CAPÍTULO 7: Frente a frente.

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Sentí que el auto se detuvo, después el ruido de la puerta cuando bajó Jasón y bajé con cuidado con su ayuda. Me tomó del brazo guiando ya que no veía nada mientras más caminábamos mis nervios eran cada vez más, el ruido de varias puertas abrirse me inquietaban un poco, pero de repente me quitaron la tela del rostro, parpadeé un poco dándome cuenta de que estábamos en unas celdas y frente a mi estaba Ian con muchos golpes en su rostro.

-Los dejaré hablar a solas, cuando quieras salir solo has una señal hacia la cámara estaremos vigilando. —mencionó Jasón antes de irse, pero mi mirada estaba fija en el que creí que era mi mejor amigo.

-Espero tengas algo bueno que decir si no me iré. —apreté mi mandíbula mirando serio y cuando se acercó sujetándose de las barras di un paso hacia atrás.

-Solo...quería pedirte perdón...el dinero me cegó...y no quería que le hicieran daño a Allison, te juro que yo no sabía que ella estaba involucrada en eso y menos que Joel era su verdadero padre, eso lo supe después de que nos vimos. —me dijo desesperado y me acerqué tomándolo de la camisa para acercarlo más a mí. —yo pensé que los dejarían en cuanto firmaras los papeles.

-No la menciones, eres repugnante, cómo para que su nombre salga de tus asquerosos labios...no me interesa que te arrepientas, la perdí por tu maldita avaricia, me hubiera encantado ser yo quien te dejará así. —lo solté empujándolo, haciéndolo tambalear, pero alcanzó a sujetarse de la barra antes de poder caer.

-Ella me gustaba y lo peor es que tal vez hubiera tenido una oportunidad con ella porque estoy seguro de que me miraba con interés, pero tú estabas en medio. —lo escuché atento, pero cada palabra que salía de su asquerosa boca hacía hervir mi sangre. —ellos me golpearon hasta que firme los papeles para cederte mi parte de la empresa...pero esto no se quedará así...no es justo que siempre te quedes con todo.

-¿Lo dices en serio? Jod*r...que bueno que era una disculpa y no, no lo tengo todo, no tengo a la mujer que amo porque unos desgraciados me la arrebataron solo por su ambición... —miré hacia la cámara moviendo mi mano y después de unos minutos Jasón entró. —abre la maldita reja ya. —demandé frunciendo mi ceño regresando mi vista a Ian y en cuanto abrió la reja me abalancé contra él golpeando su rostro con mi puño, al tumbarlo me puse encima de él sin dejar de golpearlo hasta que sentí que me separaron. Al verlo la herida de su ceja se abrió de nuevo al igual que la de su labio y nariz. —espero que te pudras en la cárcel. —fui arrastrado a otra habitación y miré a Marcus levantando mi ceja. —quiero saber qué pasó con los demás, ¿en dónde están? ¿también están aquí?

-Fueron arrestado y enviados a la cárcel, es un lugar...clasificado, pero no volverán a ver la luz del sol, pagarán lo que han hecho. —asentí despacio relamiendo mis labios. —Matt...lamento lo que pasó espero que algún día retomemos nuestra amistad y que entiendas que no podíamos decir nada hasta estar seguros de que no tenías nada que ver en esto.

-No me interesa escuchar más sobre ese tema...no hay nada que recuperar porque todo lo que me dijiste fueron mentiras y no quiero a ese tipo de personas cerca de mí, espero esta sea la última vez que tenga que hablar con ustedes. —sonreí mordiendo mi labio inferior. —esos malditos criminales son iguales a ustedes...harán lo que sea por conseguir lo que quieren y no les importa nadie más.

-Entiendo que estés molesto, pero es nuestro trabajo, ¿crees que si no te hubiéramos ayudado tu o tu familia estarían vivos? —me entregó la capucha y se la arrebaté mirándolo.

-¿Tú crees que después de esto tengo ganas de vivir? Me quitaron todo...ahora tengo que hacer algo que no quiero y quien amo está muerta. —gruñí dando un paso hacia él. —arruinaron mi vida desde el momento que la arrebataron de mis brazos, para mí son iguales que esos que tanto persiguen. —me acerqué a Jasón. —llévame a mi casa, no pienso soportar esto un minuto más. —me coloqué la capucha al verlo asentir y me sujetó del brazo guiándome de nuevo. Ambos subimos al auto, todo estuvo en total silencio por un par de minutos hasta él decidió hablar, aunque no le tomé mucha importancia.

-¿De verdad piensas que somos iguales a ellos? —murmuró y giré mi cabeza hacia él, aunque no podía verlo. —te contaré algo...Anahí vivió con nosotros desde los diez años, desde muy pequeña vivió abuso por parte de unos desgraciados, tal vez ella no te lo contó pero cada noche gritaba, lloraba, a veces le daba miedo acercarse a nosotros a pesar de que estaba en terapia con Carmen y otra chica, pasaron meses para que ella nos tomará confianza, se vengó de los que le hicieron ese daño...así que no, no nos puedes compararnos con personas así, jamás le pondríamos la mano encima a una niña inocente o hacerle daño a quien no lo merezca, cada uno de nosotros ha vivido su lucha y puede que no todo lo que Marcus te dijo de su vida era verdad, pero si es un amigo que daría la vida por ti, eso no lo dudes ni lo olvides.

-¿Qué te pasó a ti? ¿Cómo llegaste con ellos? —carraspeé un poco al sentir un ligero nudo en mi garganta. —bueno, si es que se puede saber.

-No sé si debería contarte esto... —susurró soltando un suspiro y sentí cómo la velocidad del auto disminuyo un poco. —de acuerdo...yo vivía en las calles, me dedicaba a robar a ciertas personas para poder comer y comprar marihuana, ya sabes...un día le robé a la persona equivocada o por lo menos eso pensé en esos momentos porque llegaron varios agentes al lugar en el que me quedaba, le robé a Richard su laptop y bueno la rastreó hasta dar conmigo...me arrestaron, después de unos días me dio la oportunidad de colaborar con él por mis habilidades, cada día tenía que entrenar hasta que estuve listo, conocí a varios de los chicos, tengo entendido que Marcus fue el primero en estar trabajando para Richard, pero no quise preguntar más.

-¿Adaptarte a esa vida fue difícil? —quité la tela de mi cara, ya me estaba desesperando. —lo siento, me estaba sofocando.

-No te preocupes, ya estamos lejos del lugar y respondiendo a tu pregunta...si lo fue, la primera vez que matas a alguien es difícil, pero después es algo que solo haces, como si fuera una rutina, no te produce placer pero tampoco remordimiento, aunque a veces si lo disfrutas porque has pasado mucho tiempo para encontrar a esa persona...pero el punto es que si hubiera tenido la oportunidad de ser alguien más no lo aceptaría, me gusta quien soy, me he esforzado por mantener a salvo a las personas y ver sus rostros al recuperar a un ser querido, es más que suficiente para saber qué es lo correcto, pero en fin, son cosas de la vida, no a todos nos va bien ni a todos mal, cada uno sale adelante cómo puede y está bien. —se encogió de hombros sonriendo y fruncí mi ceño al verlo levantar su mano saludando a alguien. —llegamos, tu prometida te espera, parece preocupada.

-No es lo que crees. —giré mi cabeza mirando hacia la entrada de la casa y suspiré asintiendo despacio, ahora que lo recuerdo ni siquiera le avise que saldría. —bueno...gracias por contarme espero que sea la verdad.

-Lo es, no todo lo que hemos dicho es mentira. —sonreí bajando del auto y me despedí de él antes de caminar hacia Emily.

-Dios Matt...me tenías preocupada ya es muy tarde y no había señales de ti, dejaste tu celular arriba estaba a punto de llamar a la policía. —me reprochó exaltada mientras entraba a la casa. —Matt... ¿estás bien?

-Sí Emily, estoy bien...a donde vaya no es de tu incumbencia y no pienso avisar cada que salga, iré a dormir, que nadie me moleste...eso te incluye. —subí las escaleras y al entrar a la habitación cerré con seguro para después tumbarme en la cama mirando la urna. —tu vida fue un infierno...y yo solo lo empeore...espero que puedas perdonarme. —tomé la urna acomodarme de lado y cerré mis ojos tratando de quedarme dormido, lo conseguí minutos después soñando con ella. 

Atado a ti por siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora