Capítulo 64.

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Reencuentros y noticias inesperadas.

Joanne se separó de Thomas rápidamente cuando escuchó dos golpes en la puerta de la casa. Tomó inmediatamente su varita, la cuál tenía sosteniendo su cabello, provocando así que cayera sobre sus hombros y espalda a la hora de quitarla de allí.

–Joanne...–Thomas intentó replicarle su acción, pero fue inútil en el momento en que la vio caminar lentamente hacia la puerta

Alzó su varita al mismo tiempo en el que se acercaba y posó su mano en la perilla de la puerta, sintiendo el frío inmenso del objeto. La giró y abrió con extrema lentitud la puerta, pero al divisar una cabeza rubia, la abrió por completo y saltó a los brazos del chico.

–¡Me asustaste idiota!–dijo entre risas mientras se aferraba a su cuello con más fuerza

–Amor.–la llamó Thomas, mirando a otra cabeza pelirroja detrás del umbral de la puerta, sin embargo, no consiguió respuesta de su esposa–Anne.–insistió, de manera completamente inútil de nuevo–¡Joanne!

Ella se separó de Draco en cuanto escuchó su nombre y quiso mirarlo con el ceño fruncido, pero antes de voltearse, se percató de la figura detrás del rubio.

Tenía inmensas ojeras debajo de sus ojos, una mirada expectante sobre ella, el cabello algo largo y una fina barba creciendo en su mandíbula.

–Ron...–la nombre salió entrecortado, al mismo tiempo que las lágrimas se daban paso por sus ojos

El pelirrojo no respondió, simplemente se abrió pasó y la abrazó fuertemente, aferrando sus brazos en torno a su cintura como si no quisiera soltarla nunca.

Las lágrimas en ambos no se hicieron esperar. Tenían al menos ocho meses de no verse, de no saber del otro, y ambos sabían que de no ser por aquella visita al Valle de Godric por parte de Harry y Hermione, ellos seguirían sin verse quien sabe por cuánto tiempo.

–Oh, Ronnie.–Joanne tomó el rostro de su hermano entre sus manos y lo miró con completo alivio–Estás bien.

–Al parecer tú también.–soltó una risa mientras posaba su mano encima de la mano izquierda de su hermana, notando el frío del anillo de oro blanco que portaba

Ella soltó una risa al entender su insinuación y asintió.

–Sí, sí lo estoy.

Ambos entraron abrazados a la casa y Thomas invitó a entrar a los demás, dándoles una mirada apenada, aunque entendía completamente a su esposa.

El llanto de un bebé alarmó a todos en la casa luego de unos minutos de estar allí. Casi de inmediato, Draco se levantó y subió las escaleras, deseando ver a su preciosa prima/sobrina que hace un tiempo no veía gracias a las reglas de su padre.

Bajó a la sala con la niña en brazos agarrándose del cuello de su traje mientras le hacía algunas muecas que la hicieron reír. Cuando quitó la vista de ella, pudo ver las caras de Ron, Hermione y Harry, completamente descolocados por la presencia de aquella bebé, en cambio, Luna sonrió enormemente y se acercó a ella, enseñándole unos de sus collares para que la niña jugara con ellos.

–¿Q-qu..? ¿Quie...? Es decir... ¿C-como?–tartamudeó Ronald

–No es nuestra.–dijo Thomas–Es decir, sí, pero no biológica.

–¿Cómo es que si es "de ustedes" pero no lo es?–preguntó Harry, entendiendo una mierda de lo que sucedía

–Es mi prima.–habló Draco mientras movía sus dedos frente a la cara de la niña, provocando que ella los agarrara y quisiera jugar con ellos

Amor Arreglado~Tom Riddle FanFictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora