Capítulo 1

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—¡Hora de levantarse bella durmiente!— gritó la chillona voz de mi mejor amiga, Madelin. Gruñí y rápidamente me tape toda la cara con la almohada.

—¡Lárgate de aquí Madelin!— le grite en un tono molesto. Podía jurar que eran menos de las nueve.

—¡Son pasadas de las una! Y adivina.— comento emocionada. Mentirosa.— ¡Conseguí unos boletos para la fiesta de máscaras de Ashley!

Opte por ignorarla, realmente no me interesaba. Cuando por fin pensaba que iba a tener un poco de paz para seguir durmiendo sentí que en mi cuerpo cayo un gran peso de golpe.

—¡Madelin!— gruñí y me quite la almohada de la cara. Se me había tirado encima.— ¿Tanto te cuesta dejarme dormir unos minutos más?

—Vamos Madison, hoy es sábado, deja tu flojera de lado. ¡Y a celebrar!— espeto a la vez que movía los brazos frenéticamente.

—¡Por lo tanto! Hoy es sábado y las personas normales como yo lo celebran durmiendo y comiendo debido a que tuvieron una semana estresante en la universidad.— dije obvia.— Así que si me disculpas, tengo una cita con la cama.— me acomode mejor y volví a cerrar los ojos. Sentí como se levantó y juro que vi la gloria.

—Tú lo quisiste.— escuche sus pasos alejándose seguido como la puerta de la habitación se abría.

Por fin paz.

Iba a caer nuevamente en un sueño placentero y profundo, pero algo bien frío comenzó a recorrer todo mí cuerpo. Rápidamente me muevo hacia el lado derecho sin medir la poca distancia que queda entre piso y la cama lo cual provoca que caiga al duro piso de madera.

¡Carajo! Eso sí dolió. La estruendosa risa de Madelin se escucha por toda la habitación, oh no, sí que la iba a matar.

—¡¿Qué te pasa?!— le grito un tanto alterada mientras que trato de pararme.

—No me quedo de otra.— se encogió de hombros mientras seguía riendo.

—Sí que el tinte rubio te está afectado las neuronas, teñida.— la fulmine con la mirada mientras me sobaba el trasero levemente, había recibido todo el golpe allí. Seguro al rato me iba a salir un gran morado, ugh.

—Oye.— se quejó.— Te odio.

Rodé los ojos.

—Al menos el sentimiento es mutuo.— solté caminando hacia el baño.— Por tu culpa ahora tendré que usar pomada para desaparecer el gran morado que me saldrá en el trasero.

—Eres una exagerada, que ni tan duro te golpeaste.— dijo caminando detrás de mí.

—Ey, ey, ey.— la pare con mi mano.— Privacidad.— ella rodó los ojos.

—Eso dejo de existir desde hace mucho en esta casa.— esta mujer era imposible. Camine hasta el lavamanos y tome mi cepillo dental para comenzar con mi tarea diaria.— ¿Ya tienes la ropa de esta noche?

Fruncí el ceño.

—¿Para esta noche?— pregunte una vez que termine de cepillarme. Tome una toalla y comencé a secar mi boca con ella. Madelin asintió.

—La perra de Ashley tiene una fiesta de máscaras. Es privada. Tenemos que ir. Conseguí entradas. ¿Sufres de algún tipo de amnesia?

—No, no tengo problemas de amnesia Madelin. Solo creía que había sido clara con que no iré. No me gustan las fiestas. No es lo mío. Aparte. ¿No qué es una fiesta de sus padres? ¿Y máscaras? ¿En serio?

Ella rodó los ojos.

—¡Vamos Madison! ¡Será divertido! Me ha llegado el rumor de que también van asistir muchas personas de la universidad. No todos serán mayores. ¡Disfruta la vida mujer! ¡No todo es libros!

Pregnant ➳ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora