Capítulo 30

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Well you look like yourself
But you're somebody else
Only it ain't on the surface

Well you talk like yourself
No, I hear someone else though
Now you're making me nervous


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Rey se levantó de la cama cuando el reloj que yacía en una de las mesitas junto a la cama, marcó las cero seiscientas horas. Tendría una hora para arreglarse antes del desayuno e intentaría meditar. Se bañó y se puso la ropa del día, eligiendo un conjunto negro que tenía mangas medio cortadas de arriba hacia abajo, dejando expuesta un poco de piel en ambos brazos, con un profundo escote en v y un cinturón azul que tenía tela verde colgando que lo hacía parecer falda. Se dejó el cabello suelto y se maquilló de manera natural como Kaydel le había enseñado días atrás.

Salió de la habitación y fue al comedor de empleados, donde se sentó junto a Rose.

—Te ves muy bien—halagó la pelinegra a su amiga.

—Gracias—respondió Rey—. No sabía qué ponerme, creí que esto estaría bien.

—Elegiste bien. Queda perfecto para hoy...—mencionó mientras partía su lomo de terrafina ahumado—. ¿Cómo te sientes sabiendo que hoy comienza tu trabajo oficialmente?

—Muy nerviosa, ¿y si no le agrado al Príncipe?—cuestionó con inseguridad mientras comía un bocado de sus hotcakes estilo corelliano.

—Por supuesto que le vas a agradar, estoy segura de ello. Lamento si te asusté con lo que te dije sobre su actitud.

—No es eso—Rey rio.

—¿Entonces? Si no quieres decirme esta bien—le sonrió—. Pero entiendo el sentimiento, yo también estaba muy nerviosa cuando comencé a trabajar aquí.

Rey le sonrió y dio un sorbo a su leche azul.

No es por eso que estoy nerviosa.

Cuando terminaron de comer, Rose se fue al taller, dejando a Rey sola, quien decidió ir a la oficina para ver si Kaydel la necesitaba para algo.

—Qué bueno que te encuentro—dijo Kaydel al verla—. Necesito que me ayudes. Lleva estos documentos a la oficina del Príncipe, y acomódalos en orden. Después asegúrate que todo esté limpio y en total orden, ¿entendido? Yo iré después con más cosas y pondremos en orden nuestras respectivas oficinas, además de que debemos ayudar a Korr y a Greer con los detalles de la celebración de mañana.

Rey asintió y tomó los documentos entre sus manos. Caminó hasta la nueva oficina de Ben e hizo todo lo que Kaydel le pidió. Miró el lugar y se imaginó como se vería él, si estaría vestido como Jedi o tendría vestimenta digna de la realeza, como Leia. Salió de allí y fue a su oficina, que estaba a un lado de la de Ben, entró y se sentó en una de la sillas. No había mucho que ordenar pues apenas comenzaría con su trabajo, por lo que acomodó su datapad y su holopad, pensando en que accesorios podría agregarle al lugar para que se sintiera que realmente era suyo.

Fue hacia la ventana y admiró la vista hasta que vio a un guardia muy parecido a su mejor amigo, Finn. Sonrió ampliamente y pensó en como acercarse a él. Había sido su amigo por más de un año y esperaba que aquí también pudiera serlo.

La puerta se abrió, mostrando a Kaydel y Rey volteó a verla con curiosidad.

—El Príncipe llegó—avisó la rubia, mostrando un poco de preocupación en su voz—. Debemos ir a darle la bienvenida y a que te presentes ante él—explicó, saliendo de la oficina seguida de Rey—. A mí ya me conoce desde hace tres años, así que sólo tú te presentarás, pero no te preocupes, estaré allí contigo, al igual que la Primera Senadora, Han, Greer y Korrie.

En otra vida te encontraréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora