Capítulo 43 Lo que Comenzó con un Parche

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La hazaña más útil que La Hija de Atlas llevó a cabo, según la gente de Ciudad Bolívar, fue trasladar los témpanos de hielo que quedaron atrás luego de la manifestación del Fomor Anfibio durante La Noche del Ruido para alterar el helado micro clima que se formó en la localidad, lo que a su vez resultó ser muy útil también para repeler la trayectoria de la nube de Aura Roja, la cual viajaba por toda la ciudad causando mutaciones y estragos a la salud de las personas. Gracias a esto Ciudad Bolívar se convirtió en una de las zonas más seguras de Bogotá - después de los frondosos bosques del Tunal-. El clima mejoró, y Yuli, junto a Doña Ceci, Manabo y Shizuka que monitoreaban la titánica tarea de Valeria, celebraban sus esfuerzos, hasta que, con el último trozo de hielo ubicado a las afueras de la localidad, la trayectoria de vuelo de La Hija de Atlas concluyó justo encima de sus acabezas, aterrizando suavemente en el suelo y, acto seguido, el número Cero apareció enorme a sus espaldas, seguido de la potente voz en inglés que gritó "Zero!" antes que la cifra desapareciera junto con la armadura de la heroína.

- ¡Valeria!

- Eh, ¿Qué...? ¿Qué ocurre? – preguntó Valeria, atontada tras la destransformación, que concluía con el color de su cabello y ojos se alternándose en tonos marrones.

- Sólo piensa...

- ¿Sobre qué o qué?

- Las posibilidades, las que ofrece este nuevo mundo- relató ella con una sonrisa.

Valeria no entendió nada, pero enseguida notó los cristales de hielo que caían por todas partes.

Yuli extendía las manos y miraba al cielo,

- Posibilidades...- expresó Valeria.

- Como consecuencia del traslado de los témpanos de hielo los copos de nie...- intervino Manabo.

- Ya, Manabo, no arruines el momento- lo interrumpió Shizuka, a la vez que señalaba hacia Yuli.

El muchacho vio a Yuli emocionada, intentando alcanzar los copos de hielo que caían. No eran muchos, pero Yuli parecía apreciarlos mejor que nadie.

- Nieve en Ciudad Bolívar, ¿Quién diría que eso lo veríamos un día por acá? - Sonrió.

...

En el presente, y mientras caminaba por la calle, Valeria sonreía sin saber por qué mientras se tomaba el hombro derecho con la mano izquierda. Aquel acto, sin querer, desató un recuerdo que la transportaba a sus primeras memorias en este mundo. Eran memorias bélicas, llenas de rabia y ansia por pelear. Evocaba inconscientemente cuando tomó el hombro derecho de la chaqueta de Yuli, antes de su abrupta separación tras haber enfrentado sus fuerzas y golpes. Valeria era atraída al interior del agujero negro que concluía los horrores de La Noche del Ruido junto con los demás Fomores. Aquello pudo ser su despedida tras su debut, pero por cuestiones desconocidas no terminó así. Y a pesar que era absorbida, su fuerza no mermó en el hombro de Yuli, resultando en el acto de arrancarle el parche de la chaqueta. Era su trofeo, su botín de guerra, y también lo que las llevaría a reencontrarse. Una vez fuera de peligro, cuando ella sí pudo escapar de la atracción gravitacional del agujero negro, Valeria ansiaba venganza tras concebir una fuerte rivalidad con la dueña original de parche, pero el ansia terminó cuando Yuli le demostró de lo que era capaz con un puñetazo directo a su nariz. Lo recibió en un momento en que ella estaba vulnerable, sin poderes, sin la condición que compartía con los otros monstruos. Por ahora Valeria era una de ellos, una humana, y Yuli supo urdir un plan sobre la marcha para que fuera aceptada por sus amigos, su nueva familia, a quien les ocultó la verdadera condición de Valeria hasta cierto momento en que ella llegó a probar la manzana dorada, retornando a su modo de Fomor, pero a cambio perdiendo control de sus actos. Sin embargo, al saber la verdad sobre su naturaleza fomoriana, tras someterla, en lugar de rechazarla, decidieron explotar de la mejor manera ese potencial en un proyecto conjunto en el que cada quien aportó sus conocimientos y habilidades para volver a Valeria una heroína. Ahora estaba del lado de los buenos.

La Hija de Atlas: #1- Morder el PolvoWhere stories live. Discover now