Twelve🥀.

210 23 4
                                    

"Daddy Issues", The Neighbourhood.
(Ya)

—¿Llevas, en serio, tu gas pimienta? Félix, por favor, no me mientas.

Rodó los ojos cerrando manualmente su auto, dejándolo aparcado enfrente del local. Acomodó su bufanda y abrigo gigante, que no era tan suyo, pero eso le encantaba de algún modo, poder oler su aroma en su cuerpo aunque no esté con él.

—Sí, papá, lo llevo aquí —asintió Félix, en un tono cansino—. ¿En serio en necesario? —preguntó, quedándose del lado de afuera de la cafetería New Moon, desde el vidrio logrando ver a Jihoon y Chaeryeong ya allí arreglando alguna mesas y demás cosas.

Es necesario, llevas una semana entera quedándote en casa de Christopher y qué se yo qué cosas malas o en contra de tu voluntad te quiera forzar a hacer —comentó su padre—. No confío en él, es mejor que lleves ese gas pimienta contigo. —agregó, pareciendo preocupado.

Apretó sus labios en una fina línea aunque su padre no lo viera, y se dispuso a acomodar su cabello algo despeinado, mirándose fijamente por el vidrio de New Moon perfectamente limpio.

—Papá..., él no me va ha hacer nada. Nada que yo no quiera... —mordió su labio inferior cuando vagos recuerdos de la noche anterior venían a su mente, para luego agitar su cabeza, negando. Esperando que todos aquellos pensamientos sucios salieran de su cabeza—. Bueno, papá. Me tengo que ir, adentro me esperan..., por fa, averigua lo que te dije. Estás más libre que yo, de algún modo.

—Está bien, mi niño... —asintió Ethan, escuchándose más tranquilo—. No tengo más tiempo que tú, solamente que te levantas muy tarde. Deberías dejar de hacer eso.

—Okey, te amo. Cuídate.

—Tú más..., por favor.

Colgó la llamada después de sus palabras y metió su celular al bolsillo de su gran abrigo. Entró en el local lo antes posible porque el frío afuera estaba descomunal, aunque la noche anterior no hubiera nevado, y saludó con su mano a los dueños del lugar, como comúnmente haría.

—Chaeryeong, te ves hermosa hoy. ¿A dónde vas? —dijo Félix apenas entrar.

La chica pelirroja sonrió sonrojándose levemente, echando hacía atrás de su oreja un mechón de su cabello, terminando de limpiar algunas cosas.

—Haré mi solicitud para estudiar enfermería en la universidad, siento que perdí un año de mi vida siguiendo los malos paso de mi hermano. —alegó, dejando el trapo que tenía en las manos sobre la mesa que recién terminaba de limpiar. Sus uñas largas estando decoradas con una hermosa manicura que se veía costosa.

—Hey, te escuché. —dijo Jihoon mirando mal a su hermana menor, terminando finalmente de bajar unas sillas, teniendo el local completamente pulcro para poder abrir.

Chaeryeong rodó los ojos y acomodó el collar en su cuello, viéndose más hermosa de lo que comúnmente era a los ojos del pecoso.

—Bueno, ¡espero tengas suerte! Cuídate mucho, ¿sí? Tienes rostro de enfermera sí te veo fijamente.

La pelirroja rió ante las palabras de Félix y quitó su delantal. Besó rápidamente la mejilla de su hermano mayor y la de Félix y se dispuso a salir rápidamente del local.

Félix entró en la parte trasera de la cafetería y saludó amablemente al panadero que recién llegaba. Entró a los camerinos y empezó a desvestirse. Metiendo la contraseña de su casillero para sacar su ropa de trabajo.

Miró por unos segundos el gas pimienta en su bolsillo e hizo un gesto cansado. La única razón por la que su padre le obligaba otra vez a usar el gas pimienta era porque la taza de mortalidad en Daegu aumentó nuevamente; hace menos de unos tres días cinco personas aparecieron muertas degolladas en el bosque de manera sanguinaria.

Take. Cһªⁿʟı×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora