Capítulo 35 Violento duelo de relevos

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Luego de la presentación, el público no podía contener la emoción que representaba para ellos el estar a punto de ver un espectáculo de Lucha Libre. Muchos de ellos, conocidos y amigos cercanos de los que participarían, venían por el show, mientras que otros vinieron por curiosidad y se quedaron para presenciar el rendimiento de cada uno de los luchadores que se presentarían hoy. Y a pesar que el espectáculo empezó poco antes del amanecer, la cantidad de espectadores era moderada, lo que para los organizadores era suficiente para seguir con el evento.

Parte de los luchadores bajaron de la lona, pero sólo dos equipos se quedaron en lados opuestos del ring con Grigori que, en medio del cuadrilátero se dispuso a anunciar con su poderosa voz el enfrentamiento.

- Novatos dispuestos a darlo todo en su debut en el Distrito Máscara, ¡Tan dispares como coordinados! ¡La guerrera y el Payaso! ¡Lady Espiral y Boberto! - dijo al señalar hacia el equipo de Yurani y su compañero enmascarado.

- Yo quería que nos tocara pelear de primeras, y con Germania- se lamentó Valeria.

- Puede que sí nos toque, si salen victoriosos ¿Quién quita? - dijo Yuli, observando de reojo a Valeria.

- Sí, de pronto dejen con los huesos buenos a Germania, y me quiera dar la revancha- exclamó Valeria a la vez que se retiraba por un momento la máscara y se sobaba el cuello.

Grigori continuó.

- ¡Dos fenómenos celestiales que se manifiestan ante nosotros con la furia de los infiernos! Directo de los cielos, para ustedes, el poder combinado de... ¡Rayo de Plata y Aurora Mortal!

Ambos juntaron las manos y al igual que sus adversarios, se acercaron hacia el centro de la lona, mientras Grigori abandonaba la lona para que el enfrentamiento comenzara.

La diferencia de ambos equipos residía en la estatura. Tanto Jeider como Germania eran dos imponentes gigantes, propios de leyendas al lado de Yurani y Boberto, pero ellos no parecían amedrentados, sino más bien motivados, y entusiastas como eran, se prepararon para el enfrentamiento haciendo tronar las vértebras de sus cuellos para, acto seguido chocar las palmas de sus manos y apretar sus puños.

- ¡Ja!- dijeron Yurani y Boberto a la vez.

El dúo arremetió contra sus adversarios, que no parecieron inmutarse ante su iniciativa hasta que fue demasiado tarde. Ya que, antes que pudieran darse cuenta, los dos se deslizaron hasta ponerse al lado de ambos y patearles por arriba de las pantorrillas, derribándolos.

- ¡La Suplicadora! – dijeron ambos a coro.

La rapidez de ambos consternó tanto a Jeider como para Germania, y para ambos fue tarde para darse cuenta que, una vez doblegados, no verían venir la llave que sus adversarios les aplicarían.

- ¡Las Tijeras! - exclamaron Yurani y Boberto a la vez que se paraban de manos al frente de cada uno.

Con increíble coordinación, la pareja enredó sus piernas en los cuellos de sus respectivos oponentes, y aplicando toda la fuerza de la que disponían en los músculos, llevaron las cabezas de Jeider y Germania hacia la lona, donde las golpearon con la suficiente fuerza para que la visión de los dos se volviera negra por el impacto.

Los aplausos y las expresiones de asombro no faltaron, y animados por las felicitaciones, Yurani y Boberto se pusieron de pie y agradecieron la ovación con una reverencia.

- ¿Será que les gustó? - preguntó Yurani.

- ¡Les encantó, jajajaa! - exclamó Boberto.

La Hija de Atlas: #1- Morder el PolvoWhere stories live. Discover now