El camino de regreso a la casa transcurrió en silencio. Valeria ya era indiferente al dolor que sentía debido al recibimiento que tuvo en la Casa de la Cultura por parte de Yuli y las luchadoras, ya que le preocupaba más lo que le había dicho Doña Ceci. Pero quería ser digna de sus poderes y del legado de La Hija de Atlas, y si aquello le correspondía, surgiría cuando estuviera lo bastante entrenada. Las ganas de impartir justicia y de hacer lo correcto ahora la invadían, pero ahora la asaltaba una duda, que expresó sin querer ante sus dos compañeras.
- ¿Y entrenando también voy a aprender a volar? – preguntó Valeria.
Cecilia abrió la puerta de un fuerte empujó con el hombro tras liberar la cerradura y entró. Luego miró a Valeria.
- Por el alma de mi difunto esposo que volarás.
Por la forma en que lo dijo, Valeria dio por seguro que Doña Ceci se lo decía en serio, pero no pudo evitar estremecerse tras escucharla.
Una vez entraron todas tres a la casa, las recibió Shizuka, que acababa de bajar las escaleras. No reparó en Doña Ceci y Yuli, y se dirigió a Valeria con un traje en las manos.
- ¡Señorita Valeria!
- Ah, Shizuka...
- Te ves algo, turbada- observó Shizuka-. ¿Algo malo pasó?
- La azotaron y golpearon mucho en la lona en su primer día. Algo que un descanso y un baño caliente no le puedan arreglar- le dijo Doña Ceci.
Luego se dirigió a la cocina.
- ¿Aguadepanela fría quieren? - les ofreció Doña Ceci.
- Tibiecita y con limón- respondió Yuli. Valeria y Shizuka negaron con la cabeza.
Valeria miraba hacia un rincón de la sala, donde estaban los trofeos y recuerdos que todavía le faltaban arreglar, y decidió que tras un pequeño descanso continuaría reparándolos, pero antes que pudiera sentarse para reponer fuerzas, Shizuka le cortó el paso.
- Toma. Para ti.
- Ropa...
- ¡Sí! Y muy "tomboy". A tu estilo- insistió la joven.
Valeria y Yuli se miraron al mismo tiempo.
Sin demora, Shizuka le mostró una por una, las piezas que componían el conjunto. Una camisa verde de abotonar, un pantalón marrón, y una corbata y chaleco del mismo tono.
- "Tomboy" como dijiste, y también como anticuado- opinó Yuli.
- "Tomboy" y "Vintage" – la corrigió Shizuka.
- Pues como sea, pero si a Valeria la vas a vestir así, se va a ver como mi abuelita a su edad.
Shizuka dirigió un gesto de enojo a Yuli, pero enseguida se compuso para dirigirse a Valeria, a quien notó que no dijo nada mientras le mostraba el conjunto que confeccionó para ella. Apenada por ella, le acarició las mejillas y la miró a los ojos.
- Te había confeccionado esta ropa para celebrar que te habías recuperado de las cicatrices.
- Y está linda- le sonrió Valeria. Luego la tomó de sus manos y apreció pieza por pieza- me la pondré de una vez.
Doña Ceci salió de la cocina con dos mugs, y le tendió el que tenía agua de panela tibia a Yuli quien lo recibió y bebió inmediatamente de él. Luego observó las ropas en las manos de Valeria y se dirigió a Shizuka.
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La Hija de Atlas: #1- Morder el Polvo
Fantasy"Flotabas, y estoy segura que tú fuiste la que convirtió en polvo el concreto de las paredes. ¿Qué cosa eres?". La oleada de terror que trajo La Noche del Ruido en Bogotá duró lo suficiente como para neutralizar a casi todos los niños en la ciuda...