Capítulo 37 Preludio a la Revancha

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Aunque se negaba a admitirlo, Valeria quería comerse un A-Snack, dejando de lado sus efectos secundarios para aprovechar sus propiedades curativas. Tal era su ansiedad, que tocaba repetidamente el A-Sweeter en su hombro izquierdo con sus dedos, generando un sonido hueco.

- Si tan sólo fueras el A-Sweeter real y no una copia... – se lamentó Valeria.

Habían pasado unos minutos desde que todos abandonaron el cuadrilátero, y Valeria, que se sentía sofocada, se comenzó a sacar el casco. Más una mano la detuvo, presionando la parte superior del casco para mantenerlo en su lugar.

- ¿Pero qué...? - Dijo Valeria al tiempo que se volteaba hacia atrás para ver a quien había evitado que se quitara el casco.

Y así notó a Yuli, que le sonreía.

- Tenga, que debe estar deshidratada debajo de ese traje de Power Ranger- le dijo ella, sonriente.

- Gracias, pero primero déjame quitarme el casco, ¿No? – protestó.

- No con la gente mirando, Valeria - insistió Yuli.

Luego de un rato, Valeria se resignó y recibió la botella.

- Ese casco es perfecto para que vuele y eso, pero si con él le impido mover la cabeza, la reduzco a nada, jajaja – rio Yuli.

- No es chistoso- se quejó Valeria.

- Sí lo es. Su debilidad, mija.

- Ya, bueno.

- Tome de la botellita- le pidió Yuli.

- Bueno, está bien. Pero pensé que no me iban a dar más té- dijo al llevarse la botella a la boca tras ordenar que abriera la abertura para poder beber.

Pero al saborearla la dejó de inmediato.

- Es agua. Agua normal.

- Sí. Saborizada mejor no, que pa qué toma esas vainas.

- Ah, ¿sí?

- Sí. Ya casi ni hay de eso en las tiendas, y eso, siéndole sincera, es hasta bonito...- explicó Yuli.

- Ah, pues bueno... que me la tomé pensando que era el té ése que me daban después de las palizas de los entrenamientos- expresó Valeria a la vez que se sobaba el hombro derecho.

- Jum, como que la malacostumbramos.

- Sí, sí- admitió de mala manera Valeria.

- No sólo le cogió el gusto a las palizas...sino también, al entrenamiento- rio Yuli, a la vez que le pegaba un puño en el hombro derecho.

- ¡Ay! Algo, pero no lo suficiente. Me duele todo, a pesar que con esas patadas me hicieran insensible...

- Sí, y como que nos pasamos un poquito. Pero vea, al mes se puso re fuerte, china- le dijo Yuli a la vez que le pegaba con un puño en el hombro.

- ¡Ay! – exclamó Valeria al recibir el golpe.

- ¡Jum! Pero no aguanta nada- rio Yuli.

- Sí, y eso es un problema. Si menos aguanto ni un tirón de gravedad cuando estoy normal...

- ¿Cómo el que sentimos cuando apareció ese caballero monstruo? - preguntó Yuli.

Valeria no respondió nada, y en su lugar dejó descolgados sus brazos, cediendo al cansancio que sentía.

- ¿En serio quieren que nos enfrentemos a Germania y a Jeider después de que sobrevivimos a los Masacre? – se quejó Valeria.

La Hija de Atlas: #1- Morder el PolvoWhere stories live. Discover now