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CHAT ENTRE
FELIX Y CHANGBIN.

Lix.
¿No te has puesto a pensar en que vamos a ser la pareja famosa del hospital?

Bin my love.
Lo has repetido tanto que ya tengo una imagen en mi cabeza y es de todo, menos al estilo película taquillera que tú imaginas.

Lix.
¿Pero en serio no lo consideras?
Yo sí nos tendría envidia.

Bin my love.
Claramente, ¿acaso no has visto como me veo con la bata?

Lix.
Te odio.

Bin my love.
Ya, si tú también te ves bien con la bata de enfermero, y no diré nada más porque no pienso sexualizar profesiones.

Lix.
NO TENÍA NADA QUE VER.
Pero ya no importa, ¿has escuchado que los doctores y enfermeros son los más infieles?

Bin my love.
¿Me estás intentando decir algo?
No seré doctor ni enfermero.

Lix.
Tú no, pero yo sí.

Bin my love.
Chao, me voy a dormir.

Lix.
JAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAAJJAJAJA
Tanto que decías que odiabas los hospitales y probablemente termines trabajando en uno.

Bin my love.
Por trabajo y plata hacemos hasta lo imposible.

Lix.
¿Me estás diciendo que no quieres ser psicólogo?

Bin my love.
Te estoy diciendo que no quiero trabajar.
Pero eso ya es sentimiento nacional, el capitalismo me tiene enfermo.
No queda de otra.

Lix.
JAJAJJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJA
¿Entonces sí seremos la pareja famosa del hospital o no te vencerá el capitalismo?

Bin my love.
Sí, Felix, todos nos van a envidiar.

Lix.
Eso es lo que quería leer <3

Hay cosas que realmente nos sorprende al recordar nuestra manera de pensar cuando éramos más jóvenes.

No todos los niños tienen su imaginación viva como las leyendas en pueblos antiguos. A algunos les pertubaron la mente y hay unos cuantos a los que se lo arrebataron. E independientemente de su situación, todos los niños ven el mundo con ojos soñadores, como si lo tuviesen en sus manos al igual que los copos de nieve que caen en invierno. Esos niños van a crecer, se convertirán en adolescentes perdidos y eventualmente perderán la magia, sin embargo, ni la etapa más oscura borrará todos esos sueños de infantes que no se pudieron cumplir.

Mark recuerda que su profesión favorita de niño era ser profesor al igual como fue su padre en algún momento. Le fascinaban las historias que contaba sobre sus alumnos, la manera en que imponía respeto era asombrosa. Siempre deseó ser como él.

Pero creció y olvidó todo.

Actualmente se encontraba estudiando bioquímica, y ni siquiera el mismo Mark estaba seguro de cuándo le comenzó a interesar, aunque sí estaba muy seguro de que le llama la atención todo lo que fuese complejo. Su novio, por ejemplo. Sin embargo, aún hay momentos en los que piensa en cómo hubiese sido si su sueño de niño fuese su carrera universitaria. Quizás ni siquiera tendría la paciencia para dar clases todo un día o aprenderse unos cincuenta nombres. Además, medir la inteligencia de los jóvenes con calificaciones lo haría parte del problema.

Stray BabiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora