CAPÍTULO 25: ¿Su hijo?

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La incomodidad durante el transcurso parecía eterna, pero por fin llegamos a una de las casas de seguridad, Jasón bajó y los llevó adentro mientras yo esperaba en el auto, aunque en algún momento tengo que bajar, pero de solo recordar esa maldita conversación del día siguiente de la despedida se me revuelve el estómago. Unos golpes en la ventana me sacaron de mis pensamientos así que tuve que bajar.

-¿Qué quieres? Yo vigilaré desde la camioneta un par de horas y luego me iré. —le dije a Jasón al bajar y me recargué en la puerta cuando la cerré. —no pienso estar dentro de esa casa con esos dos, menos por lo que acaba de pasar.

-Iba a decirte lo mismo, no sabía que iba a venir la loca de Alexa, ¿puedes creer que me reclamó por no llamarle? Ella me dejó muy claro que no me quería cerca y me sale con esto, además Thomas quiere hablar contigo. —hice una mueca negando despacio, no quiero ser grosera, pero no quiero hablar con él. — ¿Crees que sea verdad lo de su embarazo? Yo creo que lo hace para manipularlo.

-A los Carpenter les falta un tornillo, pero si te gusta habla con ella para aclarar las cosas, no dejen pasar algo lindo por una idiot*z. —murmuré viendo hacia la entrada. —no quiero hablar con él y sobre lo del embarazo no lo sé...no me incumbe ni a ti, además no debimos escuchar eso.

-Todos lo escuchamos, el micrófono que tenía Matt no estaba apagado. —dijo recargándose a mi lado y lo miré frunciendo el ceño. —no seas cobarde y habla con él sobre Mateo, nos guste o no tiene derecho a saberlo y si esa chica lo amenazada con que debe responder entonces tú y Mateo tienen más derecho. —soltó de la nada y caminó a la casa dejándome con la palabra en la boca.

-No hablaré con él...pensaré que lo hago solo porque ella le dijo eso. —murmuré, aunque no me escuchara y al recibir un mensaje de Frank saqué mi celular del bolsillo, al leer el mensaje bufé caminando hacia la casa. Al entrar Jasón estaba discutiendo con Alexa, Emily gritándole a Matt mientras que Thomas estaba comiendo papitas sentado en el sofá. — ¡HEY! ¡CÁLLENSE TODOS! No me interesa que esté pasando, Jasón limítate a hacer tu trabajo, si ella quiere discutir solo ignórala, no es tu trabajo soportar berrinches de una mocosa y mejor llévalos a sus habitaciones, en unos minutos les traerán algunas de sus cosas. —aún estoy molesta con Alexa por lo que me dijo la última vez que la vi. —cuando termines bajas porque tenemos que hablar.

Los cuatro siguieron a Jasón mientras yo me senté a esperar mientras revisaba mi celular, aunque más bien solo pensaba en lo que me dijo Jasón, ¿será correcto decirle ahora lo de Mateo? Mi*rda...no sé qué demonios hacer, tengo un lío en la cabeza con las posibles reacciones de Matt y la primera de ellas es que me va a odiar por ocultárselo.

-¿Ann? ¿Te encuentras bien? —preguntó Jasón sentándose a mi lado y asentí sonriéndole levemente. — ¿Qué es lo que querías decirme? —preguntó curioso. —dime antes de que vengan a interrumpir con sus gritos.

-Frank me dijo que tendrás que quedarte un rato más en lo que llegan, yo debo de irme porque mañana tengo que estar en Nueva York para ver a los chicos, solo espero no se lo tomen mal. —suspiré levantándome del sofá.

-¿No piensas hablar con Matt? Hazlo antes de que te vayas, él debe de saber de Mateo... —me dijo sujetándome de la mano. — tu más que nadie sabe lo que es vivir sin un padre...no es justo para tu hijo.

-Ann... ¿tienes un hijo? —abrí mis ojos al escuchar la voz de Matt detrás de mí y al girarme los cuatro estaban parados mirándome. —contéstame, ¿tienes un hijo? —él se acercó a mi tomándome de los brazos. —no te quedes callada jod*r.

-Matt suéltame, no me gusta que agarren así. —traté de soltarme, pero él solo hacía más presión en mis brazos. — ¡Sí! Mateo es mi hijo. —le grité empujándolo y fruncí mi ceño mirándolo. —no te atrevas a volver a sujetarme de esa manera.

-¿Por qué mi*rda no me dijiste que tenías un hijo? ¿Qué edad tiene? No me mientas más. —apretó sus manos y Jasón se colocó delante de mí mirándolo serio. —estoy hablando con ella así que quítate.

-No me voy a quitar hasta que te calmes, que te quede claro que no voy a permitir que le hagas daño. —le respondió Jasón dando un paso hacia él. —si quieres hablar con ella ve primero arriba a calmarte y no vuelvas a tocarla de esa manera.

-No le haré daño...no le pondría una mano encima... —le contestó Matt molesto, pero con su mirada clavada en mí. —ahora dime... ¿Ese niño es mío o no? Tú muévete de una jod*da vez. —agarró a Jasón del chaleco y lo empujó con fuerza al suelo y se acercó a mí. —quiero solo saber la verdad...me lo merezco por todo lo que ha pasado...no te voy a culpar por ocultarlo, pero solo si me dices ahora si lo es o no.

-¡Matt basta! Es una zorra, de seguro ese hijo no es tuyo. —gritó Emily acercándose a él para tomarlo del brazo jalándolo. —vamos arriba ya, tienes que calmarte y pensar lo que haces, esto es humillante.

-Tú te callas y suéltame, no te atrevas a hablar así, menos cuando sabes perfectamente que ese bebé que esperas no es mío. —espetó molesto deshaciéndose de su agarre. —ahora quiero que me dejen a solas con ella, esto entre nosotros.

-Lo siento, pero no te voy a dejar a solas con ella, ¿quieres la verdad? Yo te la diré...no lo es, no es tu hijo, lo siento hermano, debí decírtelo antes...ella se embarazó después de que regresó a Miami y lo sé porque ese hijo es mío. —Thomas se acercó y así nada más soltó semejante estupid*z, lo peor es que me quedé mirándolo confundida sin decir nada, pero es que me tomó por sorpresa.

-Ese bebé no puede ser tuyo, mientes...no te creo, quiero que ella me lo diga. —respondo molestó y estuvo a punto de aventarse encima de Thomas, pero me puse en medio de los dos. — ¿Ahora lo vas a defender? ¿Es verdad lo que dice?

-Ven conmigo y ya deja de gritar. —fruncí mi ceño tomándolo del brazo y caminando hacia una habitación que tenía la casa. —te juro que si vuelves a tratarme así te voy a meter una bala por el trasero, Matthew.

-Ann no creo que deban quedarse solos. —dijo Jasón siguiéndonos y dejé pasar a Matt primero. —por favor déjame estar presente para cuidarte. —me detuve para mirarlo y negué despacio.

-Ya hiciste suficiente Jasón, solo no dejes que nadie entre, necesito hablar con él sin que nos interrumpan. —cerré la puerta con seguro al entrar a la habitación me senté en el sofá mirando a Matt. — ¿Puedes sentarte?

-Quiero saber la verdad, no más mentiras, no ocultes nada. —respondió sentándose a mi lado y suspiré asintiendo despacio. — ¿Thomas es el padre? ¿Cómo se conocieron?¿Cuánto tiene Mateo?

-Ni siquiera sé por dónde empezar, pero te aseguro que Thomas no es el padre. —murmuré mirándolo. —no me voy a negar a que le hagas una prueba de paternidad si eso quieres, Mateo nació prematuro ya que mi embarazo se complicó al durar tanto tiempo en coma, me creas o no, yo no podía recordar nada, solo sabía que estaba embarazada de un tipo que no se quiso hacer cargo, cuando nos vimos por primera vez y discutimos llegué a mi casa para preguntarle a mi padre, en ese momento me enteré que tú eras el padre, te lo iba a decir pero con todo lo que pasó sinceramente creí que no era el momento, las cosas se complicaron más hasta hoy, te juro que te lo iba a decir cuando estábamos allá, pero la noticia de tu nuevo hijo no me cayó muy bien y no quería que pensarás que te lo estaba diciendo porque ella tendrá un hijo tuyo...eso es todo, entiendo que estés molesto, pero también ha sido complicado para mí.

-¿Puedo saber en dónde conociste a Thomas? —me miró fijamente a los ojos y me encogí de hombros. —solo quiero entender mejor su relación, es mi hermano, sin embargo, no me agrada que esté cerca de ti.

-Lo conocí días después de salir del coma, él era voluntario en el hospital y Marcus lo conocía, él me lo presentó y pues se ofreció a ayudarme con las terapias, nos hicimos buenos amigos nada más, Thomas se quedó en la casa con los demás chicos, claro que a veces yo me quedaba allí, pero nunca dormimos juntos, tampoco te voy a negar que un par de veces me ha besado. —al decirle eso su vena del cuello se marcó aún más y mordí mi labio mirando el suelo esperando sus gritos, pasaron unos minutos en los que no dijo ni una sola palabra, así que levanté el rostro mirándolo confundida. 

Atado a ti por siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora