Capítulo 16

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Al día siguiente Ben despertó, viendo a Rey profundamente dormida en su regazo, sonrió ante el recuerdo de aquella noche: ambos habían llegado a los aposentos de ella sin saber cómo, sólo sabían que los guardias no estaban y tomaron esa oportunidad para llegar hasta ahí, ambos comenzaron a besarse y de un momento a otro ese beso era mucho más apasionado, con mucho deseo y estaban acostados en la cama quitándose la ropa, las cosas se pusieron más intensas y tuvieron la mejor noche de sus vidas.

Ben se movió un poco para ponerse su ropa, ya estaba amaneciendo y en cualquier momento llegarían sus damas, lo que menos quería era que lo vieran desnudo. Cuando terminaba de ponerse su pantalón, Rey despertó y le sonrió medio adormilada.

- Hola - dijo él con una sonrisa.

- Hola - contestó y luego bostezó, estirándose un poco en la cama.

Ben se sentó para ponerse sus zapatos y ella se acercó a él con la sábana tapando su pecho, lo abrazó por la espalda y besó su hombro aún desnudo.

- Vaya forma de vestirte - rió - Creí que era primero la camisa antes que los zapatos.

- Cada quien tiene su forma, esta no es la mía, pero supuse que querrías admirar un poco más - sonrió pícaramente.

- Pues muchas gracias - recargó su mentón en el hombro recién besado.

- ¿Cómo saldré de aquí? - volteó un poco sus ojos hacia ella - En la noche tuvimos suerte, pero ahora no lo creo.

- Recuerda que siempre contamos con la ayuda de mis damas - guiñó el ojo y se separó de él para que pudiera ponerse su ropa de arriba - además, ¿no disfrutas de mi compañía? - se acomodó la sábana en su cuerpo y se levantó por su ropa para al menos ponerse su túnica blanca que era ropa interior y solía usar para dormir. Él volteó a verla y ambos se acercaron, tomó su mentón y la acercó a él para besarla, aquel beso era tierno y ambos sonrieron mientras seguían en aquel acto.

- Quisiera que esto no terminara - lo miró con tristeza y él acarició su mejilla con suma delicadeza.

- Yo también, aunque deberíamos aprovechar los momentos que nos quedan - besó su sien.

La puerta se abrió, haciendo que ambos se sobresaltaran y se separaran rápidamente. Voltearon hacia la puerta y vieron a Emma, Anne y Jannah delante de la puerta ya cerrada.

- Sus altezas - hicieron una reverencia y sonrieron

- Creí que se extrañarían de que él estuviera aquí - dijo Rey, incrédula y señalándolo.

- Mi lady, no es tan discreta como cree, además Jannah y yo la vimos salir junto a su alteza, el príncipe Solo, hacia acá y tuvimos que distraer a los guardias para que pudieran pase sin dificultad - explicó Emma con una gran sonrisa.

- ¿Fue su idea? - preguntó Ben totalmente sorprendido.

- Sí - dijeron al mismo tiempo

- Cuando salieron del salón - Jannah comenzó a contar lo sucedido - supimos sus intenciones, así que tuvimos que ir por el camino más rápido...

- Tuvimos que pasar por los jardines y terminamos con espinas en los brazos, pero valió la pena - interrumpió Emma.

- Y encontramos una manera de distraer a esos grandulones, lanzamos piedras desde un ángulo que pareciera fuera del castillo e hicimos diferentes ruidos, causando que se alejaran de sus puestos.

- Y cuando ustedes ya estuvieron dentro, nosotras nos quedamos afuera simulando que la habíamos ido a dejar, así que cuando ellos volvieron al pasillo, no se dieron cuenta de nada - terminó de explicar con entusiasmo Emma.

En otra vida te encontraréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora