Cometamos La Tragedia Pt. 2

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(Dedicado a greybeem )

Extremoduro - Standby 🎵

La visión a través de los ojos de Wooyoung parecía irreal, apocalíptica. Todo el mundo había entrado en pánico allí en el primer piso. Había cristales de copas desperdigados por el suelo, ningún control por parte de nadie, ya que todos los jefes estaban muertos, y un pánico que dominaba a los trabajadores y clientes.

El chico rubio esperó en medio de la gran sala, como si la situación no fuese con él. La gente acabó por desalojar el lugar y dejarlo solo, presas del miedo. Y el motivo no fue únicamente la explosión de la bomba en sí, sino el hecho de que Wooyoung llevaba en sus manos un par de pistolas.
Ahí, ahora solo, únicamente acompañado por un silencio creciente y una luz tenue, ya que el camarero había apagado todo de golpe antes de irse, notó que el móvil que San le había dado comenzaba a vibrar en su bolsillo.
Cogió la llamada sin dudar.

–¿Hongjoong? –preguntó el reo, cuestionándose el motivo de la llamada.

–¡Wooyoung! Llevo un rato llamando a San, pero no responde.

El rubio frunció el ceño, confuso.

–¿Para qué? ¿Tú dónde estás? Saliste a tiempo del club ¿no? –se preocupó de repente.

–Por suerte sí, pero llamaba porque Chris había venido conmigo y ha desaparecido. No sé dónde mierda está. Se supone que iba a esperarme fuera del club, pero cuando salí él no estaba, y tuve que irme sin él. Yo ya estoy en el barrio y no puedo evitar pensar que...

–¿¡Qué!? ¿Por qué trajiste a Christopher?

–Insistió en venir y dijo que esperaría fuera, así que creí que no iba a pasar nada.

Wooyoung se frotó la cara con la mano libre, estresado por ese hecho inesperado. Resopló antes de deducir lo que menos quería.

–¿Crees que le haya alcanzado la bomba? –preguntó el rubio en tono más bajo, como si así fuese menos real.

–No –respondió Hongjoong con firmeza– Yo juraría que ni siquiera entró al edificio. Dad con él antes de iros, por favor. Tiene que estar en alguna parte.

–Está bien –suspiró– Tú no te preocupes y descansa. Siento haberte metido en esto. Acaban de soltarte, así que no pienses más en nosotros. Te llamaré cuando todo esto haya pasado y estemos bien.

Wooyoung colgó sin esperar la respuesta de su querido amigo. No quería oír nada más de nadie que no fuera su padre y el hecho de que estaba próximo a meterle un balazo en la sien. Pero, por otra parte, la presencia del chico pelirrojo en el edificio le había descolocado los planes.

–Christopher... –susurró Wooyoung, mirando a su alrededor en el aparente vacío.

Con la inevitable intranquilidad en el cuerpo, esperó paciente a la llegada de San junto a su padre, y cuando ésta se produjo, fue completamente diferente a lo que se hubiera imaginado.

Wooyoung se quedó con la jodida boca abierta mientras la macabra figura de San se iba haciendo visible por el hueco de las escaleras.
Estaba lleno de sangre, con unas cuchillas resplandecientes unidas a sus dedos, el ojo ciego al descubierto, una herida sangrienta en su cara que se asemejaba al dibujo de una sonrisa extraña y, destacando por encima de todo, iba arrastrando tras de sí el cuerpo inerte de su padre.

Le recorrió un escalofrío cuando el pelinegro le miró a los ojos y soltó la pierna del señor Jung delante de él, como un perro de caza ofreciéndole una presa a su dueño.
Los impactados ojos de Wooyoung bajaron hasta el espectáculo que era su padre, y es que jamás en su vida esperó verle de esa forma tan... lamentable. Derrotado y medio muerto frente a sus narices.
San respiraba con fuerza y el rostro serio pero descompuesto, como si estuviera próximo a desplomarse.

LOVER BOY - woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora