CAPÍTULO 4: Remodelación.

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Al llegar a casa bajé del auto subiendo directo a mi habitación, dejé la maleta tirada cerca de la puerta después de cerrarla. Quité mi ropa caminando a la ducha, al entrar cerré mis ojos sintiendo el agua caliente caer sobre mi cuerpo, pero los recuerdos de Allison y de mí en la ducha invadieron mi cabeza, apoyé mis manos en la pared frunciendo mi ceño. —maldita sea...no sé si amarte u odiarte por haberme dejado... —terminé de ducharme y al salir solo me coloqué un bóxer para después acostarme de lado mirando la urna encima del mueble a lado de mi cama. —yo me odio por dejar que te pasará esto...y más por casarme con alguien que no amo...te necesito a mi lado con tu locura. —suspiré tomando la urna y la abracé cerrando mis ojos recordando desde el momento que ella apareció derramando ese licuado sobre mi hasta que la tuve en mis brazos por última vez. Una lágrima resbaló por mi mejilla mientras me quedaba dormido poco a poco con esos recuerdos que invadieron mi cabeza.

Al día siguiente me levanté de golpe al escuchar voces provenir del pasillo y de afuera de la casa, ¿ahora que está pasando? Dejé la urna en su lugar antes de sacar del closet un pans, al colocármelo salí de la habitación frunciendo mi ceño al ver varias personas llevarse los muebles. Bajé rápido en busca de quien esté a cargo, pero al pasar por la sala vi a Emily dándole indicaciones a esos hombros...estoy empezando a creer que ella es mi karma por haber lastimado a Allison.

-¿Me puedes explicar que mie*da está pasando y a dónde llevan todas mis cosas? —le grité entrando a la sala haciendo que todos me miraran. — ¿Qué crees que haces? No tienes ningún derecho de hacer esto...más te vale que tengas una buena explicación para esto.

-Hola, cariño...subí para hablar contigo, pero estabas dormido y no quise molestar. —se acercó a mi tomándome de las manos y apreté mi mandíbula mirándola seriamente. —no me mires así...cómo dijiste que no querías que viviéramos aquí mi papá decidió adelantarnos el regalo de bodas así que nos regaló una casa, no es tan grande cómo está, pero es hermosa. —solté sus manos y bufé mirando el lugar. —no te enojes...quería darte la sorpresa y que la casa tuviera tu estilo por eso pedí que llevaran tus cosas.

-No me interesa lo que creas...el casarnos no te da derecho a hacer lo que te plazca y si sigues haciendo esto te juro que mandaré todo a la mie*da. —caminé saliendo de la casa acercándome a uno de los hombres. —ustedes vuelvan a dejar todo cómo estaba, es mi casa y no tienen mi autorización, a menos que quieran una demanda.

-Matt...por favor, sé que no estuvo bien, pero era una sorpresa, puedes decirles que se lleven y que no. —miré a Emily al escucharla hablar detrás de mí.

-¡No quiero que se lleven nada! Ni siquiera te quiero dentro de mi casa, ¿sabes por qué? Porque con la única que quería vivir aquí era con ella...está casa y todo lo que ves es de ella, me importa una mie*da que ya no esté, es y será siempre su hogar...ahora es mejor que todo esté en su lugar y tú te largues porque estás haciendo que mi paciencia se vaya al car*jo. —le dije exaltado y entré a la casa subiendo a mi habitación. Respiré agitado sujetando mi cabeza con ambas manos al sentarme en la orilla de la cama... ¿qué mie*da se le pasó por la cabeza al hacer algo así? ¿qué le hace pensar que puede controlarme? esto me está sobrepasando.

(Una semana después)

La semana ha estado algo agitada, desde el nuevo personal hasta las remodelaciones que se han estado haciendo gracias a que los agentes destruyeron ciertas partes y dejaron todo un desastre, además de que con está maldita férula que tuve que usar es algo difícil de soportar, pero no tuve de otra ya que podría empeorar, pero, en fin, los golpes en la puerta me hicieron levantarme e ir a abrir.

-Hola Emily, solo te pido que no cambies mucho mi oficina por favor. —tuve que dejarla remodelar un poco mi oficina ya que la traté pésimo y sentí que era una forma de recompensar lo que le hice.

-¡Te prometo que te va a encantar! —exclamó feliz abrazándome y asentí separándome de ella para tomar unas carpetas de mi escritorio.

-Estaré en la sala de juntas con mi padre por si necesitas algo. —me sonrió parándose frente a mi cerrando sus ojos al acercar su rostro al mío, hice una mueca besando su frente. —trata de no tardar mucho, tengo demasiado trabajo. —murmuré saliendo de la oficina e ir directo con mi papá. — ¿para qué querías verme? —pregunté al entrar a la sala de juntas.

-En una semana es la boda y Emily me preguntó si sabía en donde estaba Thomas...sabes perfectamente que él ya no es parte de esta familia porque así lo decidió. —respondió molesto levantándose de la silla.

-¿Él lo decidió? Por favor papá, fuiste tú quien lo hecho solo porque no quiso hacerse cargo de la empresa y hacer lo que le gusta. —lo miré levantando una ceja acercándome a él. —no sabemos nada de él desde hace diez años por tu culpa, ¿qué acaso no te importa? —sonreí negando despacio. —no te molestes en responder, a ti solo te importa tu empresa.

-No voy a discutir las razones del porque se fue...pero no me conviene negarme a los caprichos de Emily, así que puedes invitarlo. —dijo entregándome un papel con un número de teléfono y fruncí mi ceño mirándolo.

-¿De verdad todo este tiempo tenías su número? ¿Por qué nunca lo mencionaste? —reproché guardando el papel y le entregué las carpetas. —lee eso y fírmalo cuanto antes.

-Lo guardé porque hace varios meses Thomas tuvo un problema y tuve que ayudarlo...lo hice por tu madre, pero le dejé muy claro que sería la última vez. —rodé mis ojos al escucharlo. —si piensa venir mantelo alejado de mí. —fue lo último que dijo antes de salir.

-Por lo menos esta estúp*da boda servirá para ver a mi hermano...espero que quiera venir. —murmuré caminando hacia mi oficina y al entrar miré el lugar haciendo una mueca.

-¿Te gusta? No le cambie casi nada, solo agregué unas cosas. —mencionó entusiasmada y le sonreí asintiendo despacio.

-Sí...me gusta, ¿eso es un árbol? —murmuré acercándome al escritorio y al ver a hacia la pared rasqué mi nuca. —que...lindo cuadros, pero ¿qué es eso?

-Matt no es un árbol, solo es una pequeña planta y los cuadros son unas pinturas abstractas, son inspiradoras. —dijo abrazándome por la espalda...claro inspiran a salir corriendo de lo feas que están.

-El arte es algo que...no entiendo mucho así que si te gustan está bien para mí. —rasqué mi ceja izquierda al ver algunos floreros en la repisa y mordí mi labio con fuerza mirando los extraños sillones verdes.

-De verdad me alegro de que te gusta, le pedí consejos a una amiga que es decoradora de interiores. —me separé de ella sentándome en mi silla sonriendo, el maldito árbol me queda muy cerca de la cara.

-Quería hablar contigo de algo muy importante. —le hice una señal con mi mano para que tomará asiento. —sé que quieres invitar a mi hermano a la boda y no tengo problema con eso, pero la situación de mis padres con él no es muy buena, solo te pido que hagas lo posible por no ponerlos juntos en caso de que él asista, ¿de acuerdo?

-Claro, lo mantendré lo más lejos posible y puedes decirle que invite a quien quiera. —me sonrió sacando unas invitaciones de su bolso. —me las entregaron hoy, te dejaré unas y si te faltan me avisas, ¿sí? —asentí tomándolas y guardándolas en el cajón. —te quería comentar que mi hermana no puede venir porque recién está abriendo un nuevo hotel en Miami así que... —tomó mi mano haciendo un puchero acercándose más a mí. —ella me pidió si la boda podía ser allá, se encargará de pagar el lugar y además nos dejará hospedar gratis cómo regalo para nuestra luna de miel... ¿podemos?

-Emily...no creo que se pueda, sabes que la empresa no está muy bien cómo para dejarla sola y sobre la luna de miel...no creo que sea buena idea por lo menos no por ahora. —la miré soltando su mano y suspiré al ver su expresión. —tal vez se podría si se aplaza unos meses.

-Pero...tendría que volver a pedir las invitaciones. —dijo desanimada y de inmediato las saqué del cajón entregándoselas. 

Atado a ti por siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora