Capítulo 3.

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Desaparecida.

Por alguna razón, el secuestro de Joanne parecía ser el único motivo por el que los enmascarados llegaron a la boda de Fleur y Bill. Cuando ella fue raptada, los mortífagos fueron desapareciendo uno a uno del lugar. Afortunadamente, no dejaron ningún muerto allí, pero Joanne ya no estaba.

Pero sin duda alguna, lo difícil fue contarle a Molly lo sucedido. Charlie fue el único con la suficiente fuerza para retenerla y evitar que saliera corriendo hacia cualquier lado en busca de quienes se llevaron a su hija. Cuando se vió limitada de hacer lo que sus impulsos le decían, cayó sobre sus rodillas y empezó a llorar.

Arthur tomó el lugar de su hijo y abrazó a su esposa fuertemente mientras él lloraba en silencio. Estaban hablando de su princesa de todos modos.

Tenían que encontrarla a como diera lugar.

Todos sabían que no podían echarse a morir. Sí, les dolía, y les dolía como la mierda. Uno de sus pilares era Joanne, a pesar de ser la cuarta hija, ella era como una Molly 2.0 , los mantenía a todos juntos y los amaba a todos por igual, por eso, que ella ya no estuviese era como un puñal directo al corazón.

Charlie fue el primero en revelarse y limpiar sus lágrimas. Miró a Bill rápidamente y luego salió de la casa, dos segundos después, Bill había salido también.

Nadie sabía a dónde habían ido, pero una media hora después, cuatro explosiones verdes sucedieron en la sala de estar de la Madriguera, dejando ver a los dos que se habían ido y a Percy junto a Oliver.

Fred se levantó en cuánto vió a su hermano y lo encaró, diciéndole que para que mierda había ido allí luego de todo lo que dijo. Pero, al verlo a los ojos se quebró, igual que Percy, y ambos se abrazaron.

Los cinco hermanos hicieron un círculo en medio de la sala y se abrazaron fuertemente. Segundos después, Arthur, Molly y Ginny se habían unido.

–Vamos a traerla devuelta.

Y como buenos Weasleys, empezaron a trabajar en ello. Charlie, Bill y Fred se convirtieron en aurores–casi, casi–y movieron todas las tropas de su hermana para usarlas en su búsqueda. George y Lee anunciaron la desaparición por Pottervigilancia. Dora, Remus y Kingsley se dedicaron a hacer carteles y pegarlos en todas partes, incluyendo el ministerio. En pocos días, todo el mundo mágico estaba movilizado para buscar a Joanne.

Y ella aún no aparecía.

No sé sabía nada de ella.

Donde estaba o con quién estaba.

Si estaba bien o mal.

Pero la encontrarían, eso era seguro.

~•~

En su estadía en Grimmauld Place, el trío de oro no sabía que hacer. Si salían así, era muy probable que los atraparan y hasta mataran, pero algo dentro de Ron le decía que debía hacerlo. Algo malo estaba pasando afuera, podía sentirlo.

No fue hasta que pasaron unos días allí en la Mansión Black, que Remus llegó a corroborar lo que Ron creía.

Primero, que se ofreciera como voluntario para la caza de horrocruxes los descolocó a los tres. No entendieron nada hasta que Remus les expresó lo que sentía y les contó que pasaba.

–Dora está embarazada.

Su temor más grande era que su hijo naciera con su condición, era realmente lógico su miedo, pero estaba siendo cobarde.

–Mi padre estaría muy decepcionado de tí si estuviera vivo.–le dijo Harry, dejando pensativo a Remus

Justo después de su discusión con él, decidió irse, pero no sin antes de decir algo importante.

–Joanne está desaparecida.

Sin duda alguna, al licántropo le faltaba tacto.

Cuando se fue, Ron no supo que hacer o decir. Hermione lo abrazó y le permitió llorar en su brazo. Era completamente razonable que llorara, era su hermana.
Era una sensación similar de cuando Ginny fue hechizada por la imagen de Tom Riddle y casi muere. Pero por feo que sonara, esta vez era de Joanne de quién hablaban...

~•~

31 de Julio, 1997.

Cuando abrió los ojos, lo primero que divisó en cuánto su vista enfocó fue a dos enmascarados tomándola de los brazos. Claramente se removió bruscamente, dándole de lleno en el estómago a uno de ellos. Aprovechó el flaqueo e intentó liberarse, pero el otro le pasó un brazo alrededor del cuello, poniendo suficiente fuerza como para debilitarla un poco por la falta de aire.

–¿¡Que haces!?–de reojo, la pelirroja logró ver a un castaño oscuro de un extraño tic con la lengua que creía muerto después de que se descubriese que había entrado a Hogwarts gracias a una poción multijugos–¡Se supone que no puede llegar lastimada, idiota!–replicó él, provocando que el enmascarado aflojase su agarre

–Ya, ya.–la soltó del todo, dejándola respirar

Joanne aprovecharía todas las oportunidades que tendría desde ese momento, lo tenía claro.

Desestabilizó al mortífago con un cabezazo directo en la nariz y luego intentó correr, pero Crouch la había impactado con un incarcerous en sus pies, jugándole una mala pasada cuando estiró las cuerdas y la hizo caer al piso.

–No puedes escaparte, preciosa.–le dijo en su oído en cuanto se agachó

–¿Para que mierda me capturaron?–preguntó sintiendo el peso de la rodilla de Bartemius en su espalda

–Oh, no lo sé, linda.–admitió él–Pero es hora de que entremos, a los sangre pura no les gusta esperar.

¿En dónde demonios estaba?

Barty la tomó debajo de los brazos y la levantó. Ambos quedaron de frente gracias a un movimiento del hombre, y allí Joanne pudo notar que era bastante alto.

Claramente, la pelirroja no estaba ni cerca de ser la siguiente Madame Máxime, cualquier persona podía ser más alta que ella. Pero, él era alto, probablemente uno ochenta y cinco, uno ochenta y seis, por ahí los tiros. Ella estaba acostumbrada a convivir con personas altas, todos sus hermanos lo eran. Ella no había comido de aquella proteína.

–Eres realmente alto.–dijo con la cabeza inclinada hacia arriba

–Eres muy inteligente, preciosa.–le acarició la mejilla, provocando una cara de asco en la pelirroja

–¿Sabes que te puedo matar ya mismo?–dijo entre dientes

Él esbozó una sonrisa burlona.

–No tienes varita, princesa.

Ella ya había notado ese pequeño detalle.

–¿Quien dijo que necesito varita?–le preguntó acercándose a él

En ese momento, uno de los mortífagos que había golpeado se incorporó y la miró con completo odio.

–Deja de jugar, Barty.–dijo con la mano en la nariz

Ese golpe había sido genial.

–Hay que llevarla con Narcissa rápido, son las tres de la mañana, idiota.

Joanne frunció el ceño.

Conocía de quién se trataba, no había nadie más con ese maldito nombre en todo el mundo mágico.

¿Por qué demonios la tenían que llevar con Narcissa Malfoy?

¿De que se trataba todo eso?

¿Por qué no podían lastimarla?

Amor Arreglado~Tom Riddle FanFictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora