Six🦋.

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"Scream", Dreamcatcher.
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Acomodó su abrigo en lo que podía mientras que veía desde las gradas como Sunghoon patinaba con destreza sobre el hielo, el jurado al frente con sus rostros serios expectantes a lo que iba a suceder. Después de ganar la medalla de oro en el campeonato de Chicago estaban seleccionando a los preliminares para ir a los juegos olímpicos sobre hielo, celebrados en Japón dentro de unos meses, y Sunghoon tenía que competir hoy para decidir si iba a participar en las olimpiadas de patinaje sobre hielo, las más importantes.

Confiaban en que el pelinegro ganará en está ronda y así prepararse para ir a Japón, ya que su desempeño en Chicago fue impresionante y sus patrocinadores querían que representará, junto a los otros seleccionados del equipo, a Corea del Sur. Era un honor para el equipo y para el mismo Sunghoon, y su desempeño en el hielo ahora era asombroso.

Félix lo envidiaba, realmente, como aún manteniendo una sonrisa iluminada frente a los jurados y haciendo saltos prolijos cuando claramente no se sentía bien. Ni emocionalmente ni física.

Sunwoo estaba mordiéndose las uñas a su lado, mirando con tanta atención cada movimiento que mantenía Sunghoon en el hielo y con los paramédicos a un lado, ya que desde hace una semana Sunghoon había presentado demasiados dolores musculares y fiebre, sin alguna razón aparente. Y debería estar descansado, pero por una "promesa" que tenía, dijo que no podía faltar en lo absoluto para ésta selección, terminando en una fuerte pelea con su novio y no hablándose durante los últimos días de la semana. Ya que Sunwoo se preocupaba demasiado por Sunghoon, y no era para menos, no estaba en condiciones de competir.

Yeji recogió su ahora cabello negro en una cola alta, atenta también a las críticas que daban el jurado después de que Sunghoon hubo terminado su presentación, pero en realidad ella ni Félix entendían las puntuaciones ni lo que decían porque no sabían hablar "idioma de patinadores". En cambio, Sunwoo sí sabía, ya que desde que conoce a Sunghoon asistía a sus presentaciones y prácticas y aprendía de lo que hablaban, quizás más que el propio entrenador del patinador.

—¿Qué dijo el tipejo ese? —preguntó Yeji, arrugando su nariz al no entender la puntuación que le habían dado al pelinegro.

—Su puntuación fue de 90.5, y para clasificar tiene que tener una puntuación mínima de 75 —explicó Sunwoo, jugando con sus dedos nervioso—. Aprobó para ir Japón.

Yeji chilló contenta, mientras todos los presentes aplaudían con efusividad y tiraban rosas hacia la pista de patinaje, ya que Sunghoon había sido el último en presentarse. Y el que mejor lo hizo.

—¡Vamos, Sunghoon! ¡Lo hiciste genial! —apoyó Félix, haciéndole barras para que sonriera, ya que aunque clasificó, su mueca no era la más feliz de todas.

Sunghoon hizo una reverencia frente a todos, cruzando su pierna detrás de su cuerpo muy elegante, demostrando la clase que tenía y que había aprendido con los años. Pero, en un parpadeó, cayó al suelo.

—¡Mierda! —gritó Sunwoo preocupado, saltando la barra en primera fila rápidamente y corriendo hacia el centro del hielo donde estaba Sunghoon.

Los paramédicos le siguieron, al igual que Yeji y Félix, deslizándose en el frío hielo, donde estaban se sentía aún más frío, aunque estuvieran en primavera.

—¡Sunghoon, Sunghoon! —gritó Sunwoo preocupado, arrodillándose en el suelo junto donde estaba el pelinegro, más pálido que un papel—. ¡Responde, amor! ¡¿Estás bien?!

Take. Cһªⁿʟı×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora