Carl Grimes / Victims (Español)

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Capítulo 8: Visitantes.

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—¿Estás enojada?—Preguntó Carl.

Melody estaba sentada delante de una celda mientras limpiaba su arma y la recargaba.

Antes de poner en marcha su plan pudo notar que Marlene ya se había percatado de su plan, Daryl se lo había contado y le fue imposible colarse en el auto.

—No importa, de todas formas se darían cuenta, no podía estar escondida en el auto por siempre—Respondió mirando a Carl.

—Era un plan loco.

—Es mi estilo, ¿No crees?—Sonrió guardando el arma—Vamos con la bebé...

—Judith—Se adelantó Carl, Melody lo observó confundida—Su nombre es Judith.

—¿Judith?, es muy bonito, le queda perfecto—Halago sonriendo—Pero le diré destructora.

—Esta bien, terremoto—Compartieron una leve sonrisa antes de caminar.

Ambos niños se dirigieron junto a Beth, Annie, Judith y Carol, quienes estaban en las celdas, también estaba el prisionero de nombre Axel, aunque a Melody no le importaba en lo más mínimo la presencia del hombre, le daba mala espina.

—Eres buena con ella, ¿Tienes hermanitas?—Pregunto Axel.

—No.

—¿Qué edad tienes?—Volvió a preguntar Axel.

—Diecisiete—Respondió Beth cargando a Judith.

—Diecisiete, que interesnte—Dirigio su mirada hacía Melody, pero antes de siquiera poder preguntar.

Carol se asomó por la puerta llamando a Axel.

—¿Qué pasa?—Pregunto el prisionero.

—Alejate de ellas—Advirtio la mujer—La idea no es que repuebles al mundo.

—No pretendía ofender a nadie, estuve encerrado mucho tiempo y no había mujeres, ¿Entiendes?—Explicó—Maggie esta con Glenn, Marlene con Daryl, y tu eres lesbiana.

No muy lejos de ahí se encontraba Melody, escuchando todo con sorpresa, Beth la regaño por escuchar conversaciones ajenas pero de nada sirvió cuando Carl también se sumó.

Aunque sabían perfectamente que Marlene no tenía relación con Daryl más que una buena amistad.

(…)

—Al fin logramos que Judith se durmiera—Hablo Hershel caminando hacia Carl.

—¿Cuánta leche nos queda?—Pregunto Carl.

—Nos alcanza, para un mes más—Aclaró el hombre.

—Llevaré a Carol para buscar más en una semana—Comentó Carl.

—Tu Papá y los demas ya habrán vuelto—Interrumpió Beth.

—No lo sabemos, por ahora Judith es todo lo que tengo.

El silencio fue interrumpido por un gritó, al parecer de una mujer y no muy lejos de donde ellos estaban.

—Vino de adentró.

—¿Fue Carol?—Pregunto Carl.

—Esta en la torre haciendo Guardia en la torre con Marlene y Axel—Respondio Hershel.

Mientras tanto, Melody ya se encontraba despierta, por el gritó, pues había sido un gritó algo escalofriante y aún peor, venía de dentro de la prisión.

—Melody, ¿Me acompañas?—Pregunto Carl pasando delante de la celda de la castaña

—Sabes que si—Respondio Melody tomando su arma.

—Ven conmigo—Pidió—Al parecer alguien entró.

—¿Por dónde?—Pregunto desorientada, solo siguiendo a Carl—¿Mi mamá?—Pregunto.

—Con Carol, vigilando en la torre—Respondio a medida que avanzaban.

Pasaron por los pasillos, frente a la sala de calderas encontraron un caminantes, Carl acabó con el.

—Por aqui—Dijo Melody bajando las escaleras.

Ahí dentro habían personas combatiendo a los caminantes.

Melody con su limpia puntería disparó a la cabeza de los caminantes que amenazaban a las personas.

—¡Vamos!¡Rápido!—Ordenó Carl, Melody estuvo por negar pero ya era tarde cuando comenzaron a seguirlos.

Eran al menos cuatro personas, eso fue la cantidad que contó Melody.

—¡Cuidado!—Advirtió una mujer.

Melody observó detrás de Carl, dísparo sin dudarlo matando al caminante detrás de Carl.

—¡La tienes que dejar!—Gritó Carl al hombre que cargaba a una mujer, al parecer había sido mordida.

—¡Se transformará!—Advirtió ahora Melody.

—¡Jamás la dejaré!

En cuestión de minutos habían llegado a una celda, cerraron la reja y se dieron cuenta de que alguien de su grupo, a quién mordieron,

Carl y Melody aprovecharon que se habían distraído para alejarse y encerrarlos en la celda.

—¿Qué haces?—Pregunto la mujer.

—¿Nos encerraron aquí adentro?—Pregunto el hombre.

—Primero deben deshacerse de ella—Solto Melody.

—Aquí es seguro, estarán a salvó, hay comida y agua—Añadió Carl.

La mujer con la pala caminó hacia la reja, la golpeó algunas veces hasta que el otro hombre la alejó.

—¿No deberíamos ayudar?—Pregunto Beth.

—Eso hicimos—Respondió Carl, simple.