Thirty Three🥀.

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"Decode", Paramore.
(Ya)

Rachel.

Sus ojos se desenfocaron por unos segundos, pataleando en un inútil intento de zafarse del agarre impuesto por la fémina, o demonio. Asustado y confundido.

Sabía que lo primero que se encontraría allí sería a Rachel, pero no había tenido suficiente tiempo para procesarlo o hacer algo al respecto. No sabía qué hacer, de repente un mes entero de entrenamiento se había ido a la basura ya que su mente se quedó en un total blanco.

Verificó en lo que podía la imagen; Chris estaban tirado en el piso, con los ojos abiertos pero sin aún responder, pareciendo en un trance. Jungwon estaba inconsciente en el suelo, vivo, pero inconsciente. Y Jake estaba también tirado en el suelo, desnudo por su cambio repentino, sin consciencia alguna.

No le importó ver a su mejor amigo desnudo en el suelo, esa era lo de menos ahora, la situación que tenía que afrontar era otra, y muy grande.

Pateó con toda la fuerza y coraje que tenía el estómago de la bruja, empujándola muy lejos por unos segundos, cayendo al suelo abruptamente.

La bruja se acercó nuevamente hecha furia, levitando hasta su lugar, pero impidió su ataque directo y lanzó una avalancha de tierra a su lugar, que se compactó a su cuerpo y la detuvo por unos segundos.

No quería hacerle daño, más sabía que debía hacerlo, por la salvación de su familia, pero no podía, por su papá.

—Rachel —llamó atemorizado, buscando algo de esperanza en los orbes negros y vacíos de la bruja—, Rachel, no hagas esto. —pidió.

La bruja, fuera de sí y con una fuerza impresionante, se libró de la tierra convertida en roca que la detenían en el aire, acercándose nuevamente al pecoso.

Rachel lanzó su energía vital maligna, llena de resentimiento y espesa como la sangre, empujando su espalda contra una roca y alzarlo en el aire, apretando su mano para ceñir aún más la energía malévola en el cuerpo del omega.

—Rachel, escúchame —habló con voz estrangulada—, alguien te controla, no hagas esto. Soy tu hermano. —tomó una bocanada de aire cuando sintió aún más la energía consumirle, intentando meterse en sus fosas nasales para ahogarlo.

Rachel no respondió, parecía realmente un títere. Inestable y sin compasión. Con un sólo propósito.

Matarlo.

No perdió la esperanza y convocó a todos los elementos que podía controlar, necesitaba detenerla, hacer algo. Quizás siendo druida podría curarla, ayudarla..., lo que sea.

No quería matarla, no quería hacerle eso a su querido padre.

El agua brotó de entre las rocas de la montaña y se congeló en el aire gracias a la brisa que pudo convocar, convirtiéndose en pequeños pedazos de hielo filosos. Alzó su mano y con un último respiro lanzó todos los trozos de hielo hacia Rachel, incrustándolos en su pálida piel como un muerto.

La fémina cayó al suelo, la energía malévola que le rodeaba disipándose por el gran daño que le había ocasionado a su débil y casi febril cuerpo.

Las hebras rubias tocaron el suelo, mientras que Rachel respiraba inestable con la sangre brotando de su estómago y brazos, con grandes cortadas. Félix contuvo un grito de horror al ver el daño que le hizo, acercándose sin pensarlo a ella.

Take. Cһªⁿʟı×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora