Esta es una historia sobre una díada condenada a encontrarse en cada vida hasta por fin estar junta como siempre debió ser, teniendo varios obstáculos en el camino, volviendo casi imposible su unión.
¿Será que el amor es más fuerte que una alianza o...
Ben caminaba por los pasillos en busca de Rey, sabía que podría encontrarla en los jardines o fuera del castillo pero no la encontró en ningún lado, así que pensó en preguntar por ella y finalmente borró esa idea ya que sonaría muy extraño. Mientras seguía divagando por los pasillos se encontró con Jannah, quien iba caminado felizmente.
- Disculpa - Ben se acercó a ella.
- Su alteza - Jannah hizo una reverencia - ¿Qué necesita?
- Sé que sonará extraño, pero ¿sabe dónde está la princesa Palpatine? - preguntó Ben algo apenado.
- Está en sus aposentos - sonrió - Y no creo que salga en un rato, así que podría ir a verla allá - opinó - las chicas y yo podríamos ayudar a que entre sin ser visto por nadie más. Si está de acuerdo, vaya a los aposentos del lado este y la puerta más grande es la de ella.
- Está bien - asintió con la cabeza y cada uno tomó su propio camino.
*
Jannah corrió por los pasillos hasta llegar a los aposentos de Rey completamente exhausta, abrió la puerta y se dirigió hacia Rose.
- ¿Su alteza está dormida? - preguntó respirando muy hondo y viendo hacia Rey quien estaba acostada en la cama.
- Profundamente dormida - Rose rió a lo bajo - ¿qué pasó?
- El príncipe Solo vendrá a ver a su alteza y necesito ayuda para entretener a los guardias del pasillo en lo que Ben viene.
- Reunamos a todas.
Rose fue con Anne y Jannah con Emma, las cuatros se juntaron y se acercaron a la ventana donde idearon aquel plan. Emma, Anne y Jannah fueron con aquellos guardias y los llevaron lejos de ahí, mientras Rose esperó a que Ben llegara. Rey despertó y se dio cuenta que sus damas no estaban, estaba confundida y no sabía que estaba pasando. La puerta se abrió y Rose entró junto a Ben, quien le echó un vistazo rápido a la habitación admirando por más tiempo un retrato de ella.
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- Ben - susurró y él volteó a verla.
- Rey, él te explicara lo que sucede - dijo rápidamente - cuando quiera salir, toque la puerta - dirigió su mirada hacia Ben - bueno, eso es todo - dicho eso, cerró la puerta tras ella y sólo quedaron en la habitación, Ben y Rey. Ella lo invitó a acercarse, él hizo caso y ambos se sentaron en aquel mueble bajo la ventana.
- ¿Cómo lograste entrar? Siempre hay guardias en este pasillo por mi seguridad - dijo eso último como reproche.
- Tus damas ayudaron - rió - son buenas con los planes.
