CAPÍTULO 65: En shock.

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No tardamos muchos en llegar a la casa y al entrar Frank llevaba a Anahí en brazos hacia su habitación, cuando entramos encendí la luz despertando a Matt el cual nos miró confundido porque corrimos al baño. Él empujó a Frank para sujetar a Anahí al sentarla en la orilla de la bañera.

-¿Qué le pasó? ¿qué mi*rda le hicieron? —nos preguntó mientras le quitaba el cabello de la cara. — ¿cariño me escuchas? háblame por favor. —él la sujetó de las mejillas, pero parecía que no reaccionaba solo miraba hacia otro lado dejando salir sus lágrimas.

-Tenemos que desvestirla y meterla a la bañera, esta empapada, enfermará sino le quitamos eso. —murmuré acercándome a ella para quitarle los guantes mientas Matt la abrazaba a su pecho.

-Fuera los tres, yo le ayudaré a bañarse. —dijo Carmen al entrar al baño y nos sacó a los tres, aunque Matt reprochó le cerró la puerta en la cara. —cuando salga no quiero verlos en la habitación. —gritó desde el baño e hice una mueca saliendo de la habitación con los chicos tras de mí.

-Me dirán ahora mismo que fue lo que pasó, ¿por qué está toda llena de lodo, golpeada y llorando? —preguntó Matt, aunque seguí caminando hasta salir de la casa directo a la camioneta, pero él se interpuso en mi camino. —pregunte algo y quiero respuestas.

-No lo tomes a mal, pero no me interesa que las quieras, eres un civil y por lo tanto no puedo hablar contigo de esto. —fruncí mi ceño mirándolo. —ella tampoco lo hablará contigo por la misma razón.

-Sí lo es, pero es un civil del cual ella está enamorada así que no jod*s Jasón. —dijo Frank acercándose a nosotros. —Matt no lo tomes a mal, estamos algo estresados, deja que ella asimile lo que pasó, te lo contará, pero tienes que espera, no la presiones, todo esto es muy difícil, solo permítenos hablar con ella y asegurarnos de que está bien.

-De acuerdo, pero quiero estar informado de todo...no la voy a volver a perder por su culpa. —exigió y mordí mi labio asintiendo despacio. —quiero tener una de sus armas mientras ustedes estén fuera.

-No, aún no sabemos cómo va reacción del estado de shock en el que está, si reacciona mal lo primero que hará es usar algo para defenderse, así que saca cualquier cosa de la habitación con la que pueda herir a alguien. —respondí cortante y me acerqué a él frunciendo mi ceño. —sé que estás preocupado, pero se acabó...está muerto, te lo aseguro, lo que puedes hacer es encargarte de tus hijos, Carmen te avisará cuando puedas verla. —él suspiró resignado y caminó de regreso a la casa.

-¿No crees que fuiste muy duro con él? —preguntó Frank cuando ambos nos recargamos en la camioneta. —solo está preocupado por ella así cómo nosotros, si no tienes la cabeza fría mejor quédate en casa.

-No intentes sonar cómo Richard...es que molesta que incluso muerto esté lastimándola, tú sabes lo que puede pasar y que haya muerto así no me parece justo, debía sufrir...teníamos que hacerlo sufrir cómo lo hizo con ella. —suspiré sacando mi celular cuando vibró. —siento que le arrebatamos la posibilidad de que ella hiciera justicia y si yo me siento así...solo imagina cómo lo tomará ella que estuvo esperando a matarlo con sus propias manos por años, nos odiará. —fruncí mi ceño al leer el mensaje. —papá quiere que nos quedemos aquí, están por terminar de limpiar.

-Entonces tenemos que convencerla que fue lo mejor...no necesita más sangre en sus manos, menos de ese bastardo, será mejor que entremos, no quiero enfermar. —asentí sacando mi arma, él me entregó la suya y guardé ambas en la guantera. —vamos a ver cómo sigue. —caminé a la casa y al entrar me quité el chaleco.

-¿Qué hacen aquí? Creí que irían con su padre. —dijo Matt saliendo de la cocina con una bandeja en sus manos. —le preparé un té, les bajaré algo de ropa para que se cambien. —él murmuró subiendo las escaleras nos quedamos en la entrada para evitar mojar la casa. Fruncí mi ceño al ver una foto de Alexa en el mueble cerca de la entrada y al sentir un golpe en mi hombro dirigí mi mirada hacia Frank el cual estaba con una sonrisa pícara.

-¿Qué? ¿Por qué mi*rda me miras así? —pregunté irritado y me alejé un poco de él. —mejor cállate si vas a decir una tontería porque no tengo humor para aguantarte. —rodé mis ojos al escuchar su risa tan escandaloza. — ¿acaso te afectó lo que pasó o así eres de id*ota? —estoy irritado cómo para aguantarlo.

-Creo que la enana te pasó su agresividad... solo iba a decir que deberías arreglar las cosas con ella porque se nota que te gusta, aunque si no quieres entonces puedo intentarlo. —al escucharlo decir eso apreté mis dientes con fuerza al igual que mis puños y me tensé mientras él comenzó a reír. —vamos es una broma, no te haría algo cómo eso, además sabes que amo mi soltería. —ignoré sus tonterías porque Matt bajó con la ropa y nos indicó en dónde cambiarnos.

*Narra Carmen*

Al entrar en el baño le ayudé a quitarse la ropa para después entrar en la tina porque ella aún no reaccionaba, cuando le pregunté cómo se sentía ni siquiera emitía algún sonido, solo veía a un punto fijo en la pared y mientras la bañaba sus lágrimas no paraban de salir, eso me preocupa porque no sé qué pasó ni cuanto le afectó todo esto.

-Estás lista...vamos a que te acuestes, debes de descansar y mañana hablaremos sobre lo que pasó. —murmuré ayudándola a ponerse la ropa antes de llevarla a la cama. —cuando termine de cepillar tu cabello te daré una pastilla para dormir, ¿sí? —hice una mueca tomando el cepillo del mueble y me senté a su lado. —Ann...si quieres hablar de algo aquí estoy para ti, toma el té que te dejó Matt, no tardo en regresar. —dejé un beso en su sien al terminar de peinar su cabello y me levanté saliendo de la habitación para buscar la pastilla, pero me topé con Matt, el cual se veía algo molesto. — ¿todo está bien?

-Nada está bien, nadie me quiere decir que pasó y ni siquiera me dejan ver a mi prometida. —dijo mirándome mal y encaré una ceja por el tono tan arrogante de su voz. — ¿cómo está? ¿puedo verla? es injusto que me quieran mantener fuera de todo esto después de lo que hemos pasado Ann y yo...es estúp*do que no me dejen verla, no le haré daño.

-No tienes que hablarme de esa manera, te recuerdo que yo tuve que quedarme aquí, así que tampoco sé lo que pasó y Ann no quiere hablar. —fruncí mi ceño cruzándome de brazos. —te prometo que en cuanto Richard regrese y me cuente lo que sucedió te lo diré, aunque ellos no quieran...ahora necesito una pastilla para dormir a Ann, llévale la pastilla, pero si se pone inquieta tienes que salir de inmediato, no trates de tocarla.

-Gracias...te avisaré si pasa algo. —dijo antes de subir corriendo las escaleras y suspiré caminando a la sala, pero cuando estuve a punto de sentarme la puerta se abrió de golpe porque los chicos entraron discutiendo entre ellos.

-¡Hey! ¡Cállense! Ann debe descansar. —los regañé sentándome en el sillón individual y ellos se sentaron en los demás, pero mojaron todo a su paso. —Richard espera, Matt está con ella. —le dije al verlo entrar e ir directo a las escaleras. — ¿puedes dejarlos solos unos minutos más? —rodé mis ojos caminando tras él para detenerlo, pero caminó más rápido y entró a la habitación. —por favor deja que Matt hablé con ella para ver si reacciona. —murmuré al verla aún sentada mirando a la nada, pero cuando desvió su mirada hacia Richard gateó por la cama y al bajarse lo abrazó con fuerza escondiendo su rostro mientras lloraba.

-Déjenme a solas con ella...fuera. —ordenó Richard por lo que salí sintiendo los pasos de Matt tras de mí y con respecto a Ann no sé si sea una buena señal que reaccionará de esa manera, solo espero que esté bien.

Atado a ti por siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora