Capítulo 12 Máscara, Bufanda, Cinturón

17 3 4
                                    

Una vez terminó la presentación del "outfit" que Shizuka diseñó para Valeria, tanto Doña Ceci como Yuli salieron a la calle, y Valeria, por indicación de la mujer, se les unió momentos después.

Manabo y Shizuka, a su vez, se recluyeron en sus habitaciones a ocuparse de sus cosas. La chica no dejaba de pensar en lo sobrio y adecuado que le había quedado el traje de Valeria, antes de que Manabo le añadiera la cangurera.

Sobre los diseños para los parches que quería para la chaqueta de Valeria tenía bastantes ideas, y quería esbozarlas cuanto antes, aunque primero quería ocuparse de los diseños que creara para Valeria, inspirados en el hecho de que era una súper mujer con poderes y apariencia basados en la aviación. Sin embargo, la interpretación de Shizuka de cómo debía verse una heroína era muy distinta a como la concebían en occidente, ya que los japoneses imaginaban al héroe de manera totalmente diferente. Y aunque ella no lo quisiera admitir, necesitaría la ayuda de alguien que estaba más familiarizado que ella en el tema.

Y abriendo la puerta de par en par, Shizuka, como si tuviera todo el derecho del mundo, ingresó a la habitación de Manabo.

- ¡Ay! ¿Pero quién...? - Gritó Manabo sorprendido. El cuarto estaba oscuro, y el chico estaba sentado en el piso, de espaldas a la puerta, y frente a su computador portátil, que enseguida cerró, dejando la habitación sumida en tinieblas.

- Tú...

- ¿Tú...?

- ¿Qué haces que ni siquiera abres las cortinas? – reclamó Shizuka.

- Ah, leer. Leo mucho. Soy un lector consumado- admitió Manabo.

- Leer, ya... Venía para algo, pero ya que estás, quien sabe en qué, yo...

- Sí, sí, que te vaya bien- dijo Manabo sin darle importancia en lo más mínimo a lo que decía Shizuka.

Shizuka comenzó a caminar hacia atrás para dejar la oscura habitación, pero tropezó con una bandeja de metal que estaba en el piso. Esto hizo que se cayera, pero al poner la mano en la pared para evitarlo, activó el interruptor de la bombilla, revelándose ante ella carteleras y papeles pegados en las paredes de la habitación.

- ¡Mis ojos! –gritó Manabo.

- ¡Pero qué exagerado, si hace poco estabas en la sala con nosotras!

- ¡Pero igual el destello...!

- ¿Cómo te molesta la luz y no este desorden? Losa y ropa sucia, y todos esos papeles...

- ¿Bueno, a qué venías? – interrumpió Manabo molesto.

Pero Shizuka no contestó y fijó su atención en los papeles y carteles.

- Todo esto es información, cosas de... de la Señorita Valeria. ¿Estás obsesionado con ella, o...?

- Sí.

- ¡¿Sí?! ¿Y lo dices como si nada?

- Sí – repuso Manabo.

- Aunque todo este tiempo te llamaba pervertido por quedarte viéndola, sabía muy dentro de mí que no lo eras, pero ahora...

- Mi nivel de obsesión, si lo quieres llamar así, hacia la Señorita Valeria, es el mismo que el tuyo.

- ¡No me pongas a tu nivel! ¡No lo admitiré! –insistió Shizuka.

- Lo dice quien idealiza el cuerpo de Valeria como modelo para sus cosas.

- Deja de decir eso. Ella...

La Hija de Atlas: #1- Morder el PolvoWhere stories live. Discover now