Two🦋.

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"Ghostin", Ariana Grande.
(Ya)

Jake dio un paso hacía el frente, saliendo de la acera que era cubierta por el techo adicional del local, mojando su Converse algo gastada y sucia. Se metió por completo en la fría lluvia y sonrió, dando giros como un niño pequeño sobre su propio eje.

—¡Jake! —gritó, preocupado—. ¡¿Qué coño estás haciendo?! ¡Vuelve acá! —peleó el pecoso, observando al castaño dar saltos en el agua y ensuciando su ropa casual. Se abrazó a sí mismo, hacía demasiado frío.

—¡Vamos! ¡Somos jóvenes! ¡¿Por qué eres tan amargado?!
 
El cabello castaño del más alto se pegaba a su frente y lo hacía verse lacio y brillante, mientras que sus ropas se pegaban a su cuerpo, haciendo ver su cintura fuerte y estrecha. Entonces Félix le envidió, porque Jake tenía un cuerpo tan formado y de un modelo, a comparación de él que estaba flaco y feo.

—¡Pero te enfermarás! ¡¿Estás demente?! ¡Estas son las lluvias que más enferman!

Jake siguió “danzando” bajo la lluvia, que era torrencial y fría, más no le importaba, se estaba divirtiendo a sobremanera en aquel lugar. A Jake le encantaba la lluvia.

—Félix, no morirás por una gripe —dijo el castaño, parándose enfrente del pecoso, justo donde los dobleces del techo del local parecían una cascada, mojándose completamente—. Vamos, las gripes van y vienen, pero la vida es sólo una. Sospecho que jamás has estado bajo la lluvia, ¿o me equivoco, mhm?

Félix sostuvo con fuerza los bordes de la bolsa con la pizza en sus manos y miró fijamente la sonrisa perlada del castaño, viéndose tan radiante allí mismo, pero a la vez tan etéreo, porque era la imagen de un chico normal, que iba a una universidad y tenía una buena relación con su familia, que era sociable y tierno, pero no llegaba al punto de ser popular.

Félix siempre quiso ser así, justo como era Jake.

Y aunque la lluvia fuera gris, él parecía el sol y volvía todo en arcoíris.

O quizás él sea la lluvia, y Jake el sol que necesita para eclipsar y volver todo colorido.

—¡Félix! —se quejó inquieto el castaño, dando leves saltitos en un infantil berrinche para que el aludido cediera.

Félix rió y apretó la bolsa en sus manos, uniendo sus rodillas entre sí al sentir mucho frío.

—Eres un idiota. —murmuró.

Jake tendió su mano hacía el pecoso y sonrió hermoso, una sonrisa infantil y tierna sin ningún motivo detrás, simplemente sincero cariño y amistad reflejado en sus perlados dientes y en sus brillantes ojos verdes.

Félix tomó la mano de Jake y soltó la bolsa con la comida, dejándola en el suelo, puesto iba a echarla a los perros que tenía Jake en su casa. La podían volver a recoger después de que hicieran lo que tenían que hacer.

—¡Wiiih~, soy un angelito!

Despertó de un golpe con la respiración agitada y notando lo oscuro que estaba a su alrededor. Tapó su rostro con ambas manos y derramó sus torrentes lágrimas, sentándose en la cama.

Take. Cһªⁿʟı×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora