#26

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Un Veneno - C.Tangana & Niño De Elche 🎵
Quiero Llorar - Sila Lua 🎵

Su chaqueta olía a cuero y todo él emanaba un ambiente fresco.

A pesar de llevar estacionados más de tres minutos, ambos chicos se quedaron inmóviles sobre la motocicleta. Wooyoung no quiso aflojar el agarre en la cintura del contrario. Le daba igual que no se conocieran; era la única persona junto con él que había visto lo sucedido, y el rubio solo necesitaba consuelo.

–¿Estás bien? –preguntó el motorista, sintiendo las respiraciones nerviosas del otro.

–Mmm... No.

El chico de pelo azabache se removió incómodo, quitándose el casco y aflojando el agarre de Wooyoung sobre su cuerpo para poder ponerse en pie. El reo se bajó del vehículo después de él y miró a su alrededor, sin saber qué hacer. Estaban en un barrio de baldosas rojas y ambiente hogareño, tranquilo. El olor a repostería procedente de la panadería que hacía esquina le recordó que estaba muriendo de hambre. Había un parque y muchos bancos en la plaza, estando rodeada por viviendas humildes.

El azabache le miró, sintiendo algo de pena por ese chico que lucía desorientado y extraviado. Le tendió la mano.

–Bueno, yo soy... –comenzó a decir, queriendo empezar las cosas de la manera correcta– Jeon Jungkook. ¿Tú eres Wooyoung, no?

El rubio asintió, estrechando su mano sin ganas.

–¿Adónde me has traído? –preguntó, mirando a su alrededor.

–Vamos dentro y te explico. No es seguro quedarse fuera aunque nos hayan perdido de vista.

Wooyoung no quería quedarse fuera, pero tampoco quería entrar a ningún sitio. No quería estar con ese tipo, pero tampoco quería estar solo. Irónicamente, lo único que deseaba era regresar a la Zona Este.

Le siguió sin pronunciar palabra hasta llegar a un local situado en la plaza. No entendió por qué, pero hasta Jungkook parecía nervioso. El chico llamó y no tuvieron que esperar demasiado para ser recibidos.

–Jeon –saludó el chico pelirrojo que les había abierto. Miró tras Jungkook y se fijó en el rubio, quedándose con la mirada fija unos segundos– Pasad.

Wooyoung se quedó estático en el interior del local. Había más gente de la que se esperaba. Además del pelirrojo, otros dos tíos y una chica estaban sentados en los sofás. Ni siquiera se sentía capaz de expresar su desagrado, puesto que no tenía otro sitio al que ir.

–Jungkook, ¿todo bien? –habló la mujer rubia, levantándose para dar un abrazo al mencionado– Me alegro que hayas vuelto al fin.

Jungkook no correspondió su muestra de cariño pero se dejó abrazar. Wooyoung inspeccionó a los presentes con la vista y se dispuso a tomar asiento en una silla.

–Estoy muy confuso ahora mismo –dijo, ansiando por explicaciones.

–Conociste a Taehyung ¿verdad? –preguntó el pelirrojo, que parecía ser el dueño del local, sentándose en la silla frente a él.

–Sí.

Los demás volvieron a sus asientos en los sofás excepto Jungkook, quien se quedó recostado en la pared.

–Nosotros fuimos sus amigos. Bueno, lo somos. Yo soy Christopher, él es Hoseok –presentó, señalando al chico musculoso de media sonrisa– Chaerin –la rubia– Seungyoon –el restante– Y bueno, Jeon.

Parecía que Christopher y Jungkook no estaban en buenos términos por la frialdad con la que se trataban. Wooyoung se preguntó las razones por las que Taehyung le ayudaría tanto, a la vez que se sorprendió por la unión que debía de tener con sus amigos como para que éstos accedieran a encubrir la fuga de un preso que no conocían.

LOVER BOY - woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora