Capítulo 48.

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Venganza.

Los cuatro bajaron y se sentaron en la mesa después de saludar. Allí estaban todos y ya habían empezado a cenar, ninguno comentó el porqué de la tardanza, era mejor no saberlo.

La comida era deliciosa, y había logrado cambiar el mal humor de Thomas un poco, ya se sentía más tranquilo, pero su tranquilidad no duró mucho cuando sintió una mano sobre su muslo. No dijo nada, ella lo hacía todo el tiempo, pero al sentirla subir peligrosamente, la detuvo y la miró lo más disimulado que pudo.

¿Qué mierda haces?

Relájate

Pedirle a un Riddle que se relajara era un grave error.

Soltó un suspiro entrecortado cuando sintió la mano de la pelirroja encima de su erección.

Tendrás que ser silencioso, mi amor

Él la miró con la mandíbula apretada.

¿Es una especie de venganza?

Para nada

Él intentó seguir comiendo, pero los movimientos circulares del pulgar de la pelirroja, justo donde estaba la punta de su pene eran una tortura y en su lugar ella se veía muy tranquila, sonriente, mientras hablaba con sus abuelos de algo.

Maldita pelirroja.

Ahora entendía a la pelirroja y si podía tomarlo como una venganza. Ser silencioso era muy difícil, más cuando ella parecía hacer magia con sus manos. Cada movimiento, aunque fuese muy sutil, se sentía de maravilla, pero no podía demostrarlo por tener a toda su maldita familia enfrente. Se encontraba encapsulado en una propia burbuja de placer.

–¿Eso es cierto, Tommy?

Él sacudió la cabeza al escuchar su nombre.

–¿E-eh?

–Joanne dice que te regaló un diario para que volvieras a escribir.

–Oh, sí.–sonrió levemente

La verdad si había sido un regalo bastante hermoso.

–Eso es hermoso, Joanne. Desde pequeño Thomas ha amado escribir y poner todo lo que sale de su mente en papel.–las palabras de su madre pasaron a segundo plano cuando la mano de la pelirroja tomó el elástico del boxer y adentró su mano allí adentro, teniendo contacto directo con su pene.

Él respiró profundamente y cerró los ojos unos segundos.

–¿Ya has escrito algo, cielo?–le preguntó Junieth

Él abrió los ojos.

–Estaba escribiendo algunas frases para agilizar mi mano, abuela.–dijo él tomando el tenedor con fuerza esperando que nadie lo notara mientras sentía el pulgar de la pelirroja esparciendo lo que podía ser líquido preseminal en su punta

–Eso es maravilloso.–dijo ella–También fue un regalo hermoso de tú parte, Joanne.

–Es muy poco comparado a lo que Tommy se merece.–dijo ella con una sonrisa

Quiso sentir ternura por el comentario pero en ese momento la odiaba, y la odiaba muchísimo por torturarlo de esa manera.

Tú y yo sabemos que no me odias

En este momento sí

¿Te desquitarás cuando subamos?

Amor Arreglado~Tom Riddle FanFictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora