Capítulo 34 Surge el Distrito Máscara

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Para Valeria era normal levantarse con frío desde que vivía en Ciudad Bolívar, pero esta vez sentía cómo las bajas temperaturas le calaban hasta los huesos. Quiso pararse de la cama, pero el dolor general en el cuerpo se lo impedía, así que sólo se acomodó en el espaldar y esperó a que todo parara de dar vueltas. Todavía no podía olvidar al Caballero Monstruoso.

- Que bien se siente... estar en la cama...tan bien que... no me voy a parar... no lo necesito... -dijo Valeria, con melancolía.

Cerró los ojos, esperando retomar el sueño para así hallar el alivio a su malestar y a la frustración que la agobiaba. Valeria ya había sido vencida antes, pero le había calado realmente el haber sido sometida por el poder del Jinete, aunque él no lo hubiera hecho a propósito. Quiso dejar de pensar en eso y sólo suspiró, esperando que el quedarse dormida disipara esos malos pensamientos, más cuando la neblina del sueño comenzaba a envolverla, la puerta se abrió de golpe.

- Buenos días, ¿Cómo amaneció hoy la enfermita? - preguntó Yuli con algo de sarcasmo en la voz.

- Umm... ¿enferma? ¿Cómo sin ganas de hacer nada? ¿con frío? - dijo al abrazarse ella misma.

- Lo del frío se le quita con caldito- dijo Yuli mientras llevaba la bandeja hacia su cama. Una vez allí se sentó a su lado.

El aroma de la sopa animó a Valeria y probar la primera cucharada la reconfortó, pero sentía que no era suficiente.

- Está rica... sí...-vociferó la chica.

- Yo ya sé que la puede hacer sentir mejor, mija - dijo Yuli, al tiempo que se paraba de la cama.

- Una forma de resistir...

- ¿Qué cosa?

- ¿Recuerdas lo que me dijo él Caballero? – le dijo Valeria.

- Sí, algo...

- Yo sí. O más bien, qué le dijo a Doña Ceci de mí: "Y dígale a su aprendiz que se fortalezca. De nada va a poder servir si no resiste siquiera un golpe de gravedad espontáneo".

- Ya, sí, sí. Es como una llamada a volverse más fuerte, creo yo.

- Sí, por eso necesito volver y ganar resistencia- dijo muy seria Valeria, tras dejar de comer.

- Yo creo, no, yo estoy segura, de que usted puede conseguir eso que quiere, pero en su otro estado, el de La Hija de Atlas.

- ¡Obvio! Es que... ¿Cómo no me fijé? ¡Con mis poderes le resisto los golpes de gravedad que quiera! - Exclamó Valeria, más animada.

- Sí, sí, pero tome caldito, y...

- Bueno, y luego me baño, me visto, y nos vamos a donde está el agujero negro- dijo animada Valeria mientras tomaba una cucharada tras otra de sopa.

- El caballero ese no sale siempre, por lo que nos dijo Julián, así que va a pasar un tiempito largo hasta que lo veamos de nuevo- le explicó Yuli.

- Ah... Pero el caballero... el caballero ganó esa fuerza metiéndose al vórtice. Tal vez yo...

- Los ganó como Fomor. Que, si fuera humano, seguro que se muere, mija- intentó hacerle entender Yuli.

- Sí, obvio, Pero ¿cómo es que sabes tanto? - dijo Valeria a la vez que se sobaba la cabeza.

- Ah, es que leía unas notas que Julián comparó con Manabo, y que me envió hace poquito. ¿Se las leo?

La Hija de Atlas: #1- Morder el PolvoWhere stories live. Discover now