Capítulo 56.

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Decaída.

Desde que Blaise se marchó a Hogwarts, las visitas de Mattheo se volvieron más recurrentes en casa, y lejos de molestarme, me alegraba. Porque era mi hermano y sus idioteces le alegraban el día a mi Anne, a pesar de que él mismo estuviera hecho una mierda porque Blaise no estaba.

Anne ha estado muy decaída últimamente, y la entiendo. Ella siempre ha sido alguien libre, y estar encerrada, con la angustia de que alguien puede hacerle algo, la está matando. Sus sonrisas aparecen cada vez menos sino es por una broma estúpida de Mattheo.

Su cabecita está hecha un lío. No ha podido comunicarse con su familia directamente, aunque sabe que mi madre habló con ellos antes de la boda, no ha podido saber nada de ellos, cómo están, cómo están pasando todo esto. Me duele verla así. Sus ojeras se han intensificado y no duerme lo suficiente. Ella piensa que no lo noto porque estoy dormido, pero claramente siento como se aferra a mi brazo sobre su abdomen y solloza en un volumen muy bajo.

La Joanne que conocí, hacía bromas en el peor momento, pero ahora, esa Joanne se me está perdiendo y yo ya no sé que hacer.

8 de diciembre.

Cerré mi diario y me levanté de la cama, dispuesto a caminar hacia el balcón, dónde sabía que ella estaba sentada. Solía sentarse ahí siempre, en el muro de cemento de la esquina, buscando que el paisaje la hiciera calmarse y parecía funcionar.

–Te vas a congelar.–dije tomando una cobija en la orilla de la cama mientras caminaba hacia ella

–No tengo frío.

–No me mientas.–le dije pasándole la cobija por encima de los hombros

Me puse al lado suyo y la abracé. A veces sentía que eso era lo único realmente útil que hacía para que ella se sintiera mejor, aunque no estaba del todo seguro si hacía o cambiaba algo.

La escuché suspirar pesadamente mientras recostaba su cabeza en mi pecho.

–Amor...

–No me preguntes que tengo. Si lo supiera ya te hubiera dicho.–respondió

Me quedé callado unos segundos sin saber que decir, pero luego hablé:

–¿Qué puedo hacer para ayudarte?

–Lo que ya haces es suficiente.

–Pero a veces siento que no ayuda una mierda.

–Lo hace, créeme que sí.–se separó y me miró a los ojos, sentándose ya frente a mí

Sus ojitos estaban tan apagados, que se sentía como un crucio directo en el pecho.

–Lo único que necesito es que te quedes aquí conmigo.–dijo ella

–No pienso irme.–junté su frente con la mía–Nunca.

–Te amo, Tommy.–susurró

–Yo más, Anne.

Nos quedamos así unos segundos hasta que una corriente de frío nos atacó. El invierno ya estaba empezando y el frío a veces era insoportable. Más a esas horas de la noche.

–Vamos adentro, amor.–le dije a lo que ella asintió

Caminamos hasta la cama luego de cerrar la puerta del balcón y nos sentamos, ambos con la espalda en el respaldar de la cama.

–¿Qué es eso?–preguntó mirando el libro sobre la cama para luego tomarlo–Es tú diario.–sonrió levemente–¿Estabas escribiendo?–asentí–¿Y que escribes?

Amor Arreglado~Tom Riddle FanFictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora