Take. Cһªⁿʟı×

Seventeen🦋.

"Still With You", Jungkook.

El castaño paseaba con gracia por todo el comedor del instituto, su bandeja de comida sólo tenía proteínas y frutas, además de un pequeño jugo de cartón. Sus hermanos iban adelante, con sus respectivas parejas charlando, y él se encontraba mirándolo.

Sostuvo su mandíbula de su mano y analizó al ojiazul, sus movimientos pulcros casi planeados y su mueca seria diciendo más de mil palabras. Las ganas de querer acercarse para preguntar cómo fue que lo salvó ese día en el estacionamiento estancándose en su garganta.

Sintió un ligero empuje a su lado desviando su atención del pálido, miró a su lado donde se encontraba su acompañante, la chica con la cual había interactuado ese últimos días; Yeji.

—Te gusta lo que vez. —bromeó.

Frunció el ceño, haciendo un mohín con sus labios y negando con la cabeza. Recién entraba en ese instituto, sus encuentros con Christopher Bang habían sido bastante extraños y contados, apenas llevaba una semana allí.

—¿Cómo crees? Ni siquiera lo conozco, sólo me salvó hace dos días de ser atropellado por un auto. —respondió, intentando concentrarse frente a los ruidosos que resultaban ser el japonés y su mejor amigo Kim Sunwoo.

—Bien, no te ilusiones, Christopher Bang no habla con nadie más que no sea su familia o los profesores. Ya lo intenté. —Yeji hizo un mohín, abultando su labio inferior mientras miraba su bandeja de comida.

—O sólo no le pareces interesante.

—¡Hey!

Soltó una carcajada y miró nuevamente hacia la ventana del fondo, donde la familia Bang estaba comiendo tranquilamente, excepto el ojiazul que se encontraba removiendo su comida de un lado al otro sin interés.

Concentró su vista en él y en sus ojos, azules tan claros como el cielo por las mañanas, a veces llegando a tonos grises y siendo un enigma como el sólo podía serlo.

No sabía porqué alguien desconocido le parecía tan interesante.

Christopher Bang lo miró y fingió no atragantarse con su comida. Había sido demasiado obvio.

Era otra sección de él pasando pena con un completo desconocido.

Despertó al sentir el toqueteo constante en la ventana y soltó un suspiro al ver que todo seguía oscuro. Afuera volvía a llover y las pequeñas gotas chocaban contra el gran ventanal de su habitación. Ni siquiera había logrado dormir bien ya que de vez en cuando se despertaba espantado, pensando que otro portal mágico se abriría y se llevaría a Jake consigo.