#9

5.1K 659 496
                                    

Choi San tenía la manía de juntarse con un preso a la hora de comer. Era la única vez del día en la que se le veía acompañado, pues el pelinegro era solitario y nunca parecía necesitado de compañía. A la vez que normal, pues su apariencia no era demasiado amigable, era extraño, ya que todo el mundo parecía saber sobre él pero nadie se molestaba ni en saludarle.

Este preso con el que se juntaba parecía ser lo contrario a él. Llevaba un uniforme amarillo, tenía rasgos suaves aunque atractivos y expresión inofensiva, nunca era visto en problemas y tenía buena reputación allí dentro. Cuando ambos se sentaban frente a frente en aquella mesa, Wooyoung los observaba con curiosidad, pues no parecían hacer negocios como él había pensado, sino que conversaban con tranquilidad.

–¿Quién es ese? –tuvo que preguntar, curioso– Se tratan de desconocidos durante todo el día pero siempre los veo comer juntos.

–Parece que te interesan los asuntos de San –comentó Hongjoong, haciendo una pausa para terminar de masticar los macarrones de la comida– ¿Por qué tienes tanta curiosidad por él?

"Porque actúa raro y tiene dinero. Dinero que próximamente tiene que ser mío".

–Porque estoy aburrido. Es de los pocos que parecen ser mínimamente interesantes, y como no tengo otra cosa que hacer...

El rubio apartó la mirada de ambos sujetos y puso atención a su propia comida.

–Es Taehyung –habló Hongjoong, repentinamente– Es buen chico, o por lo menos eso dicen, además de que nunca le he visto en líos. Quizás se conociesen fuera de aquí, no tengo ni idea.

–Taehyung –repitió Wooyoung– No había oído hablar de él. Por cierto, ¿por qué sabes tantas cosas sobre los presos?

–Soy cotilla por naturaleza. Creo que por eso tú y yo congeniamos tan bien –respondió el bajito riendo– Pero mucha gente habla de Kim Taehyung. Algunos dicen que era modelo de pasarela y que acabó aquí por meterse en las drogas, otros dicen que en verdad es un diablo con cara de ángel... no sé, hasta he oído disparates como que era un simple chaval de barrio, que sin nadie esperárselo, asesinó a alguien a sangre fría.

–No creo –rio Wooyoung– Se le ve muy... high class. Un diablo con cara de ángel tampoco, parece realmente inocente.

Hongjoong rio a su vez y negó con la cabeza.

–Nunca se sabe.

–¿Y San? ¿Qué opinas de él?

–Un preso corriente. No es tan interesante como piensas. No hace nada fuera de lo normal.

–Creo que las habladurías se confunden. El diablo con cara de ángel no es Kim Taehyung... –dijo el rubio. Acto seguido alargó el brazo para señalar con el dedo a San– Es él.

Hongjoong siguió con su vista lo que el contrario señalaba descaradamente, y casi le baja el brazo a Wooyoung cuando Choi San le miró de vuelta. El rubio parecía señalarle con intenciones de que se diera cuenta, así que no se acobardó cuando sintió los ásperos ojos de San sobre los suyos. Taehyung también miró hacia él, y entonces el rubio llevó su mano acusadora de vuelta a la mesa para prestarle completa atención a su comida, como si nada.

Al pelinegro no pareció importarle que estuvieran hablando de él, porque no mostró reacción alguna e imitó al rubio cuando volvió a sus asuntos.

–¿Qué ha sido eso? –preguntó Hongjoong, un poco nervioso– ¿Quieres buscarte problemas con los presos o qué?

–Si yo no he hecho nada.

Cuando la hora de comer finalizó, Hongjoong y Wooyoung partieron caminos con la excusa de que éste último tenía asuntos que atender. Los asuntos en cuestión se trataban sobre un pacto que había conseguido formar con Seonghwa, el funcionario, durante tres arduos días de convicción. Le ofrecía favores sexuales a cambio de que ingresase una cantidad de dinero determinada en una cuenta que el rubio le había dado. El joven trabajador se mostró reticente al principio, pero Wooyoung sabía que tenía debilidad por él, y aprovechó aquello hasta conseguir lo que quería.

LOVER BOY - woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora