CAPÍTULO 75: Una linda sorpresa II.

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Matt decidió llamar a sus hermanos para darles la noticia ya que todos estábamos reunidos, también para saber cómo va Thomas, al parecer está todo bien, pero se nota que está cansado, también le insistimos que podíamos posponer la boda a lo que se negó ya que le costó mucho que lo dejarán viajar e incluso vendría con una chica que conoció y al parecer están empezando una relación. Después de hablar con ellos me fui a la cocina con los chicos detrás de mí, me abrazaron fuerza, aunque Tato también me dio un zape a lo que le respondí golpeando su abdomen, pero sin lastimarlo.

-¿Así que por eso no querías volver a trabajar con nosotros? —dijo Tato indignado cruzándose de brazos, pero me sonrió picando mi vientre. —te lo perdonaré solo porque te ves feliz. —me senté en la barra de la cocina al agarrar una manzana. — ¿le avisaste a tu familia? —negué despacio comiendo la manzana.

-Mmm...si lo siento, queríamos tener otro bebé. —murmuré mirándolos. —no, pero hablé con alguien que me ayudará a encontrarlos, ya solo estoy esperando a que me regrese la llamada, pero de seguro no tarda. —les dije y al terminar de comer bajé de la barra. —solo espero poder hablar con ellos lo antes posible, vamos. —salí de la cocina al escuchar que Matt me llamaba.

-Solo te pido que no le digas a Carmen lo que te conté, ella ya tomó su decisión y no quiero que por presión quiera regresar. —dijo Diablo caminando detrás de mí, pero lo ignoré, claro que voy a hablar con ella porque la conozco y sé que pasa algo más.

(......)

Luego de la cena nos fuimos a descansar porque ya era algo tarde, estaba tan cómoda durmiendo hasta que el celular comenzó a sonar así que me levanté adormilada a contestar, por un momento solo escuché que era mi antiguo director, cuando dijo en dónde estaba mi papá con los chicos abrí mis ojos de golpe, creo que hasta se me fue el sueño del asombro...quería ser yo quien les diera una sorpresa, pero resulta que la sorprendida fui yo.

Después de colgar me cambie de ropa por un pans, suéter, tenis, saqué algo de dinero de mi bolso y deje una nota para Matt diciendo que tenía que salir, que no se preocupara, quizás algo irresponsable de mi parte, pero estoy enojada así que me vale.

Pedí un taxi con mi celular, al llegar me llevó a la dirección que me habían dado, el taxista me dijo que era una zona muy peligrosa para ir a las cuatro de la mañana, pero media dormida y enojada no pienso bien. Después de pagarle entre al edifico por las escaleras acomodando la capucha para que no se cayera y al llegar al piso me acerqué a la puerta tocando con fuerza, que den gracias de que no la tiré para entrar.

-¿Tú que haces aquí? —preguntó Iván al abrir la puerta y al darse cuenta de que estaba molesta se hizo a un lado rascando su nuca. —aunque no lo creas hay una buena razón del porque te ocultamos que tenemos dos semanas aquí. —al entrar a la sala todos se me quedaron mirando.

-¡¿Tienen aquí dos put*s semanas?! ¡¿Es en serio?! ¡¿Me pensaban avisar hasta que fuera navidad o qué?! ¿Por qué no me dijeron nada? Y espero que su maldita escusa sea buena. —pregunté molesta y me crucé de brazos esperando una respuesta, pero todos se miraban unos a otros cómo idiot*s. —ah...con que así serán las cosas, perfecto...y yo de idi*ta esperándolos emocionada para darles una noticia, pero se pueden ir a la mie*da. —al darme la vuelta tope con el pecho de Iván. —tu quítate. —lo empujé caminando a la puerta.

-¡Enana espera! No te enojes. —abrí la puerta, pero la mano de Pedro la cerró y al mirarlo estaba haciendo un puchero. —primero escúchanos, nos tomaste de sorpresa y con sueño. —me crucé de brazos frunciendo mi ceño y él me llevó de los hombros a la sala, aunque me resistí.

-Hija...no es lo que crees. —rodé mis ojos al escuchar a mi papá y desvié la mirada hacia la pared prefiero, mirar eso que a ellos. —terminamos un caso, pero nos asignaron otro de inmediato aquí y cómo puedes ver debemos tener mucho cuidado por la zona. —lo miré levantando una ceja porque es obvio que estuvieron en lugares peores y jamás dejamos de hablar.

-No es necesario que sigan mintiendo... —dijo Carmen acercándose a mí abrazando un cobertor. —yo les pedí que no te dijeran nada porque no quería ponerte contra la espalda y la pared. —la miré sin entender nada. —es verdad que estamos aquí por el caso, yo pedí salir desde hace unas dos o tres semanas, pero no me fui porque no quería estar sola.

-¿Qué pasa? ¿Por qué dices que no me quieres poner contra la espalda y la pared? —pregunté sujetando su mano cuando sus ojos se cristalizaron. —oye...no llores, creo que exageré con mi reacción, en serio lo lamento mucho. —murmuré limpiando sus lágrimas.

-Es que lo dije porque...estoy embarazada y no estoy lista para que Diablo se entere. —abrí mi boca tratando de decir algo, pero las palabras no me salían. —entré en pánico y terminé con él...ahora siento que si le digo me va a odiar o ni siquiera me va a creer que es de él...pero lo es, te juro que lo es, tengo cuatro semanas.

-No tienes que jurarme nada...yo te creo y sé que él también lo hará. —la abracé con fuerza acariciando su espalda. —no seas boba...si tú me pides que no le diga nada no lo diré, te prometo que no lo haré, eso es algo que solo tú puedes decidir...pero deberías decirle lo más pronto posible, te lo digo por experiencia.

-Lo haré, pero aún no...no sé cómo y tengo miedo a su reacción, siempre ha dicho que no le gustan los niños. —se separó de mi para sentarse en el sofá. —primero tengo que asimilar que estoy embarazada y luego el cómo decirle a Diablo...de verdad perdona por no decirte nada, sé que él es muy importante para ti por eso no quería obligarte a ocultarle esto.

-No digas eso, él es un tonto, pero te ama y sé que a ese bebé también lo amará. —me senté en el brazo del sofá en el que estaba Iván. —olvídalo, yo no debí reaccionar así es que me tomó por sorpresa saber que tenían tiempo aquí y yo sin saber nada...ya me tengo que ir me salí sin avisarle a Matt y si no me ve se pondrá paranoico más por el embarazo, ya saben.

-Yo te llevo porque es... ¿qué dijiste? —preguntó mi papá al levantarse y me miró frunciendo su ceño al igual que los demás. — ¿estás embarazada? ¿tú también? Jod*r...mejor pondré una guardería en lugar de trabajar en la agencia. —reí correspondiendo el abrazo. —mis dos niñas embarazadas al mismo tiempo...no me quiero imaginar el día del parto, estará de locos.

-Papá no somos unas niñas, no exageres. —sonreí besando su mejilla y luego solté un pequeño quejido cuando los demás se unieron al abrazo. —por más que me encantara seguir siendo aplastada por ustedes tengo que regresar a casa antes de que Matt se dé cuenta. —se separaron renegando y después de despedirme de cada uno papá me llevo a casa.

Al llegar a la casa me quedé unos minutos hablando con mi papá hasta que Matt salió todo histérico revisándome para ver que estuviera bien mientras me hacía mil preguntas y al darse cuenta de que mi papá estaba aquí la emoción le ganó porque le gritó "¡Voy a ser papá!" mientras lo abrazaba y al darse cuenta de lo que hizo se fue separando poco a poco, pero mi papá correspondió el abrazo, aunque claro aprovechó para darle unas palmadas en la espalda un poco fuertes. 

Atado a ti por siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora