Capítulo 5

343 31 9
                                    

Había pasado una semana y media desde que Poe había zarpado a su misión, pero una tormenta y la intoxicación por algunos peces comidos, causo que aquel viaje se convirtiera en una pesadilla y por lo cual decidió volver a Alderaan. Cuando llegó a la costa, lo esperaba la reina, el consorte de la reina, algunos guardias y soldados, uno que otro sirvientes y por supuesto, Armitage.

Bajó del barco e hizo una reverencia al ver a la reina Leia acercarse a él.

- Poe, quiero tu reporte. Te espero en la sala del trono, tenemos muchas cosas de que hablar. - dicho eso, se retiró con todos los demás, excepto Armitage.

- Poe, Poe, Poe. ¿Cómo es que llegaste tan pronto? - preguntó Hux con una media sonrisa burlona.

- Extrañaba el reino, así que volví.

- Si tan solo fueras tan bueno mintiendo como lo eres metiéndote en problemas. - miró hacia el barco.

Poe suspiró - Tuvimos a algunos problemas, la mitad de la tripulación se intoxicó con un pescado - Hux rió a lo bajó y Poe lo miró mal - y hubo una gran tormenta la cual alcanzamos a esquivar al volver aquí. 

Armitage puso su rostro serio de nuevo y le dio una palmada en la espalda. Ambos sonrieron de lado y caminaron rumbo al castillo, ya que Poe tenía explicaciones que dar. 

Entró a la sala del trono, donde Leia lo esperaba sentada en su gran trono. Ella lo miró y le hizo un ademán para que se acercara a ella. mientras caminaba, vio a uno de sus costados a Han y a Armitage que lo miraban con un rostro de apoyo moral.

- Su majestad - hizo una reverencia, estaba nervioso y tenía miedo - Lamento que la misión no haya sido un éxito, tengo toda la responsabilidad por lo ocurrido y realmente lo lamento. 

- Sé que lo sientes, y sé que no fue culpa tuya. Hablé con dos de la tripulación que no estaban enfermos y ellos me comentaron la situación, lo que hiciste fue la mejor decisión. Sólo espero que no vuelva a suceder, hacer estos viajes es muy costoso. - Poe se sintió menos temeroso al escuchar eso y esbozó una media sonrisa. - Prepara tus cosas que mañana a primera hora viajaras a Naboo junto al joven Hux.

Ambos chicos se miraron y por dentro estaban muy emocionados. "El trio temible" estaría reunido de nuevo, aunque eso le daba un poco de miedo a Leia ya que sabia que los tres juntos significaban peligro, pero tenía fe de que esta vez no pasaría nada y confiaba en que los tres se comportarían como se debe para que el reino tuviera la reputación intacta.

*

Llegaron al castillo y Ben bajó de la carreta, se quitó el poncho y el sombrero para dárselos a Jacobo, él los tomó y le sonrió.

- Esperemos que si lo dejen entrar, su alteza. - Ben cruzó los dedos.

- Muchas gracias por la ayuda, Jacobo. No sé como agradecerte, bueno, en realidad sí sé - recordó lo que le dio Han - Toma - sacó de su bolsillo aquella bolsita con oro y se la extendió al comerciante - lo mereces, eres un buen hombre y esto podrá ayudarte a ti y a tu familia.

Jacobo tomó la bolsa y escuchó el oro - no puedo - se la extendió a Ben - no creo que sea correcto. Lo ayudé porque es lo correcto, no porque quisiera algo a cambió.

- Lo sé y por eso mismo quiero dártelo. Por favor, acéptalo. - Ben suplicó y Jacobo al fin lo tomó. - Saluda a tu familia de mi parte. Y si alguna vez tienes algún problema o algo parecido, no dudes en ir al castillo y yo te ayudaré. 

- No creo que sea necesario, su alteza. - Ben lo miró serio - pero lo tomaré en cuenta.

Ben sonrió y con un leve asentimiento de cabeza, se alejó del carruaje, Jacobo siguió su camino y ambos mientras se alejaban, sonreían. Ben llegó a la entrada del castillo, pero debido a su vestimenta, los guardias no lo dejaban pasar. 

En otra vida te encontraréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora