Capítulo 26.

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Lara y Ginny.

Molly y Arthur salieron temprano esa mañana, dejando a sus tres hijos y dos yernos solos en casa.

Ambos estaban durmiendo abrazados, claramente desnudos, cuando escucharon que alguien tocaba la puerta.

–¡Jojo!–Era Fred

La pelirroja gruñó y tomó su varita en la mesa de noche para deshacer el hechizo silenciador y que le pudiese escuchar.

–¿Que quieres?–le preguntó

–Desayuno.–Joanne estaba segura de estar viviendo un dejavú

–Ya bajo ¿Si?–le dijo ella

–Bueno, te amoo.–dijo el pelirrojo para luego irse

Joanne se volteó y miró a Tom, estaba profundamente dormido y no había música puesta en el tocadiscos. Probablemente deberían follar más seguido para que pudiese dormir.

–Buenos días, Tommy.–dijo suavemente, depositando un beso en sus labios

El pelinegro esbozó una pequeña sonrisa.

–Buenos días, Annie.

–¿Acabas de hacer el diminutivo de mi nombre más diminutivo?–soltó una risa

Thomas asintió, aún sin abrir los ojos. Joanne rio y se intentó levantar, pero de inmediato sintió un tirón en todo su abdomen. Maldijo en voz baja y se levantó. Si podía caminar, Thomas la había estafado.

–No te estafé.–dijo él medio dormido–No quería ser tan duro.

Joanne resopló y buscó su ropa en toda la habitación para cambiarse. Cuando la encontró, se vistió y fue al baño, dejando a Thomas allí, de todos modos no quería despertarlo.

Se miró en el espejo antes de orinar, estaba despeinada, tenía chupetones en el cuello y en los pechos, pero, estaba feliz. Había esperado muchísimo por eso y cuando finalmente lo tuvo, no la defraudó nada.

Orinó rápidamente, luego se lavó la cara y tapó los chupetones con un hechizo glamour. Salió del baño mientras se amarraba el cabello en una coleta alta y bajó a la sala, donde Fred, George y Lee estaban mirando la televisión muggle de su padre.

–Buenos días.–dijo ella con una sonrisa y se fue a la cocina

Los gemelos se miraron entre ellos sin entender nada.

Minutos después bajó Thomas y saludó a sus cuñados para luego ir a la cocina.

–Pensé que seguirías dormido.–le dijo ella en cuánto lo vio

–Me despertaste.

Ella resopló.

–La idea era no hacerlo.

Él esbozó una sonrisa y le besó la cabeza.

–No te preocupes.–le dijo

–¿Al menos dormiste bien?

–De maravilla.–dijo él con una sonrisa y la adentró a la cocina dónde sus cuñados no podían verlos para robarle un beso

Joanne sonrió y le dio otro para luego mirar la cocina.

–No se que cocinar.–admitió

–Yo lo hago, ve a sentarte.–dijo Thomas depositando otro beso en sus labios

Amor Arreglado~Tom Riddle FanFictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora