Take. Cһªⁿʟı×

Twenty Eight🥀.

"Sweater Weather", The Neightbourhood y "Neutron Star Collision", Muse.
(Colocarlas cuando yo las mencione en el capítulo)

El esperado día había llegado. La boda de su hermana y Lea se iba a celebrar hoy. Todos estaban muy emocionados, felices. La líder de la manada se iba a casar.

Pero, la líder de la manada parecía no querer casarse.

—¡Olivia, por favor! —exclamó Bahiyyih, cansada—, ¡quédate quieta! —pidió, jalando con una mano el cabello negro de la alfa.

Olivia se quejó, maldiciendo en voz baja cuando su cuñada intentaba peinarla como alguien decente, ya que se iba a casar. No podía ir con el cabello suelto o en una coleta enmarañada como comúnmente haría.

Félix cruzó las piernas, jugando con su pie, ansioso. Olivia había estado inquieta desde las siete de la mañana con los últimos preparativos de la boda, y tenía hasta más pánico que Lea, quien estaba en otra habitación arreglándose.

—¡Les digo que no! ¡No me voy a poner ese jodido vestido para la recepción! —exclamó Olivia, negando con la cabeza. Recibiendo un golpe por parte de Bahiyyih que intentaba peinarla desde hace un buen rato—. ¿No puedo quedarme con mi traje negro y ya? Saben que odio los vestidos.

—Pero Lea pidió que te lo pusieras —insistió Félix, cansando de la terquedad de su hermana mayor—. Es el día de su boda, por favor, haz feliz por un momento a tu novia y ponte el maldito vestido. —masculló, tomando el puente de su nariz con sus dedos.

Olivia bufó, moviendo el mechón rizado que caía sobre su frente. Molesta. No quería ponerse un maldito vestido, odiaba los vestidos. Le hacían sentirse incómoda.

—Primero mis tenis, luego mi pantalón. ¿Qué más quieren quitarme? ¿El pene? —dramatizó, llevándose una mano a su pecho.

Félix rodó los ojos.

—Hazme el favor, Olivia. Sí yo me puse ésta jodida falda porque Lea me obligó, tú te vas a poner este maldito vestido.

Olivia se rió, observando las lindas piernas de su hermano cubiertas por unas medias de malla negras, junto con su falda pegada al cuerpo de color azul cielo.

—No es mi culpa que mi novia te domine. —se burló.

Félix bufó, sacándole el dedo medio.

—Bueno, falta media hora para ir al altar. ¿Ya estás lista para casarte, Olivia? —preguntó la señora Huening, la mamá de Lea, Hueningkai y Bahiyyih, entrando a la habitación donde estaban.

Olivia suspiró, dos mechones negros cayendo por su frente a cada lado. Mientras el resto de su cabello estaba recogido en una coleta alta, bien peinada y maquillada, por primera vez.

—Suegra, he estado esperando este día por toda mi vida, desde que conocí a Lea.

La señora Huening le miró mal, sus ojos negros negando mostrándose incrédulos.

—Sí eres mentirosa, Olivia, porque están comprometidas desde hace tres años y nada que celebraban la boda. —comentó, agitando la cabeza.

Félix rió, asintiendo con la cabeza.

—Bueno, esto ya está listo —avisó Bahiyyih, acomodando su vestido lívido hasta la rodilla—. Yo iré a buscar los anillos, nos vemos en el altar. —habló la ojiverde, saliendo de la habitación rápidamente.

Félix se cruzó de brazos sobre su pecho, observando como Olivia jugaba con su pie en el suelo, inquieta.

—¿Te quieres casar sí o no? —cuestionó el pecoso, levantándose de la silla en la que estaba—, estamos a tiempo de salir de aquí antes de que tu suegra te estrangule. Sin ofender, señora Huening. —hizo una reverencia enfrente de la mujer, que le miraba mal.