mi cabeza. — ¿A dónde crees que vas? Mínimo merezco un beso.
-¿En serio? Déjame pensarlo... —hice una mueca y lo miré negando despacio. —puede que sea solo uno, pero pequeño y nada m... —no pude terminar hablar porque me besó, ¿y quién soy yo para negar un beso? Exacto, no soy nadie, así que le correspondí mientras pasaba mis brazos alrededor de su cuello al soltarme de su agarre.
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Atado a ti por siempre.
RomanceMatthew Carpenter es un exitoso empresario que perdió a su esposa Allison, una agente encubierta de la CIA, que murió por salvarle la vida a Matt. Para salvar la reputación de su empresa, su padre lo obliga a casarse con Emily, su ex novia de la uni...