CAPÍTULO 16: Situación incómoda.

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-No puedo creer que esté pasando esto... —limpié mis lágrimas mirando la lápida y negando despacio. —lo peor de todo es que no puedo recordar la última vez que te vi...he tratado de hacerlo, pero no puedo...mi psicólogo dice que no recuerdo lo que pasó porque mi cerebro está tratando de protegerme de algo, ¿y sabes? Sé que es así, pero jod*r tengo un hijo, ¿puedes creerlo? Se llama Mateo...ahora entiendo porque querías tener una familia, aunque dudo mucho ser una buena madre y ahora mi bebé no podrá conocer a una de las mejores personas del mundo, que me cuidó, que dió la vida por mí. —sollocé cerrando mis ojos por unos instantes. —te prometo que le hablaré de ti, excepto de las bromas pesadas a los chicos, no quiero que llegue a hacerme algo así. —sonreí levemente abriendo mis ojos y limpiando mis lágrimas al sentir unas manos posarse en mis hombros.

-No quería interrumpir, pero debemos de irnos, papá llamó y dijo que Matt está borracho caminando por la playa, aún no sabe que está cerca de tu casa, pero Marcus lo alcanzó a ver. —me levanté con la ayuda de Jasón y miré por última vez la tumba antes de alejarnos.

-No recuerdo a ese tipo, pero no entiendo cómo alguien así puedo gustarme...es insoportable. —fruncí mi ceño saliendo del lugar y subí al auto colocándome el cinturón. — ¿Qué fue lo que le vi?

-Si te soy sincero no lo sé y tampoco quiero saberlo. —dijo Jasón haciendo una mueca de asco y le di un golpe en el hombro con mi puño. — ¿qué? yo solo digo que si no se te hace atractivo o no te llama la atención su forma de ser tal vez le viste la mercancía...digo por algo tienes un bebé con él.

-Eres insufrible...no recuerdo su cara y quieres que recuerde...eso. —rodé mis ojos tomando un pañuelo de su guantera y limpié mi rostro mirando a Jasón. —él es de Nueva York, ¿cierto? —asintió concentrado en el camino. —pues espero regrese pronto a su casa...no lo quiero cerca de mi hijo o de mí.

-¿Has pensado en que harás si se llega a enterar que tienes un hijo? —fruncí mi ceño ante su pregunta y desvié la mirada hacia la ventana haciendo una mueca. —no creo que debas ocultárselo, es su padre y sé que en el fondo lo sabes, aunque no lo recuerdes.

-¿Cómo estás tan seguro de eso? Si él solo fue un trabajo más, ¿por qué piensas que no estuve con alguien durante ese tiempo? —levanté una ceja mirándolo y rodé mis ojos al verlo sonreír.

-Porque te enamoraste de él...vi la forma en la que lo mirabas, la forma en que disfrutaste tu boda y no estuve presente cuando tuvieron sexo, pero estoy seguro de que ahí se concibió el pequeño Mateo. —hice una mueca dándole un zape y bufé escuchándolo reír.

-Pero ahora no siento nada, mucho menos porque está casado...y créeme que no importa mi pérdida de memoria, sé que jamás me metería con alguien casado. —me crucé de brazos frunciendo mi ceño. —antes de la boda hable con Emily...ellos tuvieron relaciones la noche anterior y me dejó claro que no era la primera vez que pasaba eso, ¿de verdad crees que durante un año no la tocó? Eso que se lo crea su abuela.

-¿A caso estás celosa? Porque yo diría que sí. —preguntó burlón mirándome de reojo. —no me pongas esa cara, en el fondo sé que es así, tus recuerdos están allí, solo falta saber detonarlos con algo.

-No estoy celosa y no soy una bomba. —se rio colocando una canción en el estéreo del auto y fruncí mi ceño al escucharla. —siento que la he escuchado antes... —un ligero dolor en mi sien apreció y suspiré cerrando mis ojos por unos instantes recordando un poco. —creo que la escuché cuando iba con Tato a un lugar, ambos bailábamos y cantábamos. —abrí mis ojos mirando a Jasón cuando se estacionó.

-Te lo dije, soy un genio. —rodé mis ojos bajando del auto. —allí está Matt, parece id*ota pateando la arena y hablando con ella. —miré hacia donde apunto y mordí mi labio evitando sonreír. —yo tengo que correr al baño y ese es tu problema. —fue lo último que dijo antes de salir corriendo, aunque espero no alcance a llegar al baño ya que nos estacionamos lejos de la casa por precaución.

-¡JASÓN! Hijo de la...me las vas a pagar. —bufé mientras caminaba hacia Matt, de solo recordar lo que me dijo me dan ganas de golpearlo. — ¡Matt deja ese coco! —le grité al ver que lo levantó de la arena y le dió un beso. —suelta eso y sube al auto, te llevaré al hotel con tu esposa.

-¿Allison? ¿Anahí? Sí...eres tú, solo no me vayas a salir con que ahora tu nombre es panchita, aunque panchita se escucha tierno. —se acercó tambaleando y me abrazó besando mi frente e hice una mueca al sentir el olor a alcohol impregnado en él. —pero si ya estás aquí, tú eres mi esposa. —murmuró arrastrando las palabras y apretándome más a él al intentar separarme.

-No me llamó panchita, dios...soy Anahí, pero ese no es el punto, puedes soltarme de una vez. —forcejé tratando de soltarme, pero solo conseguí que ambos cayéramos al suelo y solté un pequeño gemido de dolor ya que cayó sobre mí. —yo no soy tu esposa, es Emily, así que irás con ella te guste o no. —me ignoró por completo y me miró sonriendo, posando su mano en mi mejilla derecha. — ¿por qué me miras así? podrías quitarte, pesas.

-No, no me quitaré menos ahora que te tengo de nuevo en mis brazos. —fruncí mi ceño colocando mis manos en su pecho para tratar de alejarlo. —eres tan hermosa cómo te recordaba, al principio no me gustaban tus tatuajes, pero ahora...ahora lo envidió tanto porque ellos pueden estar en tu piel, son parte de ti cómo yo anhelo serlo. —sus palabras me confundieron por completo...pero no debería tomarlas en cuenta ya que está ebrio, ¿no? —extrañé verte así, enojada, haciendo berrinches. —iba reprochar, pero empezó a besar cada parte de mi rostro con delicadeza.

-Matt...no hagas eso, me estás llenando de babas. —tapé su boca con mi mano tratando de alejarlo, pero me sujetó de las muñecas subiendo mis manos encima de mi cabeza. —por favor...para, debes de quitarte, estoy en rehabilitación y no puedo cargar tanto peso.

-Sinceramente no entiendo nada de lo que dices porque me estoy perdiendo en tus labios... —está a punto de que me dé un tic en el ojo por su culpa. —me gustan tus labios, son gruesos, delicados, apetitosos. —murmuró mientras se acercaba peligrosamente a mi rostro y respiré agitada entreabriendo mis labios para decirle algo, pero antes de poder hacerlos sus labios se pegaron a los míos en un delicado beso con sabor a whisky. El beso comenzó a tornarse más intenso cuando metió su lengua a mi boca y posando su mano en mi cintura apegándose más a mi hasta que un carraspeo nos interrumpió.

-Matt...quítate jod*r. —susurré sobre sus labios y al abrir mis ojos vi a Marcus parado a nuestro lado. Por la mirada que le hice entendió que me ayudará a quitarlo de encima, en cuanto lo hizo me levanté de inmediato tragando saliva.

-Lamento interrumpir, pero Emily viene hacia acá. —movió su cabeza en dirección hacia ella y mordí mi labio mirándola. —creo que no los vio, así que tranquila.

-¿Yo? Fue él quien me besó. —miré a Matt frunciendo el ceño y cuando estaba a punto de abrazarme llegó Emily tomándolo del brazo.

-Matt...debemos irnos, tienes que descansar. —él quitó su brazo bruscamente que por poco cae al suelo, pero se sostuvo de Marcus. —cariño, por favor...vamos al hotel, tienes que descansar.

-No, yo me quedó con mi esposa. —me sonrióacercándose a mí, pero Emily se paró enfrente de él abrazándolo. —laencontré...la recuperé y no pienso perderla de nuevo, así que quítate. —le dijomolesto y cuando pensé que las cosas no se podían poner peor Thomas apreció. 

Atado a ti por siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora