Take. Cһªⁿʟı×

Thirty🥀.

"She knows (explicit)", J. Cole.
(Ya)

De nuevo estaba en esa situación.

Corriendo. Se encontraba corriendo por todo el bosque buscando escapar de lo que sea que le perseguía constantemente. Saltando arbustos y cualquier cosa que hubiera en su camino.

Aquella oscuridad le perseguía, intentaba gritar buscando ayuda pero su voz no salía. Aunque de nada serviría gritar cuando estaba en un sueño y se encontraba aterrado.

"No puedes escapar, pequeño Lixxie"

"Vuelve aquí, pequeño Lixxie"

Negó con la cabeza, corriendo hasta que sus pulmones ardieron en ese extraño lugar. Reconocía que era el bosque donde siempre solía entrenar, pero este se veía diferente, muy diferente. Flores, árboles y demás vida vegetal marchita, muerta, irreconocible. No habían pájaros, el pasto era de un verde parecido al vómito, y los árboles estaban sin hojas. Era espantoso. Ese no era su bosque.

Respiró con inestabilidad, deteniéndose enfrente del lago que había allí. El lago era de un color grisáceo, para nada parecido al que solía haber en el bosque. La corriente era fuerte, demandante, chocándose con fiereza contra las rocas del lago.

Miró a todos lados, asustado. Una brisa terriblemente fría erizando todos los vellos de su cuerpo. Espeluznante.

"No podrás escapar por mucho tiempo, Lixxie"

"Terminarás matando a todos"

"Eres maligno"

—¡Basta, basta! —gritó, tapando sus oídos con sus manos, en un patético intento de no seguir escuchando aquellas voces regadas. Diferentes voces desconocidas y espeluznantes que intentaban meterlo a la locura.

"Félix, no puedes negar lo que eres"

"Christopher miente, eres maligno"

"Terminarás matándolo"

"Lo harás"

—¡Cállate, maldita sea! ¡Cállate! —gruñó, la ira metiéndose en su subconsciente dormido y llenando su pecho de un calor exorbitante que no podía controlar.

Las llamas empezaron a surgir por todos lados, quemando todo a su alrededor. El bosque, los árboles, el pasto..., todo estaba siendo quemado por él.

Cayó de rodillas al suelo, tocando con sus dedos la tierra que había allí. Húmeda aunque todo a su alrededor estaba hirviendo en llamas. Estaba quemando todo el bosque, fuera de control.

Las lágrimas calientes cayeron por sus ojos, rodando por sus mejillas, mientras la rabia hacía temblar su mandíbula y quemaba todo. Estaba fuera de control, era un monstruo.

"¿Ves lo que haces?"

—Dentente.

"Quemas todo lo que tocas"

"Dañas todo lo que tocas"