Aunque se negaba a admitirlo, Valeria quería comerse un A-Snack, dejando de lado sus efectos secundarios para aprovechar sus propiedades curativas. Tal era su ansiedad, que tocaba repetidamente el A-Sweeter en su hombro izquierdo con sus dedos, generando un sonido hueco.
- Si tan sólo fueras el A-Sweeter real y no una copia... – se lamentó Valeria.
Habían pasado unos minutos desde que todos abandonaron el cuadrilátero, y Valeria, que se sentía sofocada, se comenzó a sacar el casco. Más una mano la detuvo, presionando la parte superior del casco para mantenerlo en su lugar.
- ¿Pero qué...? - Dijo Valeria al tiempo que se volteaba hacia atrás para ver a quien había evitado que se quitara el casco.
Y así notó a Yuli, que le sonreía.
- Tenga, que debe estar deshidratada debajo de ese traje de Power Ranger- le dijo ella, sonriente.
- Gracias, pero primero déjame quitarme el casco, ¿No? – protestó.
- No con la gente mirando, Valeria - insistió Yuli.
Luego de un rato, Valeria se resignó y recibió la botella.
- Ese casco es perfecto para que vuele y eso, pero si con él le impido mover la cabeza, la reduzco a nada, jajaja – rio Yuli.
- No es chistoso- se quejó Valeria.
- Sí lo es. Su debilidad, mija.
- Ya, bueno.
- Tome de la botellita- le pidió Yuli.
- Bueno, está bien. Pero pensé que no me iban a dar más té- dijo al llevarse la botella a la boca tras ordenar que abriera la abertura para poder beber.
Pero al saborearla la dejó de inmediato.
- Es agua. Agua normal.
- Sí. Saborizada mejor no, que pa qué toma esas vainas.
- Ah, ¿sí?
- Sí. Ya casi ni hay de eso en las tiendas, y eso, siéndole sincera, es hasta bonito...- explicó Yuli.
- Ah, pues bueno... que me la tomé pensando que era el té ése que me daban después de las palizas de los entrenamientos- expresó Valeria a la vez que se sobaba el hombro derecho.
- Jum, como que la malacostumbramos.
- Sí, sí- admitió de mala manera Valeria.
- No sólo le cogió el gusto a las palizas...sino también, al entrenamiento- rio Yuli, a la vez que le pegaba un puño en el hombro derecho.
- ¡Ay! Algo, pero no lo suficiente. Me duele todo, a pesar que con esas patadas me hicieran insensible...
- Sí, y como que nos pasamos un poquito. Pero vea, al mes se puso re fuerte, china- le dijo Yuli a la vez que le pegaba con un puño en el hombro.
- ¡Ay! – exclamó Valeria al recibir el golpe.
- ¡Jum! Pero no aguanta nada- rio Yuli.
- Sí, y eso es un problema. Si menos aguanto ni un tirón de gravedad cuando estoy normal...
- ¿Cómo el que sentimos cuando apareció ese caballero monstruo? - preguntó Yuli.
Valeria no respondió nada, y en su lugar dejó descolgados sus brazos, cediendo al cansancio que sentía.
- ¿En serio quieren que nos enfrentemos a Germania y a Jeider después de que sobrevivimos a los Masacre? – se quejó Valeria.
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La Hija de Atlas: #1- Morder el Polvo
Fantasy"Flotabas, y estoy segura que tú fuiste la que convirtió en polvo el concreto de las paredes. ¿Qué cosa eres?". La oleada de terror que trajo La Noche del Ruido en Bogotá duró lo suficiente como para neutralizar a casi todos los niños en la ciuda...